"SOMOS ENANOS EN HOMBROS DE GIGANTES" (Bernardo de Chartres - S. XII)

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Fiebre de Chikungunya

Muchos me han preguntado por la fiebre de Chikungunya.

- Tan raro... esas enfermedades nuevas que están saliendo...  (me dicen)

Me ha tocado desmentirlos. No son enfermedades nuevas.  Son muy antiguas.   Lo que pasa es que nadie les paraba bolas porque solo mataban "africanitos" y nunca habían tocado norteamericanos. 

Y es que los gringos nunca se preocuparon del Ebola hasta que ellos comenzaron a caer.  
Tampoco les importaba el Chikungunya hasta que llegó a sus puertas. 

Pero basta de hablar mal de los "pobres norteamericanos".    Hablemos del Chikungunya

La fiebre chikungunya es una enfermedad vírica transmitida al ser humano por mosquitos. Se describió por primera vez durante un brote ocurrido en el sur de Tanzanía en 1952. Se trata de un virus ARN del género alfavirus, familia Togaviridae. “Chikungunya” es una voz del idioma Kimakonde que significa “doblarse”, en alusión al aspecto encorvado de los pacientes debido a los dolores articulares.

Signos y síntomas

La fiebre chikungunya se caracteriza por la aparición súbita de fiebre, generalmente acompañada de dolores articulares, dolores musculares, dolores de cabeza, náuseas, cansancio y erupciones cutáneas. Los dolores articulares suelen ser muy debilitantes, pero generalmente desaparecen en pocos días.

La mayoría de los pacientes se recuperan completamente, pero en algunos casos los dolores articulares pueden durar varios meses, o incluso años. Se han descrito casos ocasionales con complicaciones oculares, neurológicas y cardiacas, y también con molestias gastrointestinales.

Las complicaciones graves no son frecuentes, pero en personas mayores la enfermedad puede contribuir a la muerte. A menudo los pacientes solo tienen síntomas leves y la infección puede pasar inadvertida o diagnosticarse erróneamente como dengue en zonas donde este es frecuente.


Casi nunca es mortal.  Los casos de mortalidad son por condiciones de deshidratacion en pacientes con otras comorbilidades. 



Transmisión
El virus se transmite de una persona a otras por la picadura de mosquitos hembra infectados. Generalmente los mosquitos implicados son Aedes aegypti y Aedes albopictus dos especies que también pueden transmitir otros virus, entre ellos el del dengue. Estos mosquitos suelen picar durante todo el periodo diurno, aunque su actividad puede ser máxima al principio de la mañana y al final de la tarde. Ambas especies pican al aire libre, pero Ae. aegypti también puede hacerlo en ambientes interiores.

La enfermedad suele aparecer entre 4 y 8 días después de la picadura de un mosquito infectado, aunque el intervalo puede oscilar entre 2 y 12 días.

Diagnóstico

Hay pruebas serologicas que pueden hacer el diagnóstico como la inmunoadsorción enzimática (ELISA), pueden confirmar la presencia de anticuerpos IgM e IgG contra el virus chikungunya. Las mayores concentraciones de IgM se registran entre 3 y 5 semanas después de la aparición de la enfermedad, y persisten unos 2 meses.

Tratamiento
No existe ningún tratamiento específico para tratar la fiebre chikungunya. El tratamiento consiste principalmente en aliviar los síntomas, entre ellos el dolor articular, con antipiréticos, analgésicos óptimos y líquidos. No hay comercializada ninguna vacuna contra el virus chikungunya.

Prevención y control
La proximidad de las viviendas a los lugares de cría de los mosquitos vectores es un importante factor de riesgo tanto para la fiebre chikungunya como para otras enfermedades transmitidas por las especies en cuestión. La prevención y el control se basan en gran medida en la reducción del número de depósitos de agua naturales y artificiales que puedan servir de criadero de los mosquitos.
Durante los brotes se pueden aplicar insecticidas, sea por vaporización, para matar los moquitos en vuelo, o bien sobre las superficies de los depósitos o alrededor de éstos, donde se posan los mosquitos; también se pueden utilizar insecticidas para tratar el agua de los depósitos a fin de matar las larvas inmaduras.

Como protección durante los brotes se recomiendan llevar ropa que reduzca al mínimo la exposición de la piel a los vectores.


Para quienes duerman durante el día, sobre todo los niños pequeños, los enfermos y los ancianos,  (y por supuesto los médicos) los mosquiteros tratados con insecticidas proporcionan una buena protección. Las espirales insectífugas y los vaporizadores de insecticidas también pueden reducir las picaduras en ambientes interiores.

Las personas que viajen a zonas de riesgo deben adoptar precauciones básicas, como el uso de repelentes, pantalones largos y camisas de manga larga, o la instalación de mosquiteros en las ventanas.


fuente:   OMS


miércoles, 17 de septiembre de 2014

miércoles, 10 de septiembre de 2014

El misterio de las niñas de Cármen de Bolívar.

Primero tengo que aceptar que estaba mintiendo al titular esta entrada. Un "misterio" es algo que es inexplicable, difícil de entender o que no tiene explicación.
 

Pero hay que entender que la ignorancia puede hacer pasar por misterio lo que no se entiende, pero que tiene explicaciones lógicas.
 

Hace muchos años alguien me explicaba que para un indígena que nunca ha visto la electricidad, el encender una bombilla con un interruptor en la pared era un misterio. El indígena desconoce que dentro de la pared van unos cables con electricidad que van hasta el bombilla.

Igualmente por eso misma razón (por ignorancia) a los padres de las niñas, a las niñas mismas, a los medios de comunicacion y a la misma sociedad se les hace complicado entender lo que ocurre con las supuestas enfermas después de la aplicación de la vacuna contra el papiloma humano en el municipio de Carmen de Bolívar.

Ahora les explicaré por que para algunos de nosotros no hay ningún misterio.

Empecemos por partes: Cualquier vacuna o medicamento puede tener efectos adversos. (incluso los alimentos también: muchos han muerto por atragantamiento con espinas de pescado, muchos mueren o tienen reacciones alergicas por comer camarones, mani o incluso maracuyá) Para nadie es un misterio eso.  Esos eventos adversos los consideramos "naturales".  "Son cosas que pasan".



Las vacunas, sigo explicando, tienen muchos años de investigación antes de ofrecerlas al público. Cualquier vacuna puede producir eventos adversos que van desde fiebre, dolor y malestar, hasta infecciones en el sitio de la
aplicacion. En casos muy contados pueden producir encefalitis, mielitis y otras enfermedades. La BCG (vacuna contra la tuberculosis), la DPT (difteria, tosferina y tetanos), la vacuna contra el polio... todas las vacunas que nos ponen de niños,  tienen la probabilidad de producir algunos eventos adversos. La vacuna contra el papiloma humano puede producir fiebre, picazón y dolor articular (menos de 1%) , náuseas, irritacion nasal y de garganta, tos, diarrea, vómitos, insomnio. Los casos graves reportados son apendicitis e inflamaciones pelvicas (dolor en region vaginal) en menos de 0.2-0.3% de las vacunadas. ( J Cancer Res Ther. 2007Apr-Jun;3(2):92-5. )
 

Por el contrario, más de 6 millones de personas se infectan cada año con el virus del papiloma humano.(J Adolesc. 2014Feb;37(2):133-43. La probabilidad de desarrollar cáncer de cérvix está entre un 16 y 33% en las personas infectadas con el papiloma. Algunos artículos mencionan hasta una asociacion del 70% entre el cáncer de cérvix y el papiloma humano. En América latina la prevalencia es de 96%. Eso es mucho cáncer que podría prevenirse si se evitara la infección por el virus del papiloma. (Perspect Public Health. 2013 Nov;133(6):320-4.)



Por otro lado están las niñas del Carmen de Bolivar. Según los medios de comunicación, las niñas han presentado unos síntomas que son muy diferentes a los que produce la vacuna:  visión borrosa, dolores de cabeza, dolor abdominal, calambres en las extremidades, hormigueo y desmayos.

Lo mas curioso es que hay niñas que ni siquiera han sido vacunadas pero que presentan los mismos síntomas.

Los sintomas relatados por las pacientes son sugestivos de lo que se denomina histeria conversiva. (o trastorno de conversión) en el cual aparecen una serie de síntomas que no son explicados por una causa lógica. Hace poco la Asociación Colombiana de Psiquiatría publicó un artículo titulado " De histerias colectivas, Einstein y otros demonios." en el que explica que los síntomas se deben al estado emocional de las pacientes.   Hay que aclarar que las niñas no fingen los síntomas. Son reales.  Los calambres, la pérdida de la fuerza, los desmayos son síntomas comunes en los trastornos de ansiedad y son respuestas fisiológicas reales (no fingidas) a un estrés emocional. (en este caso temor a tener complicaciones con la vacuna).

Ahora vamos al trasfondo de ello.

El problema radica en la lucha perenne entre las posturas conservadoras y las posturas liberales:   


La eterna lucha entre el bien y el mal.   (Sólo que esta vez no se puede decir quién es quién)
 

El Neoliberalismo económico quiere imponer a la sociedad actual unos estándares de libertad que favorecen el consumismo. Promueven el aborto, la libre expresión de la sexualidad hasta tal punto que los homosexuales, que hace unos años se escondían de la vista pública ahora son considerados héroes.  El neoliberalismo promueve el sexo libre y sin tapujos.

En la otra esquina tenemos a los grupos religiosos y los conservadores recalcitrantes tratando de que la vacuna no se aplique porque va a estimular el sexo desenfrenado en las adolescentes.
 

Ahora bien. Un gobierno neoliberal, tratando de cumplir las reglas neoliberales va a los municipios y vacuna cientos de niñas en colegios religiosos.
De una parte está la moral cristiana convenciendo a las niñas de que si se vacunan estan pecando y de la otra, los gobiernos tratando de poner "a la fuerza" vacunas que ya compraron y que se les van a vencer...



Las otras vacunas que pone el Ministerio de Salud también pueden producir efectos adversos. Pero si alguien presenta un mareo luego de que le pongan la vacuna contra el sarampión no generará pánico. Nadie ha hecho campañas para desprestigiar la vacuna contra el sarampión.   Pero recordemos que desde antes de salir la vacuna contra el papiloma ya había conservadores haciendo campañas para evitar su aplicación porque iba en contra de la moral.   Como estrategia magnificaron los riesgos que producía para  desprestigiarla
 

El resultado lo tenemos a la vista.
 

Yo estoy en contra de la promiscuidad sexual. Soy un convencido de que si uno tuviera una sola pareja sexual, la vacuna no sería necesaria. Pero vivo en un mundo donde eso casi nunca pasa.

Una amiga que quiero mucho me preguntó hace poco si yo haría vacunar a mi hija y le dije que ya se había vacunado y que yo  mismo había firmado el consentimiento para hacerlo. Prefiero que no corra el riesgo con el Cáncer de cérvix, el riesgo de la vacuna es mínimo comparado con el riesgo de sufrir un cáncer.

Eso me lleva a recordar algo que escribió Benjamin Franklin en 1763 cuando su hijo murió a causa de la viruela. Frankin se había negado a vacunarlo dado que en ese tiempo las vacunas habian sido descubiertas hacía muy poco.

“Durante mucho tiempo lamenté amargamente y todavía lamento, no haberlo vacunado. Menciono esto para los padres que no vacunan a sus hijos por suponer que nunca se perdonarían si su hijo muriera por la vacuna; mi ejemplo muestra que el remordimiento puede ser el mismo de un lado o del otro y por lo tanto se debe elegir el que sea más seguro.”


Hasta la próxima semana.

 







miércoles, 3 de septiembre de 2014

Carta de un abogado a los médicos

El siguiente texto lo encontré por casualidad en Internet.

Es un texto anónimo que fue publicado por el Dr.Luis Higgins , en el Boletín de Anestesiología de México



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Carta de un abogado a los médicos.

Los títeres del arte de curar, marionetas de obras sociales, hospitales y sistemas prepagos de atención, hospitales y sistemas prepagos de atención medica trabajan donde y como pueden. Su responsabilidad social hace funcionar las instituciones y su irresponsabilidad personal los lleva a exponerse inútilmente. El día en que ellos, verdaderos médicos por vocación, dejen de pensar tanto en el paciente, en su capacitación profesional a cualquier costo, en las instituciones para las que trabajan, y tomen conciencia de lo mucho que arriesgan en cada acto médico, ese día la atención del país se paralizará. Porque solo un demente, alguien que ha perdido la facultad de discernir entre la bondad y la estupidez, puede aceptar la responsabilidad de barajar una vida humana cuando un sistema perverso y carente en todo sentido NO le brinda la seguridad y tranquilidad necesarias para trabajar como corresponde.


Porque el médico que asume la responsabilidad en un acto quirúrgico, que se somete al estrés de desplegar su arte sobre un paciente dormido, que asume la lucha contra la enfermedad ajena, que desafía a la muerte sabiendo que no siempre triunfará y que acepta hacerlo por la vergonzosa remuneración que el sistema le asigna; ese medico no es bueno, es ¡estúpido!, es alguien que consume toda su inteligencia en el cadalso de su ofrenda personal hacia un prójimo que no le reconoce el esfuerzo. Agotada su paciencia, ya no puede ver que un error, aunque involuntario, le puede costar su patrimonio, su bienestar, su salud. Este suicida altruista figura en todas las cartillas de los sistemas prepagos de atención médica. Trabaja en los hospitales nacionales, provinciales o municipales, superado por un aluvión de pacientes que envejece haciendo colas y recibe atención francamente deficitaria.



Deambula por clínicas y sanatorios juntando monedas para poder subsistir. Este médico, suicida por vocación, inteligente para el prójimo y descerebrado para sí mismo, bueno y estúpido a la vez, responsable ante la sociedad e irresponsable ante su familia, es la carne de cañón, el centro del blanco de la industria de la mal praxis. Todo abogado sabe que en este sistema perverso, tan carente de recursos, tan manoseado por inescrupulosos enriquecidos a costa de la salud, el medico es el hilo fino mas fácil de cortar, el candidato ideal para exprimir, el ingenuo mas liviano de sacudir para rescatar las monedas que llevan en lo bolsillos.

Lo que pocos se han puesto a pensar, es que en definitiva este ensañamiento médico, que no discrimina entre idóneos e incapaces, entre buenos y malos, decentes y envilecidos comerciantes, es fundamentalmente perjudicial para el paciente. La comunidad toda empieza a sufrir las consecuencias cuando el médico capacitado, con experiencia, con reconocido prestigio entre sus colegas, empieza a “esquivar” la patología difícil, esa donde arriesga TODO y gana poco. El médico que cuida sus espaldas -obviamente- discrimina por necesidad. La comunidad toda sufre esta realidad, al verse privada de la idoneidad y la experiencia de sus mejores médicos. Porque los mejores, también los mas inteligentes, rápidamente ven la necesidad de dar un paso al costado para no exponerse. Si bien es cierto que algunos médicos no están acostumbrados a responsabilizarse por sus acciones, también es cierto que la inmensa mayoría, no tendría que trabajar en las actuales circunstancias. Arriesgan mucho sin ganar nada. Porque si un cirujano tiene que afrontar un juicio por mal praxis, la demanda supera en miles de veces la remuneración de su trabajo. Una intervención de USD $120 puede convertirse en un juicio de USD $120,000. Así las cosas, los sistemas prepagos de atención medica, circular mediante, solicitan a sus médicos fotocopia de la póliza de seguro suscrita. Ellos, al mejor estilo de Poncio Pilato, pretenden que el médico, con centavos que le asignan por su trabajo, contrate un seguro de mala praxis. De esta manera, los líderes de la medicina prepago se cubren de los errores del servicio que dicen brindar. Logran su cometido sin sacrificar un solo centavo de sus arcas. Con los aranceles vigentes, ningún médico puede asegurarse contra mala praxis. Con el temor a la mala práctica, ninguno puede trabajar como debería.

El auge de este tipo de juicios no es culpa de los abogados. Ellos, que son muchos y también deben subsistir, han visto las falencias del sistema que colocan al médico en la primera línea de fuego. Como frágil fusible de una máquina sanitaria en constante corto circuito, el médico salta y se quema. Gane o pierda, con o sin justicia, con razón o sin ella, el médico debe pagar. La sociedad parece ensañada con los encargados de velar por la salud.

Todos y cada uno debemos ser responsables de nuestros actos. Los errores deben ser asumidos y la impunidad desterrada. Estos grandes objetivos no pueden tener vigencia unilateral. La vida del paciente vale tanto como la del médico.

Por el bien de todos, la legislación debe proteger tanto a uno como al otro.

Autor: Anónimo.