"SOMOS ENANOS EN HOMBROS DE GIGANTES" (Bernardo de Chartres - S. XII)
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miércoles, 1 de septiembre de 2021

La historia de la Historia Clínica

La historia clínica siempre ha sido la cenicienta de la atención médica.  Los profesionales se quejan de tener que hacerla, como si la historia clínica fuera solamente escribir en un papel o en un computador. 

Pero en esta conferencia, veremos que la historia clínica es la protagonista, junto con el paciente, de cualquier atención en salud.  

Etimológicamente hablando, "historia" en griego significa "investigación", mientras que "clínica" hace referencia al "paciente" (del griego "kliné" que significa "cama"). En otras palabras, Historia clínica se refiere a todo aquello que se investiga ante la cama de un paciente. 

Insisto: la historia clínica no es solo lo que se escribe.  Es lo que se investigó, lo que se descubrió, y el registro completo y detallado de lo que le ocurre a un paciente, lo que se le hizo, y lo que habrá de hacerse. 

El papel o el archivo al que, erróneamente llamamos "historia clínica", es tan solo una parte: el registro, ⏤la evidencia⏤ de que se hizo una investigación completa y detallada.  

Como lo exponía Pedro Laín Entralgo, "la historia clínica es el arte de ver, oír, entender y describir la enfermedad de un paciente".  




Hasta la próxima semana. 




miércoles, 25 de agosto de 2021

Las matemáticas son para siempre

¿Para que sirven las matemáticas?

Según Eduardo Saenz de Cabezón, cuando alguien te pregunta para qué sirven las matemáticas, no te está preguntando por aplicaciones de las ciencias matemáticas. Te está preguntando: "¿Y yo por qué tuve que estudiar esa mierda que no volví a usar nunca?"

Afortunadamente nunca me he preocupado por preguntarme para qué sirven las matemáticas. Simplemente las uso, y las disfruto. Agradezco a mis profesores por enseñarme a pensar con método y descubrir patrones en el mundo que me rodea.

Los invito a escuchar esta divertida conferencia sobre las matemáticas.

miércoles, 28 de julio de 2021

¿Todo tiempo pasado fue mejor?

¿Es cierto que todo tiempo pasado fue mejor?

Hace poco un amigo escribió un artículo en el que mencionaba que estábamos pasando por la peor crisis de la humanidad en los últimos 100 años. Me permití recordarle la segunda guerra mundial, la crisis de los misiles en Cuba, el advenimiento del SIDA ⎼que se creyó en su momento que acabaría con la humanidad⎼, el ébola, el SARS, la fiebre del Nilo, la AH1N1, la destrucción de la capa de ozono, la guerra fría y la amenaza de una destrucción nuclear masiva que tuvo al planeta en vilo por más de tres décadas.

Olvidamos nuestras crisis del pasado, porque las hemos superado, y magnificamos las que tenemos entre manos. Somos una especie apocalíptica que tiende a creer que nuestro problema actual es el peor, de la misma forma  que un hombre, hastiado de su novia, se queja de ella sin recordar las razones por las que dejó a la anterior.

A continuación les comparto una conferencia de Steven Pinker, que nos muestra con números y cifras cómo está nuestro mundo actual en comparación con el pasado. En la actualidad hay menos pobreza, menos analfabetismo, menos violencia, menos guerras y menos muertes que antes.  Pero los medios de comunicación y nuestros líderes hacen todo lo posible para hacernos creer lo contrario para poder manipularnos. 

Mis agradecimientos a la doctora Manuela Restrepo, quien me habló de esta charla.



Steven Pinker
es un psicólogo experimental, científico cognitivo, lingüista, escritor canadiense, y profesor en Harvard. Es conocido por su defensa de la psicología evolucionista y de la teoría computacional de la mente. Tiene varios libros relacionados con el lenguaje y el funcionamiento de los pensamientos. El más famoso es La tabla rasa. Otros de sus libros son: El instinto del lenguaje, Cómo funciona la mente, En defensa de la ilustración, El mundo de las palabras, Palabras y reglas, y Los ángeles que llevamos dentro
 

Si quieren conocer más sobre el tema los invito a visitar otras entradas de mi blog

miércoles, 19 de mayo de 2021

Cómo saber lo que es verdad

En meses recientes, mis redes sociales y los grupos virtuales en los que me muevo han tenido una gran profusión de noticias falsas y de discusiones entres los participantes debido a temas de salud o política.  

Cada vez es más frecuente encontrar enfrentamientos verbales entre los miembros de un grupo debido a que hay diferencias de opinión. Lo triste es que pelean por defender su "opinión" y cada vez hay menos argumentos que puedan llevar a un sano debate. 

El día que preparaba el tema para esta semana, alguien mandó una fotografía de dos personas encañonando a otra contra una pared. La fotografía decía que un grupo indígena había "capturado a un francotirador" que había atentado contra una misión médica. Según quien mandaba la foto, "esa era la prueba" de que había "infiltrados del gobierno" en las protestas.  


Personalmente yo no vi ninguna "prueba" en la fotografía.  Esta pudo ser real, pero también pudo tratarse de una fotografía antigua o tomada fuera de contexto, incluso, puede ser un montaje. Más aún, los tres personajes de la fotografía tenían la cara cubierta y ningún distintivo que los identificara de uno o de otro grupo. ¿Cómo saber si realmente la foto corresponde con lo que decía el texto? No niego que la foto pueda ser real, pero no tengo certeza de ello y no tengo elementos para descartar ni apoyar la hipótesis plateada. Si al menos conociera al fotógrafo, podría saber su versión de lo que ocurrió, o al menos de lo que el cree que ocurrió. 

El problema es que los que la vieron, y tenían la misma postura política de quien la envió, asumieron que ello era una prueba absoluta e irrefutable. No tengo herramientas para decir si la foto es real o no. A simple vista podría serlo, pero luego de una analisis profundo, uno descubre que no hay evidencias concretas que le permitan a uno tener certeza y defender una postura. 

Desde un punto de vista científico, una fotografía  no constituye ninguna prueba de nada si no se tienen otros elementos probatorios. Una cosa son los indicios y otra muy diferente las pruebas. (ver Un pajaro dando RCP ¿Falso o verdadero?)

La inferencia de certeza, no debería depender de las creencias sino de la capacidad de establecer causalidad. Por ejemplo, cuando me tomo una leche y me da diarrea, tiendo a pensar que fue la leche la que me produjo la enfermedad.  Pero, ¿y si hace una semana tomé agua contaminada y apenas ahora empezaron los síntomas de una parasitosis y la diarrea después de la ingesta de la leche fue tan solo la manifestación de una enfermedad que estaba en periodo de incubación? Es probable que la irritación intestinal no sea producida por la leche sino por los parásitos que ingerí, y que la diarrea cuando tomo leche, sea la consecuencia de no haber hervido el agua de hace una semana. 

Toda investigación empieza con una sospecha. Pero la causa y el efecto no siempre son visibles. Una demostración requiere algo más que la simple sospecha. Nuestro cerebro está biologicamente predispuesto para asumir cosas sin tener comprobación científica. Por mucho tiempo se creyó que el café daba cancer de pulmón porque se veía que muchas de las personas con cancer solían tomar café. Ahora se sabe que no es cierto. Que era el humo del cigarrillo que fumaban mientras tomaban café el que lo producía. Transcurrió mucho tiempo antes de que se pudiera descartar al café como causa.

Por eso esta semana les quiero traer este video que muestra las fallas que tenemos en nuestra forma de interpretar la información. Espero les sea de utilidad. 

Hasta la próxima semana... y recuerden:  No coman cuento

Si quieres profundizar en el tema te recomiendo leer....

También te recomiendo revisar mi sección sobre Pensamiento Crítico 



miércoles, 14 de abril de 2021

¿Es segura la vacuna contra el coronavirus?

Hay un adagio popular que dice que "es mejor prevenir que curar". 

Consecuente con eso, es mejor evitar una enfermedad que buscar una cura cuando ya nos ha dado. 

Desde hace miles de años, en el oriente descubrieron que si se tomaban las costras de la viruela de una persona infectada, se hacía un polvillo con ellas, y se soplaba en la nariz de una persona (Variolización), la viruela se presentaba en una forma benigna y se podía prevenir el contagio en el futuro con la consecuente muerte o secuelas que la enfermedad implicaba. 

Posteriormente, en 1776, el inglés Eduardo Jenner descubrió que quienes ordeñaban vacas que habían tenido viruela, eran inmunes a la viruela humana. De manera que hizo un bellísimo experimento. Tomó suero de una mujer enferma con viruela de vaca (por eso se llama "vacuna") y lo inoculó en una escara que hizo en el brazo de un niño. El niño desarrolló una viruela leve, y quedó inmune a la viruela humana. Lo más bonito de todo es que tomó el suero del niño y lo aplicó en otros, y descubrió que desarrollaban una leve enfermedad (sin secuelas y sin muerte), quedando inmunes a la viruela humana. 


A partir de entonces, se hizo una campaña mundial, inicialmente ordenada por el rey Carlos IV de España y dirigida por el médico español Javier de Balmis, para vacunar a todo el mundo contra la viruela.  (Ver Real expedición filantrópica de la vacuna contra la viruela). Esta fue la primera campaña mundial de vacunación de la historia, y fue financiada por el gobierno. 


Gracias a la vacuna y a miles de personas que vieron en esta estrategia una forma de combatir la enfermedad, se siguió con la investigación y el desarrollo de mejores vacunas hasta el punto de que la OMS en 1980 declaró que la viruela se había erradicado a nivel mundial. 

Se ha demostrado que la vacunación es la estrategia más costo-efectiva en la lucha contra las enfermedades infecto-contagiosas. Sin embargo a pesar de los avances tecnológicos y educativos en el siglo XXI, aún existen muchas personas que dudan de las vacunas.  

Esta semana me quiero referir al temor que muchas personas tienen frente al vacunación con la de AstraZeneca. 

Para quienes aun dudan de todas las vacunas, debo remitirlos a mi entrada del 2 de noviembre de 2020 en la que explicaba cómo era el proceso de hacer una vacuna y en qué fase se encontraba la investigación en ese momento.  (Vacuna contra el COVID-19)  

Entendiendo que las vacunas son la mejor estrategia, paso al siguiente punto: 

No hay duda de que una de las vacunas más controvertidas ha sido la de AstraZeneca. Se sabe que la vacuna fue suspendida temporalmente en varios países porque se encontró que estaba relacionada con 30 muertes por trombosis luego de su aplicación (en ese momento).

Tengo amigos que por esa noticia se niegan a dejarse aplicar esa vacuna, sin entender que una cosa es la asociación y otra la causalidad. Hasta la fecha, no se ha podido comprobar que la vacuna haya sido la que produjo las trombosis, dado que muchos de los fallecidos tenían riesgo de tener trombosis (aun sin la vacuna). Sí se sabe que la vacuna induce un estado de inflamación (como toda vacuna) que puede empeorar las condiciones pro-trombóticas en los individuos susceptibles. 

Pero la vacuna no es la única que potencialmente podría producir trombosis. Recuerden que hace un año, los medios de comunicación se rasgaban las vestiduras porque el SARS-Cov-2 (COVID-19) estaba produciendo trombosis.  

Ahora miremos con calma los números: 

  • Se sabe que el COVID-19 produce la muerte entre un 2% y un 3% de la población infectada (la mayoría de las muertes son por trombosis o falla ventilatoria). 
  • La vacuna AstraZeneca se asoció con 30 muertes, de un total de 17 millones de vacunados. (según los reportes iniciales)


Asumiendo, en el peor de los casos, que la vacuna sí haya producido esas muertes, eso implica que de cada millón de vacunados, menos de dos personas morirán por trombosis. 

Ahora comparemos: 

  • De cada millón de personas contagiadas por COVID, morirán 20.000 personas. 
  • De cada millón de vacunados con AstraZeneca, morirán menos de dos personas. 

Traslademos esos datos a Colombia. (donde he visto muchos renuentes a la vacuna). 

Imaginemos dos Colombias:  Una con 50 millones de contagiados, y otra con 50 millones de vacunados, y comparemos: 

  • En la Colombia con 50 millones de vacunados, tendremos 90 muertes provocadas por la vacuna.
  • En la Colombia con 50 millones  de contagiados por COVID, tendremos 1 millón de muertos. 

Las cuentas claras...

Alguien decía en estos días, que la culpa de que tantas personas no se quisieran vacunar, la tenían los medios de comunicación. 

Los medios han dado las cifras. Hasta ahí está bien. El daño lo han hecho los "opinadores oficiales" que son ignorantes del tema. Es común escuchar periodistas denigrando de la vacuna sin hacer un análisis juicioso de los beneficios y riesgos, incapaces de ver el asunto en perspectiva. 

La gente "del común" no interpreta las cifras en conjunto y deja que cualquier ignorante en este tema opine e influya en sus decisiones. 

Esto no se trata de un concurso de opiniones. Se trata de tomar los datos y analizarlos bien y sacar conclusiones propias. No podemos dejar que cualquier ignorante nos diga lo que tenemos que pensar. 

La información está disponible, y las cuentas están muy claras. 


Fuentes:  













miércoles, 17 de marzo de 2021

Las Academias de Medicina: conferencia del doctor Mario Melguizo Bermúdez

Los orígenes de las Academias de Medicina

El siguiente video corresponde a la posesión como presidente de la Academia de Medicina de Medellín, del doctor Mario Melguizo Bermúdez durante el periodo 2021-2023.  

En los 30 minutos que dura el video el doctor Melguizo nos cuenta sobre la historia de las Academias de Medicina, desde sus orígenes hasta la época actual.  Una conferencia imperdible. 


Mario Melguizo Bermúdez (Medellín) es médico especializado en Cirugía General. Realizó sus estudios superiores en la Universidad de Antioquia y los de especialización en el Hospital Universitario San Vicente de Paúl (U. de A.). Es cirujano del Hospital Pablo Tobón Uribe y profesor de Cirugía y de Historia de la Medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad Pontificia Bolivariana. Ha desempeñado los cargos de Jefe de Cirugía del Hospital Pablo Tobón Uribe y Jefe de la Oficina de Postgrados de la Facultad de Medicina de la Universidad Pontificia Bolivariana, institución que lo nombró Profesor Titular de Cirugía, Profesor Distinguido y Profesor Emérito.


Fue editor de la Revista Medicina UPB durante más de 25 años y en la actualidad es su Editor Emérito. Editor general de la Revista Música de la ciudad de Medellín. Es miembro fundador de la Sociedad Antioqueña de Historia de la Medicina, miembro de número de la Academia de Medicina de Medellín y forma parte de la Junta Directiva de la Asociación de Endoscopistas de Antioquia (ASENDA), de la cual es miembro fundador. Ha publicado los cuentos infantiles «Quintín» (1987, 1990, 1998), «El bolsillo de los sueños» (1994), «De viaje por la Luna» (2003), «Un chapuzón en el mar» (2008), «Un viaje a la nieves perpetuas (El mundo inscrito)» (2011) y «La isla de la niebla» (2015). Otras publicaciones suyas son «Conversaciones con la música» (2001, 2008), el manual académico «Cómo escribir un artículo científico» (2007), «Cuadernos de un profesor» (2011) y las novelas históricas «Un encuentro con el general José María Córdova» (2012),  «Sea como Zea» (2014) y  «Yo Porfirio» (2018).

miércoles, 10 de marzo de 2021

Un año de estar haciendo pendejadas.

Desde que empezó el pánico mundial por el coronavirus, se empezaron a hacer cosas absurdas, desde limpiar las suelas de los zapatos, hasta tomar dióxido de cloro y beber bebidas muy calientes hasta el punto de quemar la lengua de los aterrados humanos. 

Varios amigos acostumbraban lavar meticulosamente las bolsas de supermercado con agua con cloro, antes de desempacar sus productos y miraban extrañados, cómo yo, médico y epidemiólogo, me atrevía a decirles que bastaba con que se lavaran las manos luego de manipularlas. A menos que acostumbraran lamer las bolsas plásticas en las que transportaran los productos o se chuparan los dedos, dicha práctica era un desperdicio de tiempo.

También vi personas en trajes de astronauta, andando por ahí, como si un gas mortífero estuviera presente en el aire.   

Trabajo en un lugar donde cada media hora pasaba un hombre con un aspersor, "fumigando" todos los zócalos.  Jamás vi un visitante o algún empleado arrodillado lamiendo los zócalos, pero la encargada de vigilar que se cumplieran "las normas de protección" me quería fulminar con la mirada cada que le preguntaba por qué se malgastaba los recursos en dicha tarea, sabiendo que el virus se transmitía por vía aérea o ingresaba por  la nariz o la boca luego de tocar una superficie contaminada. 

Afortunadamente, ya el funcionario no pasa cada hora. Lo tienen asperjando tres veces al día. Hasta ahora no he encontrado a ninguna persona arrodillada lamiendo el piso, pero me cansé de hablar para que lo destinen a cosas más necesarias. 

Por eso en esta ocasión les traigo un resumen de lo que luego de un año, se ha demostrado que sirve para reducir el riesgo de contagio. 

Si no quieren ver el video  se los pongo más fácil:  

  • lavado de manos,
  • uso de mascarilla,
  • distanciamiento social


A veces lo verdaderamente importante es lo sencillo. Aprendamos a simplificar

Por cierto, poner porteros y vigilantes al ingreso de los lugares públicos con un termómetro en la mano y te digan que tienes la temperatura más baja que la de un cadáver, tampoco sirve de nada. Sobre todo porque muchos no saben usar el termómetro o sus equipos están descalibrados, y fácilmente se les colaría una persona con fiebre. 

De manera que aprendamos de esta pandemia:

Simplifiquemos: 
  • Lávense las manos frecuentemente, 
  • Mantengan el distanciamiento 
  • y utilicen bien la mascarilla. 
¡Cuídense y cuiden a los demás!   







miércoles, 13 de enero de 2021

Imagina un mundo sin contagios

Imagina un microbio que produce una enfermedad que solo le da a los humanos.


Ahora imagina que únicamente se puede transmitir entre ellos a través del contacto físico o el contacto con sus secreciones.


Supongamos que se trata de un microbio que no puede vivir por fuera del cuerpo humano, y si lo estuviera, se moriría con la luz solar, el calor, el lavado con jabón o si le rociaran alcohol.

Cualquier microbio que quedara en un pasamanos o en el botón de un ascensor, moriría en menos de 48 horas, a menos que alguien lo tocara y lo introdujera a su cuerpo.


Imagina además que el microbio solo puede sobrevivir en las personas dos semanas y luego desaparece. Si por algún descuido se pasa a otra persona vivirá otros catorce días y desaparecerá a menos que encuentre otra persona a quien pasarse. Y lo mejor, si ya te dio, quedas inmune por algún tiempo.


Y entonces, a ti se te ocurre una maravillosa idea para salvar al mundo: Si el bicho solo puede vivir dentro de las personas y desaparece solo al cabo de 15 días, ¿Qué pasaría si el microbio no encuentra a nadie más para contagiar? ¿Qué ocurriría si los vecinos del lado estuvieran enfermos pero ninguno saliera de su casa al menos por un mes? Si tu tampoco los visitaras, tampoco tendrían forma de pasarte el microbio a ti.


Esa idea maravillosa que tuviste podría erradicar enfermedades como el Covid-19, la papera (parotiditis), el sarampión, el resfriado común y muchas otras más.

Si alguno de estos microbios no encontrara a nadie para infectar, el microbio desaparecerá por completo de la faz de la tierra al aliviarse el último humano que enfermó.  

Solo hay un problema: La gente no es tan inteligente como tú, y buscarán la forma de hacer trampa para no quedarse en casa.



Es una lástima. 

Hace algunos meses tuvimos la oportunidad de erradicar muchas enfermedades y la perdimos, solo porque algunos no quisieron colaborar. 

Es una lástima que no todas las personas sean tan inteligentes como tú.

miércoles, 2 de diciembre de 2020

Vacuna contra el COVID-19

Advertencia: esta nota fue escrita a finales de noviembre de 2020. El análisis presentado inicialmente se basaba en la información disponible en el momento.   Se sugiere leer hasta el final, dado que se han cambiado conceptos a raíz de  nuevas evidencias.  La ciencia cambia, y la opiniones de quien se fundamenta en la ciencia, deben cambiar a medida de que surjan nuevas evidencias.  

__________

Varios amigos me han preguntado por mi opinión sobre la vacuna para el COVID-19. Mi respuesta requiere de varias explicaciones, por lo que pido excusas por la extensión de mi blog de esta semana. 

1. ¿Que es una vacuna?  Una vacuna es una sustancia que administrada a un organismo,  produce en éste una respuesta inmune (respuesta de defensa) ante un germen o enfermedad determinada. Es decir, previene el desarrollo de una enfermedad. No es un tratamiento, puesto que no se administra para combatir una que ya se adquirió.  Tampoco es un antídoto luego de haber ingerido un veneno.  Una vacuna es una sustancia que induce la producción de defensas en un organismo con el fin de que cuando éste entre en contacto con un germen en un momento posterior, pueda defenderse, antes de que se genere al enfermedad.

2. Recomiendo el uso de vacunas (en general)?  Claro que sí.  La especie humana ha crecido exponencialmente gracias a que muchas enfermedades de han evitado a través de la vacunación. Cuando era estudiante de Medicina, en Colombia, de cada 1000 niños que nacían, 57 morían a causa de enfermedades que podrían ser prevenibles. Actualmente al cifra se acerca a cero.  En la edad media, la viruela mató cerca de una cuarta parte de la población del mundo.  En 1980 la OMS declaró erradicada la viruela gracias a visionarios como Edward Jenner, Francisco Javier Balmis, Isabel Cendales, Joseph Salvati, y tantos otros que nos dieron la posibilidad de evitar la enfermedad con la vacunación masiva.  Si no fuera por las vacunas, con los actuales medios de trasporte, un brote de viruela se hubiera convertido en una pandemia en cuestión de semanas. A diferencia del COVID  donde la mortalidad es baja, la alta letalidad de la viruela hubiera acabado con una tercera parte de la raza humana probablemente en cuestión de meses. 

3. ¿Cómo es el proceso para hacer una vacuna segura?  Cualquier medicamento o vacuna demora varios años para salir al mercado. Con la vacuna del COVID se ha pretendido recortar una investigación de 10 o 20 años en solo unos meses.  A continuación explico las fases que debe cumplir una vacuna para considerarse eficaz y segura: 

Fase 0. Experimentación en animales   Se inicia con animales para verificar que no haya daños a la salud y se hace seguimiento por varios meses o años. Recientemente los noticieros dijeron que la vacuna contra el COVID era efectiva entre los macacos. Realmente no es que fuera efectiva. Tan solo se demostró que era segura en estos animales. En este aspecto, las diferentes  vacunas contra el COVID-19 han demostrado ser seguras para los animales a los que se les ha administrado, al menos durante los meses de seguimiento desde su inoculación. En esta fase de investigación a veces se usan humanos pero generalmente son grupos menores de 15 personas y se usan dosis mínimas. 

Fase I. Voluntarios sanos. (grupos pequeños)  Los medicamentos o vacunas se ensayan en unos pocos sujetos sanos (10 o 15 personas) para verificar que no hacen daño a los humanos. Se escogen personas completamente sanas y que tengan hábitos saludables. Se excluye cualquier persona que tenga condiciones que  puedan presentar síntomas de otra índole y que puedan generar confusión con el medicamento o vacuna que se está estudiando. Se incrementan las dosis, pero básicamente se revisa que no produzcan daño. Por lo general en estos estudios no se puede comprobar la eficacia de un medicamento o vacuna. Su objetivo es mirar cuál dosis es la mejor sin producir daño. No se administra placebo. 

Fase II. voluntarios sanos.  Se amplía el número de participantes (generalmente entre  500 a 1000 personas, y casi siempre de la misma  región geográfica)  y se hace seguimiento para ver que el medicamento o vacuna sea seguro. Esta fase dura varios meses.

Fase 3. Grupos grandes de voluntarios de diversos lugares .  Se escogen voluntarios sanos en un número mayor y tratando de cubrir la mayor cantidad posible de variaciones raciales y geográficas. Es decir, negros y blancos, latinos, o asiáticos,  jóvenes y adultos de distintos países. En estos estudios se suele comparar la efectividad de la sustancia contra un placebo. Es decir, a unos se les pone el medicamento o vacuna de estudio y a otros se les administra un placebo sin efecto, para establecer si hay beneficio adicional con el medicamento frente a quienes no recibieron una sustancia activa. Además, al incluir a mayor cantidad de personas, se puede determinar si el efecto es igual en un ejecutivo de Londres, que en un campesino de Uganda que vive en condiciones diferentes.  Mientras más diversa sea la población estudiada, mayor extrapolación se puede hacer con la población general.  En la actualidad la mayoría de las vacunas contra el COVID están en esta fase y solo se llevan pocos meses de seguimiento. Los sujetos de estudio están entre los 18 y 54 años (en promedio).  Se excluyen mujeres embarazadas, ancianos, niños, por razones éticas). Se trata de escoger personas relativamente sanas. Cualquier persona con una enfermedad  ―una epilepsia, por ejemplo―, debería ser excluida del estudio, dado que si después de administrar una vacuna, el paciente tiene una convulsión, generaría una alerta y un dato confuso:  ¿Esta convulsionando por su patología de base, o acaso es por la vacuna?  Generalmente estos estudios fase III pueden demorar entre dos y cinco años antes de que los organismos regulatorios permitan su comercialización. (FDA, EMA, INVIMA)

Fase IV. población general  Cuando un medicamento ha sido aprobado para determinada condición, se pasa a los estudios fase IV. En ellos se da el medicamento o vacuna a la población general (aquí participan personas no necesariamente sanas) y se establece un seguimiento a largo plazo. En esta fase también se hace seguimiento. Algunos medicamentos ya aprobados pueden ser retirados del mercado porque se demuestra que producían cáncer, o aumentaban el colesterol, favorecían infartos, producían arritmias o interactuaban con otros medicamentos poniendo en peligro a las personas. Es frecuente que los medios de comunicación estén informando de medicamentos que son retirados por dichas causas. También en estos estudios, como se involucran mayor número de personas y con otras condiciones, se suele encontrar nuevos usos del medicamento. Por ejemplo, el minoxidil que se usa para evitar la caída del pelo fue un medicamento antihipertensivo al que en durante su investigación se descubrió tener efecto capilar.  El viagra (Sildenafilo) se empezó a usar en la disfunción eréctil a partir de que en los estudios fase III y IV los pacientes que lo usaban como vasodilatador, reportaron erecciones mayores y más prolongadas. 


4. Entonces,  ¿sí o no a la vacuna del COVID-19?

Hasta el 20 de noviembre la investigación de la vacuna del Covid se encontraba en fase III en la mayoría de los estudios. Se había demostrado seguridad en macacos (micos).  Se demostró seguridad (hasta ahora) en sujetos sanos (en fase I, fase II y fase III), al menos desde que se puso la primera dosis hasta hoy. (este articulo fue originalmente escrito en noviembre de 2020)

Se requiere que muchos individuos participen en los estudios fase III (estudios actuales). La mayoría de estos individuos se pueden beneficiar de la vacuna posiblemente no contagiándose de COVID si se exponen al virus.  Muy probablemente no tendrán efectos adversos, pero no se puede asegurar si a largo plazo puedan aparecer nuevos efectos hasta que no se tengan años de seguimiento, pues solo se cuenta con unos pocos meses desde la primera aplicación experimental. 

No existen estudios publicados en población general (niños, embarazadas, ancianos, o personas con comorbilidades ―enfermedades asociadas) que puedan dar certeza de que la vacuna es segura para absolutamente toda la población a largo plazo, es decir a mas de 10 meses de seguimiento.  (este artículo fue escrito en noviembre de 2020) 

Mi recomendación es que si desea vacunarse, acuda a un centro de investigación de su lugar de residencia y se informe. Lo evaluarán como candidato, le darán una información completa y le harán firmar un consentimiento informado donde se explicarán y advertirán los posibles riesgos de la vacuna, afortunadamente mínimos, y los beneficios de prevenir un COVID. Como sujeto de estudio usted contribuirá con el conocimiento científico y para ello, deberá compartir con el grupo investigador la información sobre su condición de salud durante un tiempo de seguimiento. 

Hasta la fecha, (30 de noviembre de 2020)  los reportes preliminares muestran que la vacuna es muy segura y a nivel individual es beneficioso vacunarse, pero a nivel poblacional aún no se puede recomendar la vacuna hasta no tener mayores datos y muchos meses de seguimiento. 

En conclusión, considero, a noviembre de 2020, que ninguna de las vacunas tiene  la  suficiente información disponible para sea administrada en campañas masivas de vacunación en los próximos meses. Posiblemente la información completa sólo estará disponible dentro de unos años. (Nota posterior. En enero de 2021 ya había suficiente información para poder afirmar que la vacuna es segura): 

Sin embargo a nivel individual, si usted considera que está en un alto riesgo de sufrir un COVID y presentar una complicación, tal vez se beneficie de ponerse la vacuna sin esperar los años de investigación que la ciencia recomienda antes de aprobar un producto para uso general. 


Lecturas recomendadas: 


Nota final. 
Este artículo fue escrito el 30 de noviembre de 2020. El 01 de diciembre los medios de comunicación informaron que se iniciarán campañas masivas de vacunación en los próximos meses. En Reino Unido, la vacuna de Pfizer se empezará a administrar en pocos dias. 

En mi opinión, cualquier persona que participe en esas campañas, debería ser informada a cabalidad de los riesgos de una vacuna en estos pocos meses de seguimiento, y debería ser invitada a firmar un documento, (consentimiento informado) donde voluntariamente, luego de recibir información completa, asuma los riesgos y efectos futuros, no detectados aún, de la nueva vacuna. (que posiblemente sean muy pocos).

En otras palabras, la vacunación propuesta para inicios del 2021 debería ofrecerse como si se tratara de una fase IV de investigación: (consentimiento informado, vigilancia estricta de los vacunados, reporte y seguimiento de los posibles efectos adversos,  etc.), y no como una vacunación con un producto completamente estudiado hasta no transcurrir al menos dos años desde su desarrollo.  

Sin embargo, mi recomendación es vacunarse. Hasta ahora  se sabe que los riesgos de sufrir un efecto adverso serio con la vacuna es infinitamente inferior al riesgo de infectarse con COVID-19 y de sufrir una complicación mayor o incluso la muerte. 

Actualización enero 12 de 2021

Quiero compartirles este video, de Juliana González Tobón,  investigadora colombiana, quien explica en forma sencilla en que consisten estas vacunas y los verdaderos riesgos. 



Actualización enero 25 de 2021 

Mucha gente se queja de que los médicos cambiamos frecuentemente de opinión.  Esa es una característica de la ciencia:  Está en permanente renovación (esa es la diferencia fundamental con la religión, que es inmutable). 

A finales de Enero de 2021, se han vacunado miles de personas, teniendo una muestra bastante representativa de diversos países, etnias, culturas. Llegado a este punto, debo recomendar la vacuna para toda la población adulta. Conociendo las consecuencias de continuar con la tasa de contagios generada en el inicio de este año, sería una irresponsabilidad no vacunarse. 

miércoles, 14 de octubre de 2020

Lo que los estudios dicen

En el siglo III antes de Cristo, Aristóteles afirmaba algo y no tenía que citar sus fuentes para ser tenido en cuenta.

Newton al formular su Philosophiæ Naturalis Principia Mathematica, no enfrentó el problema de tener que poner todas las referencias bibliográficas que sustentaban sus afirmaciones. 

Actualmente cualesquier trabajo de investigación o cualquier tesis, debe tener cientos de referencias comprobadas y verificables para poder afirmar algo. Si no las tuviera, carecería de rigor científico.

Somos una sociedad a la que le gusta que toda afirmación sea sustentada por "Estudios científicos". 

Solemos creer cualquier cosa que nos digan, siempre y cuando nos aseguren que hay estudios que lo demuestran. Muy pocos se tomarán el trabajo de verificarlos.

Basta con decir que hay estudios clínicos que comprueban la eficacia de una crema antienvejecimiento, para que cientos de incautos la compren.  Un titular que comience diciendo: "La ciencia ha demostrado que...", hace que la gente crea a pie juntillas lo que sigue a continuación. 

Pero está demostrado que no siempre lo que dicen los estudios es lo correcto y no todos los estudios son reales. 

A continuación les traigo una conferencia muy especial dictada en Bariloche, Argentina, en septiembre de 2019 y que nos ilustra sobre el tema.


Si no puedes ver el video, copia este enlace 


Hasta la próxima semana. 


Aclaración: 

John Millburg, sociólogo y filósofo estadounidense, es en realidad Manuel Gutiérrez Arana, Licenciado en Comunicación Social, actor y comediante. Trabajó como guionista y columnista en Radio Rivadavia, Radio Cultura de Buenos Aires y Radio O de Bariloche. Tiene "el vicio de analizar todo por demás, se estresa, la pasa mal y luego relaja en las aguas del humor, el salvavidas que lo rescata siempre de sus propias marañas".


Fuente:  TEDX Bariloche

miércoles, 16 de septiembre de 2020

Jeanne Baret, la primera mujer en dar la vuelta al mundo

Siempre nos han hablado del primer hombre en pisar la luna, el primero en descubrir América o llegar al polo sur;  se nos ha enseñado que Juan Sebastián Elcano fue el primero en dar la vuelta al mundo, pero nadie (muy pocos) conocen la historia de la primer mujer en dar la vuelta al mundo. 

Pues bien, hoy les quiero hablar de Jeanne Baret (también conocida como Jeanne Barret o Jean Baré).  Esta mujer francesa, nacida el 27 de julio de 1740 fue la primera mujer que registra la historia, en dar la vuelta al mundo. 


Su proeza la hizo  con la expedición del militar y explorador Louis Antoine de  Bougainville en los barcos Boudeuse y Étoile entre los años 1766 a 1769. Jeanne Baret era una gran estudiosa de la Botánica.  Debido a los mitos existentes frente a mujeres tripulantes de barcos, se hizo pasar por un hombre  (haciéndose llamar Jean Baret) y se alistó como asistente del botánico y naturalista Philibert Commerson, un caso de suplantación de género muy parecido al de James Barry, la primera mujer cirujano que se hizo pasar por hombre

Jeanne Baret, 
vestida de marinero, 
según un retrato de 1817, 
posterior a su muerte.
Durante las expediciones, Jeanne Baret estuvo ayudando a Commerson a recolectar y clasificar especímenes. En algunos textos se menciona que era ella quien hacía el trabajo físico, ante las limitaciones físicas que tenía el naturalista. 

Nadie sabe como una mujer, huérfana y de una provincia pobre en Francia (Borgoña), tuvo acceso al conocimiento y educación, pero se tiene evidencia de que Jeanne no era analfabeta. Tal parece que cuando embarcó en 1766 ya sabía escribir.  En 1768 fue descubierto su verdadero sexo, por lo que fue obligada a desembarcar en la Isla Mauricio, junto con Commerson.  Allí se empleó como su ama de llaves. 

Su relación con Commerson continuó hasta la muerte de éste.  Incluso se cree que a pesar de que el naturalista estaba casado, Jeanne Barret tuvo un hijo de Commerson.  A la muerte de Commerson, éste le legó parte de su herencia. 

El aporte a las ciencias de Jeanne Barret es impresionte. Junto con Commerson recogieron mas de seis mil muestras de especies vegetales de diversos lugares del mundo: Brasil, la patagonia, el estrecho de Magallanes, Tahití, las islas de Madagascar y Mauricio, entre otras. Jeanne Baret describió la primera enredadera a la cual llamó Bougainvillea, en honor al comandante de la expedición. 


Luis XVI, rey de Francia reconoció sus méritos como asistente del botánico, la felicitó describiéndola como una "mujer extraordinaria" y dejándole una renta vitalicia. 

Jeanne Baret murió en Saint-Aulaye el 5 de agosto de 1807, a la edad de 67 años


Lectura recomendada:  James Barry, la primera mujer cirujano que se hizo pasar por hombre 

Nota final:  Acabo de caer en la cuenta de la similitud no solo de las historias, sino tambien de los nombres:  James Barry y Jeanne Barret.   Curioso, ¿no?

miércoles, 19 de agosto de 2020

Johannes Mikulicz, el inventor del tapabocas

Cuando cursaba el séptimo semestre de medicina, conocí una extraña enfermedad denominada Síndrome de Mikulicz en honor al médico que la había descrito. Consistía en un crecimiento anormal de la glándulas salivares y lacrimales dando al enfermo la apariencia de un hurón. 

Si bien he visto muy pocas personas con Síndrome de Mikulicz, (casi todas asociadas a otra enfermedad poco frecuente llamada Síndrome de Sjögren), jamás olvidaré a mi profesor Rodrigo Ramirez, hipertrofiando sus carrillos, tratando de asemejar una persona con dicha condición.  

Tampoco olvidaré el nombre tan extraño (Mikulicz) que me fue tan difícil de encontrar entre los libros, en una época en que no existía el internet y en la que cualquier consulta implicaba invertir horas revisando ficheros y buscando en estanterías empolvadas sin poder encontrar la información requerida. 

Las pocas veces que he hecho ese diagnóstico, mis colegas me miran inicialmente como un bicho raro, y  posteriormente con respeto, dado que muy pocos recuerdan haber estudiado dicho síndrome. Tal vez mi pasión por la historia de la medicina me concedió una ventaja al intentar averiguar quien era el tal Mikulicz. 

Pues bien, el doctor Johannes Von Mikulicz-Radecki (o Jan Mikulicz, en polaco), ha pasado casi desapercibido para el mundo, y es una verdadera injusticia. Tal vez ha  sido una de las personas que más vidas ha salvado desde hace más de 123 años en especial durante las épocas de epidemias y pandemias respiratorias.  

En el año 1897, luego de que se comprobara la teoría de la trasmisión aérea de las enfermedades a través de microgotas que salían de las personas infectadas al hablar, estornudar o toser, el médico Johhannes Freidherr von Mikulicz-Radecki, propuso usar una mascarilla facial hecha de varias capas de gasa cubriendo la nariz y la boca para evitar la transmisión de enfermedades con las microgotas que contenían los gérmenes infeciosos. 


Hubo que esperar treinta años para que el uso de estas mascarillas o tapabocas se impusieran en los ambientes hospitalarios y en áreas quirúrgicas. 

Pero el doctor Jan Mikulicz no solo hizo sus aportes con el síndrome que lleva su nombre o inventando las mascarillas. Hizo además innovaciones importantes en diversas técnicas quirúrgicas, en especial en cirugía digestiva y cáncer.  Fue el primero en suturar una úlcera péptica perforada (1885), reparar un esófago (1886), o remover un tumor maligno del colon (1903)


Jan Mikulicz-Radecki
1850-1905

Popularizó los métodos de Lister (asepsia y antisepsia en las salas de cirugía). No solo propuso utilizar la mascarilla quirúrgica en los quirófanos, sino que también fue el primero en usar guantes durante una cirugía. 



Utilización del tapabocas
durante la pandemia de 1918

Para hacernos sentir aún mas inútiles a los médicos contemporáneos, Mikulicz combinaba la medicina con la música. Se sabe que fue un talentoso pianista aficionado y que cultivó una amistad con Johannes Brahms. 


Jan Van Mikulicz-Radecki  nació en Polonia en 1850 y murió en Alemania en 1905. 


¡Gracias doctor Mikulicz! 


A continuación un video de la UPB donde se le rinde los créditos por tan magnífica idea. 



Hasta la próxima semana