Eso me puso a reflexionar. Las personas tienden a creer que un hecho específico es prueba de algo (en otras palabras, "que una golondrina sí hace verano"). La persona que envió el artículo, tiene un alto nivel educativo. Es un profesional universitario que ha tenido acceso al conocimiento y tiene mayores elementos de análisis frente a la información que se da en los medios de comunicación. Por esa razón el compañero consultaba su concepto a uno de los colegas del grupo que es experto en enfermedades del sistema nervioso. Aunque reprodujo el artículo y envió un resumen, tuvo la precaución de asesorarse de los expertos. La mayoría de la gente "tragaría entero".
Hasta ahora el experto en neurociencias no ha contestado el chat.
Dado que no me hizo la pregunta a mí, decidí no responder en el chat. Sin embargo, como médico e investigador, vi un buen tema para esta semana.
Como especialista en epidemiología debo aclarar que el hecho de que un periódico publique que una mujer con Alzheimer, comiendo una dieta de verduras, chocolate y nueces, se haya curado de una enfermedad neurológica degenerativa, no es prueba de nada. En primer lugar, porque no hay una certeza de que la paciente del artículo realmente hubiera sufrido de Alzheimer. Segundo, porque no hay certeza de que la dieta era lo único que estaba recibiendo, ni de que realmente hubiera sido la dieta la que produjo la mejoría (no se confirmó la causalidad). Por último, no hay ninguna prueba de que verdaderamente hubiera sido curada. El artículo no describe cual médico ni por medio de qué pruebas confirmó la cura. Incluso no hay prueba de que la persona del artículo realmente exista. El artículo es una noticia amarillista y carece de toda rigurosidad de una publicación científica.
La ciencia médica trabaja con el método científico. Es decir, se hace una observación, se genera una hipótesis, se hace un experimento para comprobarlo y luego, si este experimento siempre tiene resultados consistentes se saca una teoría. Un solo caso no sirve para extrapolar conclusiones.
Además, generar conocimiento no es tan sencillo. Dicho experimento debe ser hecho en adultos de diferentes culturas y etnias para probar que realmente funciona. Algunos pacientes deben recibir la dieta habitual y otros la especial, para poder comparar cual dieta es mejor. Debe tener un sistema de evaluación objetiva por una persona que desconozca el tipo de dieta que recibe cada paciente para que no haya sesgos. La dieta "especial" y la dieta usual deben ser administradas a personas con Alzheimer en forma aleatoria para evitar que se le dé la dieta "especial" solo a aquellas personas con menor grado de Alzheimer o mayor probabilidad de recuperarse.
En otras palabras, hay que diseñar un buen experimento y repetirlo en muchos sujetos, eliminando la probabilidad de sesgo, para poder confirmar una hipótesis.
La simple observación de un hecho no es suficiente prueba para establecer que un tratamiento es efectivo.
Recuerdo que hace muchos años un hombre que limpiaba las ventanas de un piso 11 perdió el equilibrio y cayó desde esa altura. Lo recibí en urgencias. Suturé sus heridas y lo dejé en observación. Al día siguiente continuaba bien. Haría yo mal en sacar la conclusión de que caer de un undécimo piso no produce la muerte. Un caso aislado no es suficiente para sacar conclusiones.
En el tema del Alzheimer que compartía mi amigo, no hay ningún estudio metodológicamente bien diseñado que demuestre que hay curación de la enfermedad con la dieta que mencionó dicha publicación.
Si la historia de Sylvia Hatzer es cierta o no, es irrelevante. Desde el punto de vista científico no puede sacarse ninguna conclusión académica de esa noticia, excepto que hay mucha gente que traga entero y que nos gusta creer en lo milagroso.
Hace muchos años se creía que el acceso a la información nos volvería más inteligentes, que el internet nos volvería genios. Lamentablemente no es así. Nuestro cerebro no funciona con base en la evidencia sino con base en las creencias. (Ver Los atajos de la mente y los sesgos cognitivos).
Para la mayoría de los humanos es más fácil creer en todo lo que tenga tintes pseudocientíficos que utilizar el raciocinio para analizar las noticias que recibimos. Por eso creemos en tanta cosa que se publica en las redes.
Si queremos que nuestra especie prospere debemos entender que la ciencia requiere observación, análisis y comprobación. Que no todo lo que le sucede a una persona es suficiente para sacar conclusiones definitivas. Que, si alguien se ganó la lotería luego de encender una vela a un santo, es una casualidad y que no hay causalidad entre la vela y obtener el premio. Que, si alguien se tomó un analgésico y se le durmió el brazo, no quiere decir que los analgésicos, produzcan ese síntoma. Y en el caso planteado al principio, que si una persona comió una dieta especial por varios años y (realmente) se curó del Alzheimer, no significa que hay un nexo de causalidad en ello. Primero hay que demostrarlo de forma científica replicando el experimento hasta que no haya dudas.
En otras palabras, hay que aprender lo que nuestros abuelos enseñaban: que una golondrina no hace verano.
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Sería ingrata si decidiera no compartir nuestra experiencia de éxito con ZOMO, nací como cuidadora, por lo que me resulta difícil ver mis propias necesidades por separado de las necesidades de mi papá. La mayoría de los pacientes solo necesitan que alguien los abrace y les diga que no valen la pena, el tratamiento que probé no solo funcionó, sino que creo que lo curó.
ResponderBorrarFue diagnosticado en 2011. Llevé a papá al médico de cabecera después de notar que se había vuelto cada vez más olvidadizo y vago. La clara señal de que algo estaba mal vino cuando condujo su auto a las tiendas locales (a cinco minutos en auto), compró sus compras, luego caminó de regreso a casa, olvidando que el automóvil estaba estacionado afuera de la tienda. Al día siguiente me llamó para decirme que me habían robado el coche. No tenía ningún recuerdo de dejarlo atrás. Después de una semana comenzó a repetirse y hacer las mismas preguntas. Lucharía por recordar conversaciones que solo habían ocurrido cinco minutos antes.
Su situación era muy complicada. Entiendo cómo se siente una hija y una vez cuidadora, la pérdida de memoria es mucho más complicada. Muchos se han visto condicionados a pensar que la medicina tradicional no ha encontrado una cura para una enfermedad. ZOMO ha desafiado este tren de mi pensamiento. Cuando estaba enfermo, fue una tragedia, lo soporté, me quebranté, supe dificultades, me perdí. Pero aquí estoy y puedo decirte inequívocamente que mi papá está curado. Esos de nosotros que hemos sido quebrantados entendemos el significado de la pérdida de memoria. Cuando miro el pasado y empiezo a escribir esto, las lágrimas de alegría me abruman. Me doy cuenta de que cada vez que pensaba que me rechazaban por algo bueno, en realidad me estaban redirigiendo a algo mejor. Fue uno de mis trabajos más difíciles y en el que vertí mi corazón y mi alma diariamente. Teniendo en cuenta lo bien que mi papá progresó en ese espacio de tiempo y ahora. No hay más síntomas de pérdida de memoria por más de 6 meses ahora. La cosa es que me da paz cuando papá está bien cuidado: cuando está feliz, yo estoy feliz. En este momento, todo se trata de él ... Siempre entro en su mundo para que podamos manejar la vida juntos. Nos levantamos cada mañana con una sonrisa y esperamos con ansias lo que nos traerá el nuevo día. Póngase en contacto con él en charantova@gmail.com
Respetada anónima. Gracias por comprobar mi punto: Las personas no usan la ciencia y prefieren creen en las casualidades que en las causalidades. Fuiste un ejemplo perfecto.
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