"SOMOS ENANOS EN HOMBROS DE GIGANTES" (Bernardo de Chartres - S. XII)

miércoles, 28 de julio de 2021

¿Todo tiempo pasado fue mejor?

¿Es cierto que todo tiempo pasado fue mejor?

Hace poco un amigo escribió un artículo en el que mencionaba que estábamos pasando por la peor crisis de la humanidad en los últimos 100 años. Me permití recordarle la segunda guerra mundial, la crisis de los misiles en Cuba, el advenimiento del SIDA ⎼que se creyó en su momento que acabaría con la humanidad⎼, el ébola, el SARS, la fiebre del Nilo, la AH1N1, la destrucción de la capa de ozono, la guerra fría y la amenaza de una destrucción nuclear masiva que tuvo al planeta en vilo por más de tres décadas.

Olvidamos nuestras crisis del pasado, porque las hemos superado, y magnificamos las que tenemos entre manos. Somos una especie apocalíptica que tiende a creer que nuestro problema actual es el peor, de la misma forma  que un hombre, hastiado de su novia, se queja de ella sin recordar las razones por las que dejó a la anterior.

A continuación les comparto una conferencia de Steven Pinker, que nos muestra con números y cifras cómo está nuestro mundo actual en comparación con el pasado. En la actualidad hay menos pobreza, menos analfabetismo, menos violencia, menos guerras y menos muertes que antes.  Pero los medios de comunicación y nuestros líderes hacen todo lo posible para hacernos creer lo contrario para poder manipularnos. 

Mis agradecimientos a la doctora Manuela Restrepo, quien me habló de esta charla.



Steven Pinker
es un psicólogo experimental, científico cognitivo, lingüista, escritor canadiense, y profesor en Harvard. Es conocido por su defensa de la psicología evolucionista y de la teoría computacional de la mente. Tiene varios libros relacionados con el lenguaje y el funcionamiento de los pensamientos. El más famoso es La tabla rasa. Otros de sus libros son: El instinto del lenguaje, Cómo funciona la mente, En defensa de la ilustración, El mundo de las palabras, Palabras y reglas, y Los ángeles que llevamos dentro
 

Si quieren conocer más sobre el tema los invito a visitar otras entradas de mi blog

miércoles, 21 de julio de 2021

Racismo e intolerancia

El otro dia íbamos en un vehículo, y al llegar a un semáforo en rojo vimos en la esquina a tres personas de color que miraban la señal, como si dudaran, mientras los demás atravesaban la calle sin problemas. 

Cuando el semáforo se puso en verde (para los vehículos), los tres hombres pasaron la calle corriendo, salvándose por poco, de ser atropellados. 

-Esos tres negros se va a hacer pisar- dije, en un comentario suelto. 

Entonces me cayeron encima las personas que iban conmigo:  

-¡Racista!

-¿Quién?

-¡Pues usted!  ¡Racista! ¡intolerante!  - me espetó una joven que iba en el carro

-¿Racista? ¿Intolerante?   ¿Yo? ¿por qué?

-Por la forma en que se refirió a ellos 

Los demás parecían estar de acuerdo con la acusación que se me hacía. Negaban con la cabeza como si desaprobaran mi comentario. 


¡No lo podía creer!  Me estaban llamando racista e intolerante por haber dicho que esos tres habían sido imprudentes. 


¿Hasta donde hemos llegado, que acomodamos el mundo a lo que creemos? ¿Qué ha pasado, que todos últimamente se creen con el derecho de juzgar a los demás y autoproclamarse defensores de unas supuestas minorías que hay que defender?  

Jamás me he considerado ni racista, ni intolerante, y se los hice saber: 

-A ver, señorita: No soy racista, ni mucho menos intolerante. Como la mayoría de los humanos sensatos, tiendo a referirme a las cosas por sus atributos evidentes. Si hubiera sido una anciana, hubiera dicho "esa anciana", si hubieran sido tres "monos" (como le decimos en Colombia a los rubios) hubiera dicho que esos "monos" habían sido imprudentes al cruzar la calle así. Si hubieran sido tres niños, hubiera dicho que esos niños se iban a hacer pisar. Como fueron tres negros, dije que esos negros se iban a dejar pisar. 

Cuando se describen las cosas por sus características físicas, no necesariamente queda implícito algún juicio moral:  Los altos son altos; los bajos, bajos;  los gordos, gordos y los flacos, flacos. Los blancos son blancos y los negros son negros.   

Al referirme a los tres negros que se abalanzaron hacia los carros en el momento en que no debían, no estaba lanzando ningún juicio racista. Estaba describiendo la principal característica física que esos tres hombres tenían en común, y que los distinguía del resto de los transeúntes. 

Mi frase no estableció juicios de valor sobre el color de su piel. Sería ridículo tener que buscar alguna otra característica menos visible para describir a tres únicos hombres negros entre una multitud de blancos.  

Ahora, si te molestaste cuando dije "negro" es porque eres tú quien cree que la palabra "negro" es un insulto. No te hubieras enfadado si yo hubiera dicho: esos tres monos se van a hacer pisar, o esas tres ancianas, o esos tres niños. Te enfadó la palabra "negro" porque consideras, en tu cabeza retorcida, que decir "negro" es un insulto.

No solo eres incapaz de reconocer las principales características físicas de una persona, sino que también desconoces que para muchos negros, es un orgullo tener ese color de piel. 

Tu eres quien estableció un juicio de valor para ese color de piel y los catalogaste por debajo de otro color, asumiendo que yo también lo hacía. Para mi fueron tres negros cruzando la calle y están en la misma categoría que decir tres blancos, tres monos, tres ancianos, tres gordos o tres flacos. 

Tú fuiste la que los catalogaste despectivamente por su color de piel. Tú eres la que usa la palabra "negro" como si fuera un insulto, y te crees moralmente superior por que te abstienes de usarla. 

Permíteme decirte que la racista e intolerante, eres tú. 





miércoles, 14 de julio de 2021

Exorcismo. Cuento

Hace unos meses, la editorial Libros para Pensar, se dio a la tarea de buscar escritores de muchos rincones de Colombia, que quisieran participar en una antología de cuentos.  

De ahí surgió el libro ESO ES... PURO CUENTO

De dicha antología, les comparto uno de mis cuentos publicados: Exorcismo. Espero que sea de su agrado. 

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EXORCISMO


María de la Trinidad ya había sido llevada donde médicos, psicólogos, y psiquiatras debido a su extraño comportamiento. Inicialmente se había pensado que sus cambios eran atribuibles a la adolescencia; se sospechó consumo de drogas, epilepsia o enfermedades psiquiátricas, hasta que un sacerdote amigo planteó la posibilidad de que la joven estuviera poseída por una entidad demoníaca. Eso explicaría por qué tenía actitudes autodestructivas, cambiaba la voz y la mirada, y hablaba en lenguas desconocidas en medio de sus ataques.

Desde el mismo Vaticano comisionaron al padre Cendales, quien llegó de España, a celebrar un rito de exorcismo. Contó con la ayuda del padre Arnulfo, párroco de la iglesia cercana, y amigo de la familia, y de un pequeño grupo de monjas de una comunidad religiosa local.

Los que estuvieron en el exorcismo, describen que fue aterradora la forma como aquel demonio, que dijo llamarse Abnascelón, luchó contra las fuerzas del bien, y se aferró a aquel cuerpo de manera tal, que por momentos dudaron si podrían vencerlo. Parecía que el demonio y María de la Trinidad estaban muy compenetrados. Pero finalmente, al cabo de dos días Abnascelón fue derrotado con un rito que le impediría en un futuro volver a tomar forma.

El caso es que, a partir del exorcismo, María de la Trinidad jamás volvió a levantarse de la cama;  tampoco volvió a comer o a hablar. Los días transcurrían sin esperanza para la familia de la joven, que veía con tristeza cómo aquel cuerpo, una vez alegre y despierto, iba consumiéndose como si no hubiera nadie adentro.

El padre Arnulfo volvió a hablar con el padre Cendales y nuevamente evaluaron a la joven. Sólo había una explicación posible: el exorcismo no sólo había expulsado al demonio maligno, sino que era probable que, al mismo tiempo, el alma de María de la Trinidad, por un error, o por decisión propia, hubiera salido también.

Era imperativo hacer que su alma regresara al cuerpo que yacía en esa cama. 

Desde entonces, lo han intentado todo. Ellos saben que el tiempo está en su contra. Mientras más días pasen, será más difícil hacer reingresar el alma de la joven.

Sin embargo, desde otra dimensión, Abnascelón y María de la Trinidad, celebran el hecho de que ni siquiera en el Vaticano haya un solo experto en Insorcismos.

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Eso es... Puro cuento. 

Antología. Volumen 1
Editorial Libros para pensar
ISBN: 978-958-49-2735-4
Paginas 120
Tamaño 14 x 21 cm
Encuadernación:  Tapa blanda (rústico)


Autores:

  • Alina María Angel Torres (Itagüí – Antioquia, Colombia)
  • Bernidt Esmeralda Marín Romero (Bogotá – Colombia)
  • Carlos Alberto Velásquez Córdoba (Medellín – Antioquia, Colombia)
  • Cruzana Amparo Echeverri (Medellín – Antioquia, Colombia)
  • Édver Augusto Delgado Verano (Bogotá – Colombia)
  • Emilio Alberto Restrepo (Medellín – Antioquia, Colombia)
  • Enrique Posada Restrepo (Medellín – Antioquia, Colombia)
  • Horacio Madrid Mondragón (Bolívar – Valle del Cauca, Colombia)
  • Jaime Alberto Echavarría Córdoba (Medellín – Antioquia, Colombia)
  • Laura María Arango Restrepo (Medellín – Antioquia, Colombia)
  • María Ana Moreno Segura (Guapi - Cauca, Colombia)
  • Piedad Carmenta Rojas Cortés (Roldanillo – Valle del Cauca, Colombia)
  • Sandra Rocío Osorio Mijares (Arauca – Arauca, Colombia)
  • Sonia Emilce García Sánchez (Itagüí – Antioquia, Colombia)

Los interesados en el libro pueden comunicarse al correo calveco@une.net.co o al WhatsApp 305 3997940 


miércoles, 7 de julio de 2021

El humor en los tiempos de cólera. Gonzalo R. Urhán Gil

Conocí al doctor Gonzalo Urhán hace varios años en el taller de literatura promovido por la Cooperativa Médica de Antioquial, COMEDAL. En todo este tiempo siempre nos ha deleitado con sus graciosas historias. 

Para mí es un placer presentarles hoy su libro EL HUMOR EN LOS TIEMPOS DE CÓLERA: una maravillosa colección de cuentos y anécdotas que le ocurrieron cuando era un médico rural, y otras divertidas situaciones de su vida personal, que combinan el humor, la picardía, y la medicina, en unas historias muy humanas. Un libro que narrará historias picarescas, y que les hará pasar muy buenos ratos. 



Como dato adicional, les cuento que la portada de su libro es un óleo del mismo autor,  que tituló "La cascada". 

De su libro les comparto, con la venia de su autor, un cuento de su colección.  
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La encostalada

Me contó una vez Reynaldo, propietario de un quiosco frente al centro de salud, joven alto, musculoso y fuerte, que a él le había tocado colaborarle a un médico rural en este pueblo, en el sentido de conseguir en forma furtiva una compañera para pasar un rato agradable sin que nadie se enterase.

Resulta pues, que el doctor estaba casado con la mujer más celosa del mundo y cuando llegaron a trabajar a la población ella exigió que la casa de vivienda del médico fuese cercana al centro de salud, para así poder espiarlo y saber cuándo él no estaba en su consultorio. Esta conducta mantenía con mucha rabia al médico y pensaba poder jugársela algún día sin que nadie se diera cuenta.

En una ocasión durante la consulta, el doctor conoció a una muchacha muy agradable que le simpatizó y se hicieron buenos amigos, pero él no encontraba como pasar de ahí, ya que los ojos avizores de la esposa estaban pendientes y no podía dar un paso en falso sin ser detectado inmediatamente.

Un buen día tuvo la idea maravillosa de conversar con Reynaldo y le manifestó el deseo de estar con la joven que le encantaba, pero él lo veía imposible.

Reynaldo, hombre comprensivo, le sugirió que él estaba dispuesto a ayudar, siempre y cuando él no comentara nada.

El plan fue el siguiente: el centro de salud quedaba en una pequeña plaza, en el centro de la misma estaba el quiosco de Reynaldo y luego al frente una serie de casas y entre ellas la puerta de un depósito, dónde Reynaldo almacenaba las botellas llenas, vacías y otros artículos del consumo diario.

Para no despertar sospechas, Reynaldo llevaría a la muchacha metida en un costal cargado a sus espaldas a esa pequeña bodega y luego de dejarla allí llamaría al médico para que pasase un rato agradable con la muchacha conquistada.

Así lo hicieron y todo fue un éxito, tanto que el programa fue repetido varias veces y nunca fueron sorprendidos.

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Gonzalo Rafael Urhán Gil

Nace en Medellín el 24 de marzo de 1941.

Hijo de Oliverio Antonio Urhán Ramírez y Blanca Inés Gil Burgos; casado con Luz Ángela Giraldo Henao, con quien tiene cinco hijos. Se gradúa como médico-cirujano en la Universidad de Antioquia. Ejerce su año rural en San Rafael, Antioquia y luego labora como médico general en el municipio de Caucasia; mas adelante trabaja con el Comité de Cafeteros y posteriormente regresa al hospital San Vicente de Paul, donde hace su especialidad en anestesiología.

Inicia su ejercicio como anestesiólogo en el Hospital Pablo Tobón Uribe, luego hace su labor en el Hospital universitario San Vicente de Paul y en el Instituto de Seguros Sociales, por último pasa a la Clínica Soma, en donde permanece por 43 años hasta alcanzar su jubilación.

Ingresa al taller de escritores de Comedal empezando a rememorar y a escribir algunas anécdotas sobre el acontecer médico, la vida familiar y poemas.

Dentro de sus pasiones está la música y la pintura.

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Quienes estén interesados en el libro pueden comunicarse a los teléfonos 2682579 (fijo)  3012260896 (celular)  o al correo aurhan@hotmail.com

Valor del libro  $35.000 
(Envío a domicilio en el Valle de Aburrá $5.000  adicionales) 

miércoles, 30 de junio de 2021

Cementerio de San Pedro. Parte 8

El 24 de junio de 1935, Carlos Gardel, el "zorzal criollo", falleció en Medellín, en un accidente ocurrido en el "campo de aviación de las Playas", actualmente conocido como Aeropuerto Enrique Olaya Herrera. Durante algún tiempo, los restos de Gardel estuvieron enterrados en el Cementerio de San Pedro, para luego ser trasportados en una larga travesía hasta la Argentina. La cuidad de Medellín rindió y sigue rindiendo homenaje a este cantante de tangos. En el siguiente video se hablará de su tumba en el Cementerio de San Pedro y de cómo este personaje continúa influenciando la ciudad. 


Para ver la película que  narra el traslado de los restos del Gardel hasta Argentina pueden hacer clic en el siguiente enlace (La caravana de Gardel). 


También en este capítulo se muestra el homenaje a Francisco Antonio Zea, quien naciera en Medellín y fue uno de los próceres de la independencia. Se cuenta que fue uno de los que mandó fundir las campanas de la Iglesia de la Veracruz para hacer municiones contra los realistas. También fue embajador de Colombia y miembro del Congreso. 


Los invito a ver el último video de esta serie. 


Ver otros videos de la serie: 

Ver otras esculturas: 

(Créditos respectivos a los autores de las fotos)


Hasta la próxima semana, cuando hablaremos de un anestesiólogo y su nuevo libro, en el que nos contará sus travesuras en los pueblos de Antioquia. 



miércoles, 23 de junio de 2021

Cementerio de San Pedro. Parte 7

Hoy les tengo la séptima y penúltima parte de la serie sobre el Cementerio de San Pedro, una realización hecha por la Universidad Pontificia Bolivariana en cabeza del profesor Hernán Darío Gil Alzate.

En este capítulo el tema es Carlos E. Restrepo, quien fue presidente de la república. 


Además se hará una reflexión sobre la muerte en los niños y el area destinada a estos:  El pabellón de los niños. 


Los invito a ver el video


Hasta la próxima semana. Hablaremos de Gardel quien falleció el 24 de junio de 1935. 

Ver otros videos de la serie: 

miércoles, 16 de junio de 2021

Diferencias entre cuento y novela

Cuento y novela.

El cuento y la novela se parecen en que "algo" pasa. Si bien, algunos consideran que la diferencia principal está en la extensión, es precisamente esa extensión la que permite generar las características específicas de diferenciación.


En ambas hay un inicio, un nudo y un desenlace. Pero la forma como sendos géneros abordan el asunto es diferente: mientras el cuento nos narra la acción, la novela se centra en los personajes.

La escritora Pilar Quintana, ganadora del premio Alfaguara 2020, ha expresado magistralmente la diferencia entre ambos, en un taller que dictó sobre literatura: “El cuento es la narración de un asesinato. La novela cuenta la vida del asesino”.

Para que un cuento sea contundente, debe ser concreto. En el cuento se parte de A para llegar a B sin detenerse en el camino a hacer reflexiones sobre otros temas que no tengan que ver con el desarrollo de éste. En ese recorrido no hay distracciones, tareas adicionales, o paradas innecesarias. Se transita por la ruta más directa, y cualquier desviación que haya, es porque el argumento así lo exige. Como diría Anton Chejov con respecto al cuento: “todo lo que no se relaciona con él debe ser extirpado sin compasión”.

En el cuento hay que mantener la tensión todo el tiempo, mientras la novela permite reflexión y cambios de ritmo. Un buen cuento no te soltará hasta que haya llegado a su final. Por el contrario, la novela permite dar vueltas, conocer datos que no importan para el desarrollo de la acción pero que dan información sobre los personajes o el ambiente que los rodea. En una hipotética novela sobre Caperucita roja y el lobo feroz, podría narrarse el tipo de tela de la capa y la caperuza, dónde la compró, quién la diseñó. Si se escribiera esa novela, describiría el árbol bajo el cual fue el primer encuentro de Caperucita y el lobo, el clima de esa mañana, qué pensaban ambos y qué sentían antes de su reunión; contaría la estrategia del señor lobo para mantener afiladas sus garras cada semana y tendría un racconto narrando la época en que el lobo aprendió de su padre a comer personas cuando apenas era un lobezno.

Un cuento puede ser contado. La novela jamás podrá ser contada de un solo envión, porque en la novela se exploran los pensamientos, creencias, recuerdos, miedos o anhelos de los personajes. En ella se narran las costumbres de la época y los sistemas políticos, sociales o económicos imperantes; se muestra el clima, se describen los lugares, e incluso los pensamientos del narrador. 

Es imposible contar, en forma de cuento, lo que pasa en “Los Miserables” de Víctor Hugo: puedes aproximarte a narrar la historia de Jean Valjean, puedes intentar narrar exclusivamente la historia de Javert o la de Fantine, pero quedarás corto, porque hay otras historias entrecruzadas que debes abordar. Puedes contar el cuento de cómo Valjean saca a Marius de las barricadas, o cómo logra rescatar a Cossette de los Thenandier pero tendrás que prescindir de todo lo demás si lo que quieres es contar un cuento.

Un buen cuento, narra una acción, un hecho específico. Una buena novela describe todo lo que hay alrededor de uno o varios hechos; ahonda en los personajes que estuvieron allí.

Resumiendo, en la literatura narrativa siempre hay un argumento: un origen, un conflicto, y un desenlace, pero la forma como se abordan varía entre el cuento y la novela. Sin embargo, a pesar de los géneros tan diferentes, hay algo que no debe olvidar ningún escritor: en ambos —cuento o novela—, la consigna es atrapar al lector y no soltarlo hasta la última palabra… y si es posible, seguir teniéndolo prisionero mucho tiempo después.

Carlos Alberto Velásquez Córdoba



miércoles, 9 de junio de 2021

Ay, cuando venga tu padre

Este poema me lo enviaron hace algunos meses y lo he guardado para la celebración del día del padre. 

Espero que les guste. Habla del amor de un padre hacia sus hijos y como a veces hay violencia  cuando la madre amenza a sus hijos con el castigo de sus padres. 

Este es un hermoso poema del escritor argentino Héctor Gagliardi.  (1909 -1984)

Desconozco quien es el que lo declama, pero de todas las versiones es la que más me gusta. 

Mas abajo encontrarán la letra, y por si gustan la versión oficial leída por el autor.  (personalmente me quedo con la primera). 



Hay cuando venga tu padre…


¿Y Negra… te puedo hablar?
Ya los chicos se han dormido,
así que dejá el tejido
que después te equivocás

y hoy te quiero preguntar
por qué motivo las Madres,
de la mañana a la tarde
amenazan a sus hijos,
con este estribillo fijo:
¡HAY… CUANDO VENGA TU PADRE…!

Y con tu padre de aquí,
y con tu padre de allá
resulta de que al final
al verme llegar a mí,
lo ven entrar a Caín
y escapan por todos lados
y yo que vengo cansado
de trabajar todo el día,
recibo por bienvenida
una lista de acusados…

Vos empezás con tus quejas
y yo, tengo “que enojarme”
lo mismo que hacía mi Padre,
cuando escuchaba a la Vieja…
que entraba a fruncir las cejas
apoyando a esa Fiscal
que en medio del temporal
se erigía en defensora
lo mismo que vos ahora
¡que siempre me dejás mal…!

Si los perdono…
¡Qué ejemplo!
¡Así es como los educo!
Si los castigo…
¡Sos bruto y no tenés sentimientos!

A mí, que llegué contento
y no tuve más remedio
que poner cara de serio
y escuchar tu letanía…
A mí que me paso el día,
pensando en jugar con ellos
Yo sueño en llegar a casa
y olvidarme felizmente
del trabajo, de la gente,
y de todo lo que pasa

Los hijos son la esperanza
y el por qué de nuestras vidas
por eso… nunca les digas: 
¡HAY… CUANDO VENGA TU PADRE…!

No quiero encontrar culpables,
quiero encontrar alegrías
Que no me pongas de escudo
como lo hacía mi Madre
que consiguió que a mi Padre
lo imaginara un verdugo

El llegaba y te aseguro
que terminaban las risas
y en lugar de una caricia
de hablarle como a un amigo
lo miraba compungido
presintiendo la paliza

 el pobre que no me entendía
sacudiendo la cabeza
escuchaba con tristeza
lo que mi Madre decía
y que él de sobra sabía:
“¡que con éste no se puede,
que me ensució las paredes,
que la calle, la pelota,
que trajo las suelas rotas,
y me saca canas verdes!”

¡Ahora mismo… acuéstese!
aburrido me ordenaba,
mi Madre me consolaba
y yo, lo culpaba a él…
A él que había llegado recién
de trabajar, tan cansado…
y ya lo había amargado
con todas mis travesuras

Yo era una criatura
pero jamás lo he olvidado
Los hijos nunca analizan
el sentimiento del Padre
porque el brillo de la madre
es tan fuerte que lo eclipsa;
sólo le hacemos justicia
a su íntimo sentir
cuando nos toca vivir
a nosotros su problema…

¡Ah… si mi Padre supiera…
que recién lo comprendí!
¿Y por qué nunca me dijo
del modo que me quería
si yo sé cómo sufría 
al ver enfermo a su hijo?

Por qué me miraba fijo
con el primer pantalón largo
y se que me habrá besado
cuando yo estaba durmiendo

Hoy que todo lo comprendí,
¿por qué no estará a mi lado?
¿Por qué no estarás ahora,
para abrazarte muy fuerte
viejo lindo…
y ofrecerte mi cariño a todas horas?

¿Ves a tu hijo que llora…?
Pero… llora con razón
porque te pide perdón
al pensar en esos días
en que ciego no veía
que eras todo corazón

¡Dejame Negra que llore,
es tan lindo desahogarse…!
¿Vamos a ver lo que hacen
nuestros futuros señores…?
¡Mirálos esos pantalones…!
¡Tapala un poco a la piba…!

Sí, ya sé… no me lo digas…
“Hoy se fue a la calle sola…”
¡Acostate rezongona…
mañana será otro día!


.

miércoles, 2 de junio de 2021

¿DEBO apoyar el paro?

Nuestra Constitución Política, la de 1991, ⎼producto de otro proceso de paz fallido por no incluir a todos los actores del conflicto, estableció que lo más importante serían los derechos, pero en su redacción no planteaba el cumplimiento de deberes en la misma medida. Durante su implementación en los años posteriores, se hizo una enorme campaña educativa, en colegios y universidades, hablando sobre los derechos que tenían todos los colombianos y su "derecho" a exigirlos.

 

Así las cosas, treinta años después, tenemos una gran parte de la población a la que le enseñaron a exigir derechos, sin que nadie les haya enseñado que primero hay que cumplir deberes que los hagan posibles. 

Y lo que es peor, creen que solo los demás violan derechos, sin darse cuenta de que, en muchas de sus protestas, violan cientos de derechos de otros. (derecho al trabajo, derecho a la educación, a la movilidad, a la salud,  derecho a pensar diferente y expresarlo sin ser atacados por ello)




Los que nacieron bajo la nueva constitución creen que él único responsable de nuestros derechos es el Estado.


Si eres un ciudadano producto de esa Constitución, y crees que los derechos son obligación solo del Estado,  ¡qué equivocado estás! 

 

—¿Luchas por el derecho a la educación?   Pues alguien  DEBERIA estar educando. (y que sea alguien de calidad, íntegro y ético)

—¿Luchas por el derecho a la salud?  Alguien tiene el DEBER de atender a los enfermos y contar con los recursos para hacerlo.

—¿Crees que tienes derecho al trabajo? Alguien DEBE generar empleo y todos DEBEN permitir que el otro trabaje.

—¿Crees que tienes derecho a un buen salario?  Alguien DEBE producir dinero para poder dar un buen salario.

—¿Derecho a la alimentación? Alguien DEBE cultivar la comida, otro DEBE trasportarla, alguien más DEBE procesarla y muchos más tienen el DEBER de distribuirla y venderla a precios justos.  

—¿Derecho a la vivienda?  Alguien DEBE ser arquitecto, otro DEBE ser electricista y otro albañil.  Alguien DEBERÁ ser minero para extraer los materiales y otro DEBERÁ montar una empresa de cemento.

—¿Derecho a la vida y a la seguridad?   Pues alguien DEBE tener la función de protegerla cuando un delincuente atente contra ella.  Todos DEBEN cumplir la ley. 

—¿Derecho a la educación gratuita?  Pues alguien DEBE enseñar y alguien le DEBE pagar un buen salario al educador. Alguien DEBE pagar por el mantenimiento de las aulas; alguien DEBE construir escuelas colegios y universidades y se les DEBE pagar por ese trabajo.

—¿Luchas contra la corrupción?  Pues todos tienen el DEBER de votar por gente honesta, que representen los intereses de la mayoría. Todos DEBEN responder cuando cometen una infracción en lugar de intentar sobornar al policía que impondrá el comparendo. Todo cargo, público o privado, DEBE ser ocupado por el mejor y no por el que tiene la “rosca”

 

Así es:  para acceder a los derechos, alguien primero debió cumplir con unos deberes.

 

Con el paro los educadores se niegan a dar clases, a pesar de que salen a gritar que la educación es un derecho.  Exigen que la educación sea gratuita, pero ningún educador estaría dispuesto a enseñar gratis. Quizás desconocen que hay una gran diferencia entre la educación pública y la gratuita: Nunca será gratuita porque todo educador tiene el derecho a que se le pague por su trabajo. Aunque el estudiante no pague, la educación tiene un costo y DEBE ser pagado por alguien. Alguien DEBE pagar impuestos para que otro pueda recibir educación “gratuita”.

Por otra parte, hay personal de salud que no atiende a los pacientes porque está en paro (los menos), o porque alguien incumplió el DEBER de pagarles.  En muchos casos están limitados para prestar el servicio porque no tiene insumos para poder hacerlo y ello ocurre porque el Paro escasea y encarece los recursos. (ya de por sí, escasos, porque la economía tambalea y muchos no pagan impuestos y otros se los roban).   

El “paro” que promueves ha quitado el derecho del campesino a recibir sus agroquímicos o el cuido para sus animales; le ha quitado el derecho a que sus productos sean transportados. Han quitado el derecho a los consumidores a recibir legumbres frescas o leche. Muchos de los alimentos se han perdido en los bloqueos que promueves. 

Y eso lo haces supuestamente para que otros tengan derechos que tu mismo estás violando. 

El paro "en defensa de los colombianos menos favorecidos" ("como, por ejemplo, los niños de la Guajira" ⎼como afirmaba alguien ) perjudica al paciente de la ciudad que todos los días debe tomar un bus para ir a una diálisis en una clínica. No puedes usar a los niños wayús como pretexto para tu protesta, al mismo tiempo que impides que los pocos pacientes que podían acceder a los servicios de salud, mueran por falta de ellos. Si dejas que alguien muera, o deteriore su salud por culpa de un bloqueo, eres igual de asesino que el que supuestamente dices combatir. 

Tu “paro” ha hecho que cientos de empleos se pierdan: los conductores de los buses quemados se han quedado sin trabajo, los empleados de los bancos, los celadores o la empleada de los tintos de la sucursal vandalizada, han tenido que irse para su casa, porque les han quitado el derecho al trabajo. Muchas empresas no han recaudado lo previsto debido a tu “protesta”, y no tienen ahora como pagar un salario justo, y han tenido que prescindir de algunos empleados. La delincuencia en las calles se ha incrementado porque las personas que tienen constitucionalmente el DEBER de protegernos están limitadas para usar sus armas y ejercer el poder sobre los delincuentes. 



Olvidas que el gobierno únicamente puede obtener recursos de “la gente que produce”. No es posible pagar a un médico, a una enfermera, a un educador, a un ingeniero que construye un puente, si todo el país no cumple con el DEBER de pagar impuestos.

 

Y no me salgas con que "los políticos durante años se han robado el país". 


Era tu DEBER votar por políticos honestos y no lo hiciste. 

Era tu DEBER contratar al mejor, y contrataste a tu amigo, que no era apto para el cargo. 

Era tu DEBER andar por debajo del límite de velocidad, lo excediste y luego ofreciste un soborno al agente, para no pagar la multa.  

Era tu DEBER ejecutar una acción ciudadana para cambiar el límite de velocidad en una vía porque considerabas que era injusta la restricción, pero decidiste tumbar la cámara de fotomulta. 

Era tu DEBER esperar el trámite en una oficina de gobierno, y preferiste pagar un soborno para que te lo agilizaran.  

Era tu DEBER prestar el servicio Militar y le pagaste a un coronel corrupto para librarte de él y evitar cumplir con tu DEBER. Y, además, luego te quejas de que solo a los pobres les toca el servicio militar. No contento con eso, te burlas del nivel socioeconómico de los soldados a sabiendas que tu lo evadiste porque no te considerabas "del pueblo".

Era tu DEBER estudiar para tu examen y compraste las respuestas para pasar el semestre.  

Era tu DEBER hacer la fila y te colaste porque te considerabas “muy vivo”


Estas protestando por un país en caos y tu eres una de las razones por las cuales este país está en caos. 

 

Tu lucha, en los términos que la planteas actualmente, apesta.  Atenta contra los derechos que dices exigir.

 

Tu protesta, tal como la concibes, te convierte en un violador de derechos. 


El progreso se logra cuando se mejora el nivel de los que están más abajo, y se alcanza los privilegios de los que están arriba. Pero te has dejado convencer por los políticos, de que tienes de destruir a los que han llegado arriba. 

Has creído que si unos pocos no tienen salud, entonces ninguno debería tenerla. Que si unos cuantos no tienen educación entonces los demás tampoco; que si las vías de los campesinos son pésimas, tienes que hacer lo mismo en la ciudad para que todos queden en igualdad de condiciones.  

Te han engañado para que no te des cuenta de que las cosas no se arreglan llevando a todos hasta el nivel más bajo, sino subiendo a todos al nivel más alto.  Tienes tanto odio, que no te percatas de que solo los políticos se benefician con el caos que estas generando. 

El objetivo de una protesta bien pensada es que los que están peor puedan alcanzar el nivel de los que están mejor.  No que los que estén mejor queden también en condiciones pésimas. Con tu protesta, todos perdemos. 


No estoy en contra de la protesta que lleve a un progreso. Estoy en contra de que la gente atente contra los derechos de los demás, bajo el pretexto de que están luchando por los derechos de todos, y asumiendo el rol de representantes de una presunta población desprotegida, mientras que con sus acciones perjudican a los que dicen proteger.   

 

Cuando uses la lógica, luches por tus derechos cumpliendo tus deberes y dejando que los demás cumplan con los suyos, entonces avísame. Te apoyaré como es mi DEBER.




miércoles, 26 de mayo de 2021

Cementerio de San Pedro. Parte 6

Esta semana damos continuidad a las historias sobre el  Cementerio de San Pedro, presentadas por el profesor Hernán Darío Gil Alzate.

En este capítulo se habla de la historia de Pedro Justo Berrío, y su importancia en la historia de Medellín y Antioquia.  Este hombre es el mismo al que se le bridó tributo en la Plaza Mayor (lo que ahora se conoce como Parque de Berrío).  

Además en el video se explicará el concepto de Justicia que heredamos de los griegos. 



También se habla de don Pedro Uribe Restrepo, quien fuera el fundador del Cementerio,  un hombre de la alta sociedad medellinense y que hizo muchas contribuciones al desarrollo de la ciudad.  

Espero lo disfruten


Hasta la próxima semana.


Ver otros videos de la serie: 

miércoles, 19 de mayo de 2021

Cómo saber lo que es verdad

En meses recientes, mis redes sociales y los grupos virtuales en los que me muevo han tenido una gran profusión de noticias falsas y de discusiones entres los participantes debido a temas de salud o política.  

Cada vez es más frecuente encontrar enfrentamientos verbales entre los miembros de un grupo debido a que hay diferencias de opinión. Lo triste es que pelean por defender su "opinión" y cada vez hay menos argumentos que puedan llevar a un sano debate. 

El día que preparaba el tema para esta semana, alguien mandó una fotografía de dos personas encañonando a otra contra una pared. La fotografía decía que un grupo indígena había "capturado a un francotirador" que había atentado contra una misión médica. Según quien mandaba la foto, "esa era la prueba" de que había "infiltrados del gobierno" en las protestas.  


Personalmente yo no vi ninguna "prueba" en la fotografía.  Esta pudo ser real, pero también pudo tratarse de una fotografía antigua o tomada fuera de contexto, incluso, puede ser un montaje. Más aún, los tres personajes de la fotografía tenían la cara cubierta y ningún distintivo que los identificara de uno o de otro grupo. ¿Cómo saber si realmente la foto corresponde con lo que decía el texto? No niego que la foto pueda ser real, pero no tengo certeza de ello y no tengo elementos para descartar ni apoyar la hipótesis plateada. Si al menos conociera al fotógrafo, podría saber su versión de lo que ocurrió, o al menos de lo que el cree que ocurrió. 

El problema es que los que la vieron, y tenían la misma postura política de quien la envió, asumieron que ello era una prueba absoluta e irrefutable. No tengo herramientas para decir si la foto es real o no. A simple vista podría serlo, pero luego de una analisis profundo, uno descubre que no hay evidencias concretas que le permitan a uno tener certeza y defender una postura. 

Desde un punto de vista científico, una fotografía  no constituye ninguna prueba de nada si no se tienen otros elementos probatorios. Una cosa son los indicios y otra muy diferente las pruebas. (ver Un pajaro dando RCP ¿Falso o verdadero?)

La inferencia de certeza, no debería depender de las creencias sino de la capacidad de establecer causalidad. Por ejemplo, cuando me tomo una leche y me da diarrea, tiendo a pensar que fue la leche la que me produjo la enfermedad.  Pero, ¿y si hace una semana tomé agua contaminada y apenas ahora empezaron los síntomas de una parasitosis y la diarrea después de la ingesta de la leche fue tan solo la manifestación de una enfermedad que estaba en periodo de incubación? Es probable que la irritación intestinal no sea producida por la leche sino por los parásitos que ingerí, y que la diarrea cuando tomo leche, sea la consecuencia de no haber hervido el agua de hace una semana. 

Toda investigación empieza con una sospecha. Pero la causa y el efecto no siempre son visibles. Una demostración requiere algo más que la simple sospecha. Nuestro cerebro está biologicamente predispuesto para asumir cosas sin tener comprobación científica. Por mucho tiempo se creyó que el café daba cancer de pulmón porque se veía que muchas de las personas con cancer solían tomar café. Ahora se sabe que no es cierto. Que era el humo del cigarrillo que fumaban mientras tomaban café el que lo producía. Transcurrió mucho tiempo antes de que se pudiera descartar al café como causa.

Por eso esta semana les quiero traer este video que muestra las fallas que tenemos en nuestra forma de interpretar la información. Espero les sea de utilidad. 

Hasta la próxima semana... y recuerden:  No coman cuento

Si quieres profundizar en el tema te recomiendo leer....

También te recomiendo revisar mi sección sobre Pensamiento Crítico 



miércoles, 12 de mayo de 2021

Literatura infantil. Reflexiones

LITERATURA INFANTIL

No es lo mismo escribir sobre niños que escribir para niños.

Escribir para niños implica tener varios elementos en cuenta: Yo puedo contar la historia de Caperucita roja (por poner un ejemplo conocido) iniciando con su madre que le da unos pastelitos para que se los lleve a la abuela. Puedo describir la capa roja, narrar su camino por el bosque hasta llegar a la casa de la abuela (que, por cierto, ¿a qué clase de abuela se le ocurre vivir sola en un bosque?), puedo relatar cómo le da los pastelitos a la abuela y los comen juntas. Hasta ahí estoy contando un cuento con niños.

Incluso, si Caperucita se encuentra con el lobo en el camino, y este le propone conversación, no hay un cuento infantil. Sigue siendo el cuento de una niña que va a llevarle pasteles a la abuelita y se encuentra con el lobo.


Lo que hace infantil ese cuento (es decir, lo hace para niños) es que el lector (el adulto, o el pequeño lector) supone que algo que va a pasar. Hay una expectativa. No es un lobo bueno. Desde el principio se intuye que el lobo se la comerá. ―Desde antes de los hermanos Grimm, se esperaba que el lobo se comiera a la gente
. El cuento infantil genera expectativa. Promete un riesgo, un peligro para el protagonista. En el cuento infantil se da lo que se ha denominado “el viaje del héroe”. Incluso, cuando se supera un peligro, surge otro. En Caperucita, hay un encuentro con el lobo, pero éste no se la come allí; se la comerá después. En Hansel y Grethel, logran devolverse la primera vez a través de las migas de pan, y vuelve a surgir otro peligro: otro viaje al bosque y se pierden… y cuando encuentran la casita de dulce (y todo parece resuelto) aparece el peligro de la bruja…


En un cuento infantil hay expectativa y emoción. Hay intriga. En un relato infantil hay fantasía. Ya sea que las cosas sucedan en un mundo mágico o sucedan en un ambiente terrenal: En un cuento infantil el niño debe fantasear sobre lo que podría pasar, mucho antes de que sucedan las cosas. En el cuento infantil debe haber asombro constante. No solo al final.

Cuando el lobo se aparece a Caperucita, un niño que nunca ha escuchado el cuento puede imaginar que el lobo se la comerá allí mismo en el bosque. El solo encuentro ya genera tensión. Viene luego el asombro cuando descubre que el lobo no se la va a comer allí, sino que la engañará. Más adelante, cuando Caperucita toca la puerta y le responde una voz ronca, el niño quiere advertir a Caperucita que no entre… ¡No entres, que adentro hay un lobo! Y luego, cuando la protagonista encuentra que su abuelita está “un poco rara”, hay intriga, temor, miedo… El pequeño lector sabe que en cualquier momento pasará algo.
Lo maravilloso de éste cuento es que sabe mantener el suspenso… “que orejas tan largas tienes, abuelita…” “Que manos tan grandes tienes, abuelita…”. Como ven, en el cuento infantil se mantiene un suspenso constante. El niño sabe que algo va a pasar en cualquier momento, lo intuye… su imaginación está funcionando al máximo, pensando y anticipando cualquier desenlace.

Si tomamos el cuento de Blanca Nieves, no basta con que ella se encuentre con los enanos y ellos la inviten a su casa. Un cuento “con niños como protagonistas” (que es diferente a un cuento para niños), simplemente diría que la princesa se encontró con unos enanos y ellos la refugian en su casa. En el verdadero cuento infantil, hay un suspenso especial con el hecho de que ella encuentre su cabaña antes que a los enanos. Se topa con unos pequeños platos de sopa… unas sillas pequeñas, unas camas pequeñas… Esto genera expectativa en el niño (“¿De quiénes son? ¿Qué irá a pasar si llegan los dueños?”). Hay asombro con lo que la heroína descubre.

En la novela Momo, de Michael Ende, la protagonista se entera que hay unos hombres grises que le roban el tiempo a los hombres y se ve enfrentada a ellos con la ayuda de Casiopea, una tortuga que predice el futuro. En la Historia Interminable, Bastián Baltasar Bux roba un libro y lee la historia de Atreyu, el héroe que quiere salvar la vida de la Emperatriz Infantil; a cada instante hay una aventura. En el Misterio del Solitario de Jostein Gaarder, el pequeño protagonista, Hans Thomas, recibe una lupa de un enano en una estación de gasolina y le advierte que no la debe perder. Mas adelante al comprar un pastel, encuentra al morderlo, que en su interior hay un pequeño libro que sólo podría ser leído con ayuda de una lupa que, misteriosamente, kilómetros atrás, le dio un enano. ¡Eso es literatura infantil! Mantener el asombro a lo largo de toda la historia. No solo al final.


Ahora veamos: Oliver Twist, de Charles Dickens habla de niños. Cuenta historias de personajes infantiles, pero no tiene la fantasía que esperaría un niño. ¿Hay intriga? ¡Claro! ¿Hay expectativa? ¡Por supuesto! Pero la intriga no va dirigida al niño lector sino al adulto (que alguna vez fue niño) y quiere saber el final de la historia (permítanme subrayar la palabra “FINAL”). El hecho de que un libro o un relato cuente la historia de un niño, no quiere decir que sea literatura infantil. Un diario que escribe un niño, como en la obra "Corazón" de Edmundo de Amicis, puede ser un texto muy bello y bien contado. Puede estimular las mentes juveniles, pero no es literatura infantil. 


Herman Hesse tiene un hermoso relato que se llama “Alma de niño”. En él, se aborda una historia de un niño, contada en primera persona, que durante unos días sufre las penurias de tener un secreto, y el sentimiento de culpa por haber hecho algo que no debía. Es un relato bellísimo y fiel de los pensamientos de un niño que sabe que hizo algo malo y teme ser castigado. Sin embargo, no hay ninguna intriga que lleve a fantasear al lector infantil sobre lo que puede pasar. Simplemente el relato lleva al lector directo hacia el final y en muy pocas ocasiones permite que el lector sueñe e imagine posibilidades. 

Un relato infantil tampoco se mide por el tipo de lenguaje. No es necesario que un relato infantil tenga solo palabras sencillas o que sea meloso. La literatura infantil puede construirse con lenguaje de adulto. Se ha visto que los niños están incluso más capacitados que los mayores para entender significados. No es el tipo de palabras las que determinan que un relato sea para niños. Es lo que narra y la forma como se conduce, lo que lo convierte en literatura infantil. Un relato infantil debe tener múltiples posibilidades de desarrollo de la historia. Cada “punto y aparte” debe ser una invitación a imaginar posibilidades para el personaje que se narra. Cada nuevo párrafo debe prometer aventura.


En un relato infantil, no se va de “A” a “B” de manera simple. En un buen relato infantil se parte de “A”, y se hace creer que llegará a B. El lector debe intuir que algo pasará antes, prever que se podía perder el camino y llegar a “M” o caerse en un hueco y llegar a “H”. Incluso maravillarse porque no ocurrió nada de eso y sí llegó efectivamente a “B” a pesar de que pudieran haber pasado muchas cosas en el ínterin. El viaje del héroe está lleno de tropiezos (o puede estarlo) y eso es lo que espera un niño: ¡Aventuras! Si el relato no plantea una aventura pierde interés para el niño. No basta que al final se descubra que hubo, en retrospectiva, una aventura. El lector infantil debe esperar la aventura desde antes de que ocurra. A eso se llama "anticipación" y debe estar presente en cada cuento infantil: La invitación al lector a que trate de imaginar lo que pasará. 


La literatura infantil plantea eso: en cada lectura siempre habrá otra posibilidad de desarrollo. Cada re-lectura debe permitir imaginar algo que no se había imaginado antes. Descubrir algo que no se había descubierto. Generar una emoción que cada día sea nueva. ¿Abuelita… por qué tienes los dientes tan grandes? Cada vez que se pronuncien estas palabras, deben generar nuevas emociones.


En mi opinion, un relato infantil debe confrontar permanentemente al niño, llevándolo al límite de las posibilidades. ¿Qué es lo que va a pasar?, y cuando eso no pase, volver a retarle… ¿Qué sucederá después? ¿Podría pasar algo distinto al protagonista del cuento? ¿sucederá lo que me imagino, o sucederá algo imprevisto, que aún no he imaginado? La literatura infantil debe cumplir con una promesa: habrá aventura. Y debe ser tan interesante la aventura planteada, o al menos sugerida, que el niño, a la noche siguiente diga: ¿Me lo cuentas otra vez?

Carlos Alberto Velásquez Córdoba



Nota aclaratoria: 
El texto anterior hace parte de una serie de reflexiones en torno a la literatura.  Son opiniones de un lector que disfruta  de escribir y ha decidido exponer sus puntos de vista.  No necesariamente son conceptos académicos especializados y no deben ser tomados como verdades absolutas.  El lector de esta página es libre de estar de acuerdo, o en desacuerdo, con las opciones expresadas en dicho texto.