"SOMOS ENANOS EN HOMBROS DE GIGANTES" (Bernardo de Chartres - S. XII)

miércoles, 3 de mayo de 2017

La Reconquista (cuento)

Esta semana les traigo un cuento que publiqué en mi libro La monja sin cabeza.

Espero que lo disfruten



LA RECONQUISTA


La época de la universidad es para muchos, una de las etapas más felices de sus vidas. Es el momento en que se tiene el mundo en sus manos. Se conocen nuevos amigos, nuevos profesores y se examinan nuevos horizontes. 

El universitario se cree dueño del mundo. Es el momento de adquirir nuevos conocimientos y por un corto tiempo creer que es posible cambiar el mundo. 

Muchos recuerdan con nostalgia el tiempo de la universidad. Los profesores, los amigos y por supuesto, los noviazgos. 

Recuerdo que durante nuestro paso por la universidad, varios de los compañeros tuvieron la fortuna, o el infortunio de enamorarse de alguna compañera de estudio. No estuve ajeno a ello. Estuve perdidamente enamorado y perdidamente mal correspondido, lo cual con el correr de los años agradezco inmensamente. Tan solo basta con encontrarse veinte años después con el amor platónico para darse cuenta de la suerte que tuvimos de que esa chica delgada y hermosa que nos desvelaba en las noches solitarias, no nos correspondiera. Veinte años después, algunas arrugas y treinta kilogramos de más, son la mejor prueba de que tuvimos suerte. 

Pero no quiero hablar de mí. Quiero hablar de Juan Carlos y Anita. Se conocieron desde el primer semestre de la carrera. Para el segundo semestre ya andaban juntos para todos lados. Para el tercer semestre, el noviazgo ya los había llevado a probar las dulces mieles del amor y para el quinto semestre ya había signos de hiperglicemia debido a tanta miel. 


Todos envidiábamos al principio a los dos tórtolos. Sin embargo las cosas cambiaron cuando Anita conoció a un estudiante de un semestre más avanzado. Aunque Juan Carlos trataba de estar a la altura que su novia pretendía, Anita había descubierto que los hombres mayores eran más interesantes. Había conocido a Roberto en una de las prácticas de la universidad y había sido conquistada por la madurez de éste. 

Para nadie es un secreto que las mujeres jóvenes prefieren a los hombres mayores que ellas. Mientras que Juan Carlos viajaba en bus, Roberto ya tenía su automóvil. Juan Carlos prefería las películas de acción pero Roberto había descubierto que a las mujeres les interesaban más los dramas y sabía que una velada romántica nunca empezaría con Rambo. Juan Carlos invitaba a perro caliente y Roberto invitaba a cenar a la luz de las velas en un restaurante lujoso. 

Las cosas comenzaron a empeorar cuando el Dr. Bedoya nos dejó a medio salón repitiendo su materia. Anita fue una de las afortunadas que pudo pasar al siguiente semestre y Juan Carlos y varios de nosotros vimos con tristeza y resignación que el grupo se partía en dos, lo que favorecía los encuentros de Anita y Roberto y limitaba el tiempo compartido entre Anita y Juan Carlos. 

Quien no ha sido herido en su corazón, es porque nunca ha amado. No hay nada más triste y desolador que sentir que la persona amada se aleja de nuestro lado. Y Juan Carlos no quería perder a Anita sin luchar. 


Todos en el grupo fuimos testigos de cómo Roberto se robaba a Anita ante las narices de Juan Carlos. Los hombres nos solidarizábamos con nuestro compañero, mientras las mujeres del grupo envidaban a Anita por haber atrapado semejante espécimen. Nuestro pobre compañero se lamentaba de cómo Anita describía a Roberto como el “hombre perfecto” mientras le echaba en cara lo infantil que era Juan Carlos. 

— Lo más triste de todo es que me la está quitando “Automán”. —decía Juan Carlos con tristeza. 

El apodo no podía ser mejor. En esa época había una serie de televisión que trataba de un policía que era un genio en programación de computadoras. Había inventado un programa cibernético que por medio de algún artificio se materializaba en el cuerpo de un hombre muy apuesto. Dicho personaje se llamaba Automán. La energía de la computadora daba vida a este hombre que colaboraba con el departamento de policía. Como era un programa de computadora, lo sabía todo, lo entendía todo y lo podía todo. Vestía un traje impecable, nunca se equivocaba, podía responder cualquier pregunta que se le hiciera con tal de que la respuesta estuviera en la base de datos. Podía materializar cualquier objeto: desde hacer aparecer un lujoso carro o un helicóptero, hasta viajar a la velocidad de la luz, modificando (o aprovechando) las leyes de la física. En resumen, Automán era el hombre perfecto. 

Así era como veía Juan Carlos a su rival. 

Muchos de nosotros le aconsejamos que saliera con otras personas. Que no le prestara atención a Anita. Otros, los más románticos le decían a Juan Carlos que no desistiera. Que Anita algún día descubriría que Roberto no era lo que ella creía. Casi todos estábamos convencidos que el tal Roberto era un hombre común como todos nosotros. 

Juan Carlos lo intentó. Volvió a llamar a antiguas amigas. Comenzó a salir con otras personas. Sin embargo, el corazón nunca escucha al cerebro. A pesar de que Juan Carlos estuvo saliendo con varias mujeres, nunca sacó de su cabeza a Anita, su novia desde primer semestre. Incluso estuvo en una corta relación con una estudiante de último semestre de derecho. Pero su corazón pertenecía a Anita. 

Una mañana durante la semana de exámenes finales estábamos varios compañeros reunidos en la cafetería discutiendo sobre deportes, cuando Juan Carlos pasó con un gesto triunfal. 

— Muchachos, ya lo decidí. Voy a reconquistar a Anita. 

Aunque parezca raro para cualquier lector que haya nacido en el siglo XXI, en la época en que ocurrió esta historia no había teléfonos celulares. Toda conversación telefónica había que hacerla desde un teléfono fijo. En este caso, el único teléfono disponible era un teléfono público ubicado en la bulliciosa cafetería. 


Juan Carlos llevaba en su mano varias monedas de un peso. (Aunque también parezca raro, en esa época, una llamada de tres minutos tenía el costo de un peso —increíble, ¿no?—). Para no desviarme mucho, les diré que cuando alguien se dirigía a un teléfono público con un puñado de monedas en sus manos, era que planeaba tener una conversación “interesante”. 

Luego de levantar la bocina, Juan Carlos introdujo la moneda en la ranura del teléfono y marcó el teléfono de Anita. Esperó unos segundos mientras contestaban del otro lado de la línea. 

Nosotros por nuestra parte, hicimos silencio para poder escuchar la conversación que se desarrollaría más o menos así: 

— Buenas… ¿Anita, por favor? 

Unos segundos de silencio…. 

— ¿Anita? Soy yo. 
—...
— No, por favor no me cuelgues... 
—...
— No, espera… por favor escúchame. 
— ...
—Es que… quería escuchar tu voz…. 
—...
— No he podido dejar de pensar en ti ni un solo segundo… 

Poco a poco la conversación de nuestra mesa se fue apagando para dar oídos a la conversación que se estaba dando en el teléfono. 

— Es que no soy capaz de seguir adelante si tú no estás conmigo… 
—...
— Lo sé, lo sé. Fui un estúpido por no haberme dado cuenta de ello. Por favor perdóname. 
—...
— A veces uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde…. 

Liliana que estaba en la mesa con nosotros soltó un suspiro. 

— Ay, tan lindo… 
— Shhh —respondió Walter— déjanos oír lo que pasa. 

Juan Carlos seguía en su empeño de lograr la reconquista. 

— Mira, Anita… Tu eres lo mejor que ha pasado por mi vida. 
—...
— Eres mi única razón para vivir. Eres el aire que respiro…. 

A medida que salían las frases de la boca de Juan Carlos, más y más estudiantes de las mesas vecinas iban dejando de conversar para ser testigos del drama que ha inspirado el mundo desde sus inicios: El amor imposible y la promesa de una reconquista. 

El teléfono público iba consumiendo monedas cada tres minutos, y nosotros, en un gesto de solidaridad con el enamorado, comenzamos a juntar todas las monedas de un peso que teníamos para que ese momento mágico no acabara para Juan Carlos. Pilas de monedas se fueron juntando al lado del compañero caído en desgracia. 

Durante varios minutos Shakespeare, Bécquer, Neruda, Mistral, Benedetti, y otros más estuvieron volando por el aire de la cafetería endulzando nuestros oídos. 

Con esperanza veíamos como las palabras de Juan Carlos se hacían más fluidas. Cómo su corazón se desnudaba en frases de amor, y su rostro se iba volviéndose cada vez más sereno y feliz. 

Ya no se escuchaba ni un murmullo en la otrora bulliciosa cafetería. Todos los oídos estaban escuchando a Juan Carlos. Todos los corazones palpitaban al unísono, confiando en que Anita y Juan Carlos se reconciliaran. 

— Si vuelves conmigo te juro que todo será distinto. Volveremos a ser uno solo. 
—...
— Te juro que no te voy a defraudar. 
—...
— Sí, lo admito. He cometido muchos errores, pero contigo a mi lado, sé que no voy a volver a fallar. 

Juan Carlos nos hizo señas con el pulgar en alto de que todo estaba saliendo de maravillas. Anita lo estaba perdonando. 

De pronto, la conversación tuvo un giro brusco. 

— No. Espera, eso que te contaron no es verdad… 
—...
— No. No te estoy engañando… 
—...
— Sí. Es cierto que estaba saliendo con otra persona… pero eso ya se acabó. 
—...
— Te lo juro hace más de tres meses que no salgo con nadie… 
—...
— Créeme que es verdad… 
—...
— Sí, es cierto. Ella era una estudiante de último semestre de derecho… 
—...
— Sí, pero eso ya se acabó…. Yo con ella ya terminé. Es que me aburrí de ella… 
—...
— En serio…te prefiero a ti… ¡qué pereza salir con alguien que es más inteligente que uno!… 

Si alguna vez ha habido un silencio absoluto, fue en ese momento en la cafetería. "…qué pereza salir con alguien que es más inteligente que uno…" La última frase había resonado hasta en los sitios más recónditos de la cafetería. Hasta el ronroneo del congelador paró en aquel instante. Nadie respiraba. No se escuchaba ni una mosca. 

— No, Anita… yo no te estaba diciendo bruta. 
—...
— No te pongás así. Escucháme… 
—...
— No… espera… yo no quise decir eso. 

Una vorágine acabó con todo en pocos segundos. 

— No, Anita… ¡no me cuelgues…! 
—...
— Por favor…. ¡ANITAAAAAA!


La cara de Juan Carlos estaba desfigurada cuando dio la vuelta hacia nosotros. En su mano izquierda aún le quedaban unas cuantas monedas. En su mano derecha el auricular a medio camino entre la oreja y el aparato. Con ademán lento terminó de colgar, al momento que con voz compungida nos dijo lo que ya sabíamos. 

— Me colgó… 

Fueron unos cinco segundos de silencio por el compañero caído. De pronto, una sonora carcajada de cientos de estudiantes retumbó por toda la facultad. 

Mientras Juan Carlos salía cabizbajo por la amplia puerta, los estudiantes retomaron sus charlas con un nuevo tema de conversación. La atestada cafetería volvió al bullicio habitual. 





Carlos Alberto Velásquez Córdoba





miércoles, 26 de abril de 2017

Derroche de cuentos

Hace poco el escritor Emilio Restrepo Baena  me invitó a participar en una actividad programada por un centro cultural de Don Matías.

El evento, que se llamó Derroche de Cuentos  consistía en una mañana de lecturas de cuentos por sus propios autores.

A continuación les comparto algunos cuentos

Una llamada por cobrar desde el infierno - Emilio Alberto Restrepo B.
Los deberes Infinitos -  Luis Fernando Macías Z
El paseador de perros  -  Gabriel Arango
En el arco iris - Amparo Angel
Amelia - Carlos Alberto Velasquez C.


___________________



Una llamada por cobrar desde el infierno 
Emilio Alberto Restrepo B.



Los deberes Infinitos
Luis Fernando Macías Z




El paseador de perros
Gabriel Arango



En el arco Iris
Amparo Angel


Amelia
Carlos Alberto Velasquez C.


Sinceros agradecimientos a Emilio Restrepo, Jose Leonardo Builes (Comarca Cultural),  Corparabólica TeleDonMatías y al taller literario de Asmedas en cabeza del profesor Luis Fernando Macías.

miércoles, 19 de abril de 2017

Tarde de rosas - Erev Shel Shoshaním (Poema hebreo )

Esta semana les traigo un poema en hebreo llamado  
Erev Shel Shoshanim. 

ערב של שושנים
נצא נא אל הבוסתן
מור בשמים ולבונה
.לרגלך מפתן

לילה יורד לאט
ורוח שושן נושבה
הבה אלחש לך שיר בלאט
.זמר של אהבה

שחר הומה יונה
ראשך מלא טללים
פיך אל הבוקר, שושנה
.אקטפנו לי

Tranquilos...  también les traigo la transliteracion y la traducción al español. 


Erev shel shoshaním

Erev shel shoshaním
Netzeh na el habustán
Mor besamim ulevona
Leraglej miftán

Layla iored le'at
Veru'aj shoshán noshvah
Havah eljash laj shir balat
Zemer shel ahavá

Shajar homa ionah
Roshej malé tlalím
Pij el haboker shoshana
Ektefenu li

Tarde de rosas

Tarde de rosas es
Ven vamos al jardín
Mirra, perfumes e incienso son
Para tus pies un tapiz

La noche desciende lenta
Y la brisa a rosas huele así
Te susurraré una silente melodía
Canto de mi amor por ti

Al alba arrulla una paloma
Tu cabeza de rulos sin fin
Tus labios cual rosa matinal
Los segaré para mí


Es una canción de amor hebrea que se usa en algunos casamientos judíos.  Se titula Erev Shel Shoshanim que puede ser traducido como Tarde de lirios o  Tarde de Rosas. (Shoshana puede traducir lirio o rosa). 

La música fue compuesta por Yoser Hadar y la letra por Moshe Dor. 

Les traigo dos versiones. 

La primera es de Fortunée Joyce Safdié, mas conocida como Fortuna,  una cantante brasileña de origen sefardí.  La canción fue grabada en su disco Novos Mares.  La segunda es de Feenjon Group & Avram Group





Espero que la música los haya transportado en el tiempo y el espacio. 

miércoles, 12 de abril de 2017

Amanecer. Un cuento de Adri Diaz

Hace poco en un taller literario hablábamos de analepsis y prolepsis. 

La analepsis  es una técnica que altera la secuencia cronológica de la historia, conectando momentos distintos y trasladando la acción al pasado.  Es decir, narrar en retrospectiva, como si se estuviera devolviendo la acción en el tiempo. 

Se diferencia del "Racconto" en que este último se devuelve al pasado pero la historia transcurre hacia adelante.

La prolepsis es un salto que se da desde el presente hacia el futuro anticipando los acontecimientos. 

Como aporte al mes del idioma y haciendo un homenaje a la escritora argentina Adri Diaz,  les comparto un bellísimo cuento con la técnica de analepsis.



AMANECER


Papá me acarició como si hubiese sido la primera vez que lo hacía. Rozó con su nariz mi mejilla y tuve la sensación de sentir como un cosquilleo. Fue extraño pero agradable. Me pareció que él también se estremecía por poder tocarme. No podía casi abrir mis ojos más tenía la sensación de que todo volvía a llenarse de luz. Cuando pensé que no iba a suceder algo más bello en ese día, escuché la voz de mamá. Era maravillosa. Musical e inconfundible. Tal como la recordaba. Quiero verlo, dijo y él se volvió hacia ella, conmigo en sus brazos. Creo que lloré. 

En el principio no había estado cómodo y feliz en aquel sitio. Tal vez por eso, cuando esta mañana me di cuenta que debía abandonarlo, me sorprendí intentando resistirme. Me fue imposible. Había algo pugnando porque saliera. Una fuerza externa. Incontrolable. Demasiada energía para lograr hacerle frente por mucho rato. Me mantuve firme todo lo que pude hasta que alguien me tomó de los pies. Consiguió asirse de ellos y tiró. Sentí que caía en un abismo y tuve miedo. No sabía que ellos iban a estar allí, esperándome.

Antes, todo me había resultado demasiado oscuro y casi no podía verme. No lograba hacer pie y mi universo se movía a un ritmo y modo que no conocía. No me imaginé que en algún tiempo, no iba a querer abandonar aquel mundo a ciegas en el que me movía y daba vueltas. Cuando recién había comenzado a acostumbrarme, llegaron a mí los sonidos. Pude oír. Entonces, dediqué gran parte de mi estadía allí, a distinguirlos. Eso fue en verdad entretenido. Lo que mejor se escuchaba eran sus voces. Suaves a veces, como saltarinas otras, pero siempre hermosas. Aprendí a reconocerlas y también a lo que percibí era mi propia voz pues sonaba a cada instante y desde adentro. Era mi latido. 
Así lo había explicado aquel guía que me condujo hasta ese lugar. 

En el origen, mi vida había transcurrido sin saltos ni remolinos. Una existencia continua y perfecta sin alteraciones ni discontinuidades. Disfrutábamos del silencio y de la quietud. Sólo a veces, con mis hermanos menores salíamos a jugar y andábamos de un lado al otro por las grandes extensiones de verde. Fue uno de esos días, en los que me tropecé con quién me había creado, paseando por el jardín. Como siempre que lo encontrábamos, una brisa nos envolvió. Se acercó a mí, se agachó hasta donde yo pudiera sentirlo y sopló su aliento. El ayudante que me acompañaba explicó que aquel era el respiro de lo que en adelante, se llamaría mi vida. En la tierra, agregó, y por primera vez, una pequeña tibieza me atravesó de punta a punta. Después supe que eso era la nostalgia.

Me despedí de aquel lugar en donde había vivido desde siempre. Tuve la sensación que quizás por un tiempo podría llegar a olvidarlo. Intenté absorberlo todo para llevarlo dentro de mí. Miré a mis hermanos menores y supe que los echaría de menos. Hasta que volvamos a vernos, les dije y sentí que entraba como en una cavidad desconocida. Estaba emocionado. Pronto conocería a mamá y papá.



 Adri Diaz



Si quieren conocer más de esta autora, les recomiendo visitar su blog:  La chica de Azul .  Encontrarán mas cuentos bellísimos. 

miércoles, 5 de abril de 2017

El bote: Buster Keaton

Hoy les traigo buen cine.

"El bote" del genial Buster Keaton. Un cortometraje filmado en 1921.

Que lo disfruten. 




Para los que quieran ver más cosas geniales de este gran actor, director y productor les dejo más enlaces de mi blog

One Week.   Buster Keaton y el buen cine  

El héroe del rio.  Steamboat


Hasta la próxima semana. 




miércoles, 29 de marzo de 2017

Una extraña forma de visitar varios museos

Esta semana les traigo una forma extraña de visitar varios museos.

Esta vez de la mano de la cantante china Jane Zhang con su video "Dust My Shouders Off".  

Los amantes de la música pop lo disfrutarán así como espero que los amantes a la pintura.  


En el video podrán ver cuadros de Edward Hopper, Vincent Van Gogh, Edward Much, Johannes Vermee, Andrew Wyeth, Georges Seurat,  M.C. Escher, Salvador Dalí y Rene Magritte, entre otros. 

Los desafío a reconocerlos. 





Para quienes aceptaron mi reto, aquí les va la lista de las obras que pude reconocer. 


  • Halcones nocturnos,  Edward Hooper
  • Autorretrato,  Vincent Van Gogh
  • Las espigadores,  Jean Francois Millet
  • La mujer del arete, Johannes Vermeer
  • El mundo de Cristina,   Andrew Wyeth
  • Tarde de domingo en la Isla de la Grande Jatte, Georges Seurat 
  • El grito, Edvard Much
  • La tentación de San Antonio,  Salvador Dalí
  • Ascendiendo y descendiendo, M.C. Escher
  • Galleria, M.C Escher
  • El hijo del hombre, Rene Magritte
Si alguien logra reconocer alguna otra obra por favor me escribe.  

Ah, y también hay referencias claras a personajes actuales como Mike Tyson, Salvador Dalí y los protagonistas de la película "Hombres de negro". 

Hasta la próxima semana. 

Posdata.  
Si quieren conocer el detrás de cámara para ver como hicieron el video de Dust my Shouders Off  hagan clic aquí. 


miércoles, 22 de marzo de 2017

Se acabó el año.

"El mundo está lleno de sufrimiento. La raíz del sufrimiento es el apego a las cosas. La felicidad consiste precisamente en dejar caer el apego a todo cuanto nos rodea."
 Siddharta Gautama - El buda.



Ya pasó el miércoles de ceniza y ya viene la semana santa...

Si.  Ya se va a acabar el año.   ¿No han tenido la sensación de que este año va muy rápido?

¿Alguna vez se han preguntado por que el año parece acabarse cuando llega el inicio de la cuaresma con el miércoles de ceniza?

Lo que pasa en que en los primeros días del año en todo el mundo hay un sentimiento de Carnaval. Pero el martes previo al miércoles de ceniza,  las fiestas se acaban.  Y ahí se nota la costumbre que tenemos los  humanos de anticipar. 

Yo he propuesto la ley de los 40 días y es que mas o menos cada mes y medio nuestra sociedad de consumo ha organizado fechas para que la gente compre cosas y celebre.  



Si miran bien,  en nuestra cultura se nos ha impuesto unas fechas en las cuales basamos nuestra existencia.  Tan pronto llega el inicio de la cuaresma (miércoles de ceniza) ya estamos pensando en la semana santa y cuando esta llega ya estamos preocupados por el regalo para darle a nuestra madre, a las madres de nuestros hijos, o las madres de nuestros nietos... 

No bien pasamos la fiesta de las madres, viene la del padre y así nos pasamos la vida pendientes de lo que viene sin vivir el presente. 

Nos mantenemos anticipándolo todo.  

Hemos caído en el "encanto" de ser humanos y tenemos que aceptar las consecuencias. 

¡Que afortunado es mi perro que no está pendiente de nada de ésto!    

.

miércoles, 15 de marzo de 2017

Curiosidades de Medellín (1)

Haciendo una investigación para una novela que estoy escribiendo,  me encontré  en el periódico El Colombiano del 24 de octubre de 2010 una nota de William Garces, que publicaba unos curiosos datos sobre Medellín.

De ahí surgió la idea para esta semana.

Los invito a que respondan las siguientes preguntas.

1. ¿Sabe usted dónde queda el parque Simona Duque?
2.  ¿Por qué la calle San Juan tiene ese nombre?
3.  ¿Cuál es la Avenida mas pequeña que tiene la ciudad?
4.  ¿Por qué se llama así el cementerio de San Pedro?
5.  ¿Cuales iglesias tienen dos frentes?
6.  ¿Por qué la calle los Huesos  se llama así?
7.  ¿Qué  había antes de construirse la plazuela de Rojas Pinilla, en el  centro de Medellín?
8.  ¿Cuál es el templo mas pequeño que tiene Medellín?




Respuestas:

Aclaro que las respuestas que doy son las que publicaba el periódico en 2010.  He agregado algunos datos extras. 

Aquí van. 

1. El parque Simona Duque es el que queda atrás del Teatro Pablo Tobón Uribe. 

2.  La calle San Juan (calle 44) tiene su nombre por la Batalla Noche de San Juan ocurrida en Cartagena el 24 de junio de 1821, cuando Padilla asaltó la flota monárquica en la bahía de las ánimas.  

3. La avenida más pequeña de Medellín es la Avenida Estrada,  ubicada entre los edificios Vásquez y Carré.


4. El cementerio de San Pedro tomó su nombre por don Pedro Uribe, uno de los fundadores. (no por el apóstol) 


5. Las dos iglesias que tienen dos frentes son la de San Antonio entre la  Avenida oriental  y Junin, y la de Jesús Nazareno entre Bolívar y Carabobo




6.  La calle Los huesos recibió su nombre por la cantidad de vendedores de huesos que en ella había. 

7.  En la Plazuela de Rojas Pinilla (también conocida como Plazuela de Anapo)  (Calle 54 con carrera 53 en el centro de  Medellín) quedaba anteriormente un Cementerio. 

8.  El templo mas pequeño de Medellin, queda en el barrio Aragón en el corregimiento San Antonio de Prado. 


Fuente: El colombiano 24 de octubre de 2010 Pag 6A (Area regional)


Después les traigo mas datos curiosos. 

miércoles, 8 de marzo de 2017

James Barry: la mujer que se hizo pasar por hombre para ejercer la medicina


Ahora, que muchos se quejan de que hay discriminación con la mujer, les traigo una historia que muestra lo difícil que era para una mujer perseguir sus anhelos en siglos pasados. Hay que reconocer que hemos avanzado bastante en la igualdad de derechos.  

En el siglo XIX un médico llamado James Barry fue el primero en realizar una cesárea exitosa en la que la madre y el bebé sobrevivieron. También fue un pionero al señalar la relación entre las cañerías contaminadas con materia fecal y las enfermedades como el cólera.   

Sin embargo pocos libros de historia de la medicina hablan de el... o de ella...  Y es que James Barry era una mujer que se hacía pasar por hombre.  

En ese entonces no estaba permitido a las mujeres ejercer la medicina y por eso ocultó su verdadero sexo hasta  el momento de su muerte ocurrida en 1865, cuando la enfermera encargada de preparar su cadáver se encontró con la sorpresa de que James no era "James".

Resulta que en 1789 nació en Coutri Cork, Irlanda una niña llamada Margaret Ann Bulkly. Tenía un tío llamado James Barry que era muy amigo de Francisco de Miranda, el prócer venezolano. Ambos creían que Margaret tenía aptitudes para ser médica, pero en esa época estaba prohibido para las mujeres estudiar medicina.  Entonces se les ocurrió hacerla pasar por hombre.  

El plan era que su tío la haría pasar por su sobrino homónimo y Miranda la llevaría a Venezuela para que ejerciera el oficio como mujer. Miranda fue apresado en Cadiz en 1816 por los españoles y el plan se vio truncado. Margaret debió permanecer como James Miranda Barry si quería ejercer. 

James Barry terminó su doctorado en medicina  en la Universidad de Edimburgo en 1812. Trabajó como asistente para el hospital del ejército británico como cirujano y sirvió en la batalla de Waterloo.  

Tesis doctoral de James Barry
Trabajó en varias colonias del Imperio Británico. En Ciudad del Cabo fue nombrado Inspector Médico de la Colonia Británica. Allí mejoró el suministro de agua potable y practicó la primera cesárea exitosa. En ese entonces solo se practicaba dicha cirugía para salvar el feto. Barry practicó la cirugía y ambos sobrevivieron. El niño fue bautizado James Barry Munnik en su honor.   Luego se trasladó a la isla Mauricio en 1828, Trinidad y Tobago y la isla de Santa Elena. Posteriormente estuvo en Malta, Corfú, Crimea, Jamaica y Canadá en 1831. Según los registros, en 1838 estuvo las Indias occidentales.

Fue ascendiendo hasta ser nombrado Oficial Médico de Primera debido a las mejoras que consiguió en las condiciones de salud de las tropas, pero en 1845 debió volver a Gran Bretaña al contraer la fiebre amarilla. 

James Barry junto a su criado John
y su perro psyche
El doctor James Barry se retiró en 1864 y murió el 25 de Julio de 1865. Cuando se dio a conocer que verdaderamente era una mujer se desencadenó una serie de comentarios de sus allegados que afirmaban que habían en algún momento sospechado de aquel "caballero".  De hecho el Dr. James Barry había sido muy amigo de lord Charles Somerset, gobernador de Sudáfrica y en algún momento se llegó a rumorar que tenían una relación homosexual. Todo quedó explicado al final. También se dijo que en algún momento de su vida había tenido un hijo. Nunca se supo quién fue el padre ni qué fue del bebé. 

Se dice que Margaret Ann Bulkly desempeñó muy bien su papel de hombre. Hay documentos que cuentan que una vez se batió en duelo con alguien que había cuestionado su hombría. 

Florence Nightingale, quien coincidió con él en la guerra de Crimea, declaró: "Tras su muerte me dijeron que era una mujer. Debo decir que se trataba de la criatura más endurecida que me haya encontrado nunca en el ejército."

De Margaret nadie volvió a hablar. Fue enterrada bajo el nombre de James Barry, con su rango oficial en el cementerio de Kensal Green.


A ella (o él) le debemos avances importantes en el manejo de la higiene. Medidas para el control del Cólera y la lepra y haber realizado la primera cesárea exitosa. Se cuenta que los indices de supervivencia de sus cirugías eran muy superiores a los demás cirujanos de la época. 

Hoy, 8 de marzo,  mi homenaje no es al doctor James Barry. Mi homenaje es a Margaret Ann Bulkly, la mujer que se hizo pasar por hombre para poder ejercer la medicina. 

Fuentes