La radio -nuestra querida y olvidada radio- fue por muchos años el medio de contacto de las familias con el mundo exterior.
El mismo Woddy Allen dirigió una película en 1987 que se llamó "Días de radio" en la que hacía un tributo a aquel aparatito, imprescindible en cada casa, ante el cual se tejió más de la mitad del siglo XX.
Mucho antes de la televisión, o el internet, las voces que salían por los aparatos de radio, entretenían y enseñaban.
Cuando niño escuchaba historias como "Kaliman", "Chambacú", "La ley contra el hampa", o incluso las clases de matemática o lengua castellana por las radio difusoras. Todavía me entretengo escuchando programas culturales que difícilmente se podrían televisar.
Pero a veces, no todo lo que se escucha por los altavoces es del todo cierto. Y no me voy a referir a "La Guerra de los Mundos" narrada por el genial Orson Wells. No. Esta vez quiero que ustedes vean cómo trabaja un demente en la cadena SER*.
El personaje en cuestión es Juan Carlos Ortega, quien con su voz privilegiada nos ha engañado varias veces.
Que lo disfruten.
Fenomenal.
*SER: Sociedad Española de Radiodifusión.
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