Según el génesis, Dios hizo el mundo en seis días y al séptimo descansó. Al octavo día, después de haber hecho la creación, comenzó a trabajar, y en ninguna parte se ha dicho que haya vuelto a sacar algún descanso, -hecho rebatible por cualquier ateo-.
Independiente de lo que digan unos u otros con respecto al descanso de Dios, nosotros los humanos tenemos la costumbre de dividir los días en semanas para poder marcar las fechas y cerrar ciclos. Para unos la semana comienza en lunes y para otros en domingo. No importa cuando se inicie, se supone que siempre hay un día de descanso en la semana y casi siempre es domingo.
El fin de semana es tan ansiado para aquellos que trabajan como para los que estudian. Si bien, casi todos aman los domingos, casi nadie quiere al lunes y comienzan a sentir nostalgia cuando el fin de semana está llegando a su fin para dar paso al odioso día.
Los lunes (o los martes luego de un puente festivo) generan odios. En algunos depresión y en otros pánico. Para muchos, el lunes implica el reencuentro con el trabajo (o el estudio) y la rutina. El lunes es la comprobación de que jamás podrán ser libres y estarán sometidos por siempre a las imposiciones de la vida. "¿Recuerdas cuando eras niño, y soñabas que cuando fueras adulto podrías hacer lo que quisieras?... ¿Qué tal te ha ido con eso?"
Los lunes son para muchos el volver a ser esclavos de sus responsabilidades. Solo unos pocos nos libramos de dichos sentimientos frente a los lunes. Por razones de mi profesión, durante más de 25 años he trabajado los domingos por lo que para mi los lunes son como cualquier otro día. No era el monstruo que marcaba el inicio de una semana sino uno de tantos días. Solo últimamente he tenido fines de semana libres y he llegado a comprender a mis congéneres.
Hace poco, hablando de esto con compañeros de trabajo, recordé una poesía que mi profesor de español de tercero de bachillerato, don Uberto (sin "m" y sin "h"), nos hizo aprender de memoria. Quizás en ese entonces me pareció una poesía simplona y floja. Ahora me parece una obra de arte que no es digna de un estúpido lunes.
Sin mas preámbulos les dejo la poesía escrita por Ciro Mendía.
"CONTRA EL LUNES"
Ciro Mendía
Lunes. El lunes es un día feo,
es el día más largo y más pesado,
el más estrecho, el más desfigurado
y el más inútil de los días, creo.
Es un día sin Dios y sin recreo
un paranada, tonto y desgraciado,
yo cuando veo un lunes a mi lado
lo maldigo, lo insulto y lo pateo.
Si es el día más simple y ordinario,
yo te pido, moroso calendario,
que lo tires al mar y a los atunes.
Si es un burgués infecto, nulo, bajo,
y es, en fin, el heraldo del trabajo,
hazme hoy mismo otro sábado del lunes.
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Ciro Mendía (1892-1979) Poeta y dramaturgo colombiano. Su verdadero nombre era Carlos Edmundo Mejía Ángel.
Posdata. Falta que alguien se le ocurra la poesía para el martes después de un puente festivo...
Desde Niño Leí esta bella poesía con la que me identificaba por Completo, hoy tengo 49 y sigo pensando igual, ya no tengo que Madrugar para ir al Colegio pero si veo como mis hijos sufren cada Domingo, El lunes es el perro flaco pero a alguien le tocaba hacer el trabajo y como dice el poema es el Heraldo del Trabajo, busqué en Internet por Mucho tiempo y no lo encontraba, anoche le comente a la hija mia y lo encontró tan rápido que quedé sorprendido. Gracias al Bloguero por compartir este poema
ResponderBorrarHacia tiempo que buscaba este texto poético que aprendí de niño en la escuela... Por fin lo tengo...
ResponderBorrarLo mejor: " Un burgués, infectó, nulo , bajo, en fin el heraldo del trabajo del trabajo....
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