"SOMOS ENANOS EN HOMBROS DE GIGANTES" (Bernardo de Chartres - S. XII)

miércoles, 30 de diciembre de 2015

Se acaba el año el 31 de diciembre. ¿En serio?

Los humanos somos muy dados a poner nuestros prejuicios por encima de la realidad. 

Por ejemplo, decimos que el norte está arriba y el sur abajo.  Tanto así que si nos muestran el siguiente mapa decimos que está mal orientado. 




Somos tan cuadriculados que pensamos que el mundo tiene que funcionar como nosotros creemos que es.

Pero no es así. El mundo funciona con nosotros o sin nosotros.  

Mañana, 31 de diciembre, será año nuevo para gran parte de los humanos. Los psicólogos y antropólogos dicen que los humanos tendemos a cerrar ciclos. Y por cuestiones de un individuo, cerramos el año los 31 de diciembre. 

Pues les contaré un secreto.   Somos la única especie biológica que cerramos el ciclo los 31 de diciembre. La naturaleza completa su ciclo el 21 de diciembre. 

Es probable que muchos ya hayan caído en la cuenta de que me refiero al solsticio de invierno (para el hemisferio norte). Sí, ese mismo que está abajo.  

Las plantas, las estaciones y muchos animales se rigen por los cambios que comienzan a aparecer a partir del 21 de diciembre, cuando la noche es más larga en el hemisferio norte y más corta en el hemisferio Sur. 




Yo prefiero estar del lado de mis otros compañeros de planeta. Para mí, al igual que para el resto del mundo biológico -exceptuando los humanos-, el año terminó el 21 de diciembre.   

De todos modos, dado que convivo con humanos casi todo el tiempo, aquí va mi saludo de año nuevo en la fecha convencional para todos ellos.   

Feliz 2016 (lo que queda de el). 


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