"SOMOS ENANOS EN HOMBROS DE GIGANTES" (Bernardo de Chartres - S. XII)
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miércoles, 30 de noviembre de 2022

Vale la pena ser médico

Hace ya más de quince años, al terminar un turno particularmente difícil, una compañera estalló en llanto. 

一Noo, Carlos. Ya estoy cansada de trabajar en las noches y los fines de semana. Es que vos no te imaginás lo que es llevar dos años haciendo turnos... ¡dos años!

Inmediatamente se interrumpió. Quizá, porque cayó en la cuenta de que yo tenía más de veinte años haciendo turnos y que los disfrutaba.  

一Tienes razón, Fulanita*. No me imagino lo duro que debe ser pasar dos años haciendo lo que no se quiere. Yo, afortunadamente llevo veinte años haciendo lo que me gusta. Te recomiendo una cosa: búscate algo que te haga feliz. 

A los dos meses renunció a su trabajo. Definitivamente odiaba laborar de noche o fines de semana. Le disgustaba tocar la piel sudorosa de los pacientes, estar en contacto con sus secreciones, o los olores que emanaban. No quería pasar su vida escuchando problemas ajenos y mucho menos, resolviéndoselos. 

Ahora es una gran profesional que trabaja en un alto cargo en una prestigiosa universidad, dirigiendo y coordinando a otros médicos en entrenamiento. En las fechas en que se celebra el "día del médico" publica en sus redes sociales que está orgullosa de su profesión y que ama ser médica. Hace un gran trabajo: ayuda a otros médicos a mejorar sus conocimientos, pero me queda el sinsabor de que en los siete años que pasó estudiando para ser médica, le quitó la oportunidad de estudiar medicina a alguien que a lo mejor estaría aun atendiendo pacientes y estaría feliz como yo de ejercer su profesión "frente al cañón" por mucho tiempo. 

Por cosas de la vida y necesidades de la institución donde trabajo, hace unos pocos años ocupo un cargo administrativo: Por más de treinta años hice turnos como cualquier recién egresado y fue duro para mí dejar los guantes y las suturas para cambiarlo por un escritorio y un computador. Aun sigo atendiendo pacientes en mi consultorio, porque lo mío es "ser médico". 

Ser médico es la profesión más bella que existe. Es una vida exigente, pero llena de retribuciones (más personales que económicas). 

A aquellos médicos que a veces sienten que ejercer la medicina es duro (y más en nuestro país), les quiero decir que ¡Vale la pena!

No dejen de ver el siguiente video y lo comprenderán. 



*Se ha cambiado el nombre para proteger la identidad. 

Nota adicional. Si eres de los que quieres estudiar una carrera de la salud, pero no quieres ver pacientes, estudia algo administrativo y dale la oportunidad a otras personas de ejercer su profesión por muchos años. 

Feliz día a todos los colegas comprometidos con sus pacientes

 


miércoles, 19 de octubre de 2022

Sánchez no es un apellido indígena.

Hace varios años leí una anécdota del escritor y periodista español Arturo Perez-Reverte, quien fue interpelado por un periodista mexicano, que lo acusaba de que sus ancestros habían venido a América a violar mujeres y destruir "nuestra" civilización.

Perez-Reverte le pidió que se identificara. El periodista se presentó (su apellido era Sánchez), a lo que el escritor le replicó que sus antecesores no habían viajado a América, y que él era el primero de su familia en venir a este continente. Sin embargo, quiso llamar a atención sobre el hecho de que el periodista fuera de apellido Sánchez, un apellido que no pertenencia a ninguna tribu autóctona americana, pero que sí tenía un origen español. 

"Entonces, su antecesor, ese señor de apellido Sanchez, fue el que vino a violar y acabar con la civilización indígena.  Pídale cuentas a su abuelo el genocida, no a mi"




Esta anécdota nos deja una reflexión: Mientras que a lo largo de la historia los países conquistados en otras partes del mundo se han sobrepuesto a su historia y han progresado orgullosos de sus raíces y la mezcla de sus ancestros, en Latinoamérica nos han hecho creer que solo somos descendientes de los nativos, y abjuramos del nuestro origen europeo. Nos negamos a aceptar que somos una mezcla de tres continentes (Una fusión de indígenas americanos, de migrantes europeos y esclavos africanos). Tenemos tres raíces de las que deberíamos estar orgullosos, porque lograron una mezcla maravillosa. 

Por siglos nos han vendido una narrativa de odio y resentimiento hacia nuestras raíces europeas olvidando que también somos sus descendientes. 

Ya es hora de dejar de culpar a unos supuestos extranjeros, por el presente que tenemos y pensar como construimos un mejor futuro.  

Precisamente, en estos días posteriores al 12 de octubre, en los que se ataca el nombre de "Día de la raza" (o en España, "día de la hispanidad"), pensemos si ese odio no es más que un pretexto para buscar culpables. 

Fomentar el odio a los que llegaron en barco hace 500 años y culparlos de todos nuestros males actuales, es simplemente un acto populista que pretende enardecer las mentes de los que no piensan, de los que no entienden su pasado. 

No existe ninguna deuda ancestral. Somos el resultado de la unión de antepasados de tres continentes. Cualquier deuda es con nosotros mismos. Aceptemos nuestros orígenes; dejemos de buscar culpables y aprovechemos la mezcla tan especial que resultó de esa fusión, para construir un futuro mejor, sin odios ni rencores. 

Para finalizar, quiero dejarles este video. ¡Que viva el día de la hispanidad! 



Fuente: 

Así dejo Perez-Reverte a un Sánchez que lo acusaba

Lea también 

España no tuvo la culpa

Contra la leyenda negra de España


miércoles, 5 de octubre de 2022

Contra el feminismo

Advertencia.  Esta columna, al igual que el video puede despertar reacciones airadas. Si eres de las personas que no puede tolerar pensamientos diferentes a los tuyos, tal vez no debas invertir tiempo en este tema y pasa a otro de este blog que se acomoden a tus creencias y gustos. Pero si al contrario, crees que puedes analizar puntos de vista contrarios y debatirlos sin que te sientas ofendido, bienvenido.  

Pero mejor dejar que el "Machirulo" (macho ostentoso) te explique sobre el video. Si aun así decides verlo, no me vengas con que soy un desgraciado machista heteropatriarcal. ¡Te lo advertí! 



Este vídeo es difícil de ver. Son veinticinco minutos de pedantería pura y sin efectos especiales. Mi consejo, si realmente quieres tragártelo, es que te lo pongas en cama al irte a dormir, o de fondo mientras estás fregando los cacharros. O mejor no lo veas, porque no lo he hecho para que lo vieras, sino para quedarme tan pichi. Quiero dejar claro que sólo lo publico porque estoy en Chipre y sooooy inimputable, hermano. Si estuviera en España posiblemente no me atrevería a publicarlo, o quizá lo haría con un condón blanco cubriéndome la cara. Así que no soy valiente, sólo tengo 3000 kilómetros de por medio e independencia financiera.

Antes de aullar con furia porcina sobre detalles técnicos de los vídeos, te invito a que leas el siguiente decálogo:

La única rebelión posible es la personal. Cuando lo acepta, ese desgraciado individuo, conocido con el nombre de hombre, arrojado muy a pesar suyo en este rincón del Universo, es capaz de sembrar al fin algunas rosas en las espinas de la vida.

Soy Fabián C. Barrio, el viejo lesbiano que ulula sobre una roca en mitad del Mediterráneo. Escritor y viajero chipriota. Overlander majestuoso. Hablo para vivir. Soy el Alcalde.

Mi correo: yo@saliadarunavuelta.com

NI SE TE OCURRA DECIRME QUE DEBERÍA ESCRIBIR UN LIBRO, LLEVO SEIS PUBLICADOS Y NO ME LOS COMPRA NI MI MADRE, ASÍ QUE NO VOY A PUBLICAR NADA MÁS HASTA QUE NO SE AGOTEN LOS QUE HAY EN EL ALMACÉN, CABRONES.

Ver también 

miércoles, 3 de agosto de 2022

Aprender a discutir y a disentir.

¿Te ha sucedido que cuando discutes con alguien con una postura diferente, cualquier evidencia que tengas será desestimada? Ya se trate del tema de la vacunas, la redondez de la tierra o la politica, siempre habrá alguien con el que no es posible dialogar y se empeñará en que su punto es el correcto a pesar de toda la evidencia que se exponga. 

El caso es que, con estas personas, muchas veces tenemos mas puntos en común que en oposición. La clave es aprender a distinguir a las ideas, de las personas. Es muy difícil cambiar creencias. Las creencias no son fáciles de cambiar a menos que la persona misma las cuestione... y muy pocos lo hacen. 

Por eso, al conversar, no ataquemos a las personas por su forma de pensar. Argumentemos sobre los puntos de vista, no sobre las personas. Entendamos por qué piensan de la forma en que lo hacen. Eso nos hace entender sus posturas y nos hace más tolerantes frente al otro, que, a pesar de la evidencia, piensa diferente. 

Les comparto este video de Guadalupe Nogués en una conferencia TEDx que dio en Argentina. Cómo hablar con otros que piensan distinto. Espero les guste.



 

miércoles, 13 de julio de 2022

¿Niñez Transgénero?

El 7 de julio de 2022 leí una columna, en el periódico El Colombiano que hablaba de un niño de 9 años, al cual su familia apoyaba y estimulaba frente al hecho de que se "percibiera como niña". 

Luego de su lectura me quedó una duda:¿Realmente este menor se percibía como de sexo contrario, o simplemente le gustaban algunos comportamientos sociales que tradicionalmente son considerados por nuestra sociedad actual como femeninos?

Aquí expongo unas reflexiones al respecto que van generar odios y que me convertirán en villano. No me importa. Sólo espero que al menos unos pocos entiendan el por qué, el estimular la ideología de género en los niños, es un acto de violencia contra ellos.


Desde el punto de vista biológico, lo normal en la naturaleza es la dualidad. Solo existen individuos genéticamente machos (XY) o genéticamente hembras (XX). Cualquier alteración cromosómica que no encuadre dentro de estos dos parámetros es un error de la naturaleza que se paga muy caro (un individuo con trisomía de cromosomas sexuales XXY o XXX, está predispuesto a mayores riesgos para la salud, incluso la muerte). El género es la expresión que tienen las caracteríticas sexuales en el individuo (masculino o femenino) y está determinado por patrones de comportamiento en algunas esferas (no en todas). La identidad de género es un invento de las sociedades humanas, y no tiene fundamento biológico. 

En algunas especies animales es evidente un comportamiento diferencial, dependiendo del sexo, pero esto solo ocurre en algunos aspectos, como en el relacionamiento con otros adultos (para la mayoria de las actividades rutinarias, como comer, dormir, respirar, defecar, no hay diferencia entre los sexos). En su relacionamiento social, los primates machos suelen ser más agresivos y territoriales que las hembras cuando están en grupo. Sin embargo, ante la dificultad de conseguir comida, algunos machos jóvenes suelen adoptar comportamientos femeninos para evitar ser vistos como potenciales rivales por el macho alfa quien controla el acceso a la comida. Asi, mostrándose femeninos, aplacan la agresividad del lider, o consiguen alimentos o privilegios que, de otra forma (siendo agresivos y varoniles), implicarian un enfrentamiento. 

A donde quiero llegar es que, comportamientos femeninos en un macho, no siempre implican identidad de genero alterada. Un niño que disfrute jugar con muñecas, dejarse el pelo largo, o que odie los deportes rudos, (tradicionalmente masculinos), no necesariamente tiene una identidad de género femenina. Puede ser que quiere evitar confrontación por saberse menos fuerte que los demás, y simplemente tiene comportamientos menos agresivos, que la mayoría considera femeninos.  

En la especie humana tradicionalmente hemos puesto falda, aretes y pelo largo a las niñas, y pelo corto y pantalón a los niños, sin que haya otra forma de diferenciarlos por sus rasgos físicos no genitales. Es la pubertad en la que externamente podemos empezar a distinguir un macho de una hembra. Si cubriéramos sus genitales durante la infancia, sería casi imposible distinguir un niño de una niña y por eso, socialmente utlizamos señales como el largo de su cabello, la pintura en sus uñas, o las aretas en sus orejas. Ser mujer no significa peinarse el cabello con una moña, pero para un menor de edad, ese puede ser el significado de "ser mujer".

De ahí que es muy dificil establecer si realmente un niño tiene una identidad de género asintónica. Antes de la pubertad o la adolescencia un niño que "se comporta como niña" o de aspecto femenino no necesariamente se siente atraído sexualmente hacia los varones; simplemente no se identifica con el grupo de individuos de pelo corto y pantalones, rudos y agresivos que juegan brúscamente. Igualmente la niña a la que le gustan los comportamientos rudos no necesariamente se siente atraida sexualmente por las niñas. Hay niñas que son peleoneras, agresivas, bruscas ("poco femeninas") y eso no indica para nada que su sexualidad sea masculina, así como no predice que de adulta será una lesbiana porque de niña no era pacífica, delicada y cariñosa. 

En los niños no se puede hablar de que haya atracción sexual hacia un género sino más bien atracción social hacia los comportamientos y "adornos" que tradicionalmente acompañan esos géneros a traves de los siglos.  

Si hubiera un pueblo aislado, donde los varones usaran falda en lugar de pantalón y cabello largo con hebillas, y las niñas de 9 años jugaran juegos de contacto agresivo, usaran pelo corto, vistieran pantalón y no llevaran aretas, cualquier niña que quisiera usar falda sería mal vista. Igualmente pensarian lo mismo de un niño que decidiera lucir como niña. Es decir, cortarse el pelo, quitarse las aretas y usar pantalón. De ahí que la identidad de género es un "constructo social".  El hecho de que un niño escocés (en la Escocia tradicional) pidiera que le dejaran usar falda como los guerreros, no lo convertía en un transgénero.  

El transgenerismo realmente no está relacionado con el sexo de una persona sino con los comportamientos tradicionalmente asociados a un género y que no dependen del mismo, sino de las tradiciones. Un niño que odia los deportes de contacto, que le molesta el futbol o que no le interesa la mecánica pero disfruta jugar con muñecas o hacer manualidades tipo collares no es un homosexual. Simplemente es un individuo que disfruta de comportamientos mas suaves y "socialmente" femeninos. El problema surge cuando a ese niño lo estimulan a que se perciba como mujer y lo encaminan a que, en el futuro busque pareja del mismo sexo. Ahí es donde está el error. 

La sociedad actual está haciéndoles creer a los niños que son mujeres por el simple hecho de que tengan gustos "femeninos". Ese niño varón que disfruta de hacer collares, nunca será una niña: seguirá siendo un niño (XY) con gustos femeninos. Encaminarlo a que se cambie los genitales o que busque su pareja entre los del mismo sexo es un error garrafal. Solo hasta que sea un adulto, él podrá decidir si le gustan las mujeres o los hombres. Decirle a un chico de comportamiento menos agresivo (tradicionalmente femenino) que es una niña, y que nació con el cuerpo equivocado es un crimen que atenta contra la naturaleza y contra la misma sociedad, y especialmente contra los derechos de ese menor que simplemente quiere "jugar a ser niña".

Nuestra sociedad debe aprender a ser tolerante con el niño que no le gusta el futbol y los deportes de choque y con las niñas a las que les gustan los deportes violentos. Debe entender que habrá niños que tienen comportamientos menos varoniles y niñas que tienen comportamientos masculinos. Eso no es trangenerismo, es simplemente gustos. No es que hayan nacido en un cuerpo equivocado. No es que sean "niñas con pene", ni "niños con vagina". Los niños siempre tendrán cromosomas XY y las niñas, XX, incluso, si de adultos toman la decisión de hacerse operar para parecer físicamente del sexo opuesto. Sus genes y sus cromosomas nunca cambiarán a pesar de sus gustos y preferencias. 

Con esta entrada quiero hacer un llamado a los padres de familia: Si sus hijos hombres tienen comportamientos femeninos o si sus hijas mujeres tiene comportamientos masculinos, no estimulen en ellos la idea de que nacieron en cuerpos equivocados. ¡Ámenlos! No estimulen eso de que "tienen que cambiar de sexo" para darle gusto a la sociedad progresista. Entiendan que sus hijos tienen "gustos diferentes" pero no los obliguen a tomar partido, como si realmente fueran del género opuesto. A lo mejor simplemente quieren "jugar a ser del sexo contrario". Dejen que de adultos decidan si quieren comportarse como alguien del otro sexo. Que sea la decisión de ellos cuando sean adultos, nunca de niños.  

Decirle a un niño que es una niña porque así él lo quiere o por que sus mayores lo perciben muy femenino, es engañarlo, y tal vez condenarlo a que viva una vida de confusión en el futuro. Un hombre siempre será biológicamente hombre (celularmente XY) a pesar de que modifique artificialmente su cuerpo y adquiera comportamiento femenino. Tendrá enfermedades de hombre, tendrá el mismo riesgo cardiovascular de un hombre y el mismo riesgo de sufrir cáncer de prostata aunque decida maquillarse y vestirse como tradicionalmente se visten las mujeres. Las mujeres tendrán ovarios y útero y aunque se los hagan extraer, sus células seguiran teniendo material genético femenino. La biología no puede alterarse por más que el individuo lo desee. Debemos entender que quien nace de un sexo determinado seguirá siendo biológicamente de ese sexo, a pesar de adoptar comportamientos y preferencias del otro. Hay que entenderlo y aceptarlo: Esa es la verdadera inclusión:  Comprender que esa persona es libre de adoptar otra actitud aún en contra de su biología, pero nunca, sucumbir ante el engaño de que si cree que es una mujer, lo será. Por más que yo quiera creer que soy un perro, ande desnudo en cuatro patas, ladre y levante la pata trasera para orinar en cada poste, seré un perro. Biológicamente seguiré siendo humano. 

No debemos castigar o discriminar a un niño varón que prefiere jugar los juegos de la niñas y no quiere jugar como lo hacen los niños de su propio sexo, pero no estimulemos en los niños la creencia de que al desear ser del otro sexo se convierten automáticamente en el género opuesto.

Como decía el comediante Bill Maher recientemente: Si los niños de 8 años supieran lo que quieren ser de adultos, el mundo estaría lleno de vaqueros y princesas. Yo quería ser un pirata. Gracias a Dios, nadie me tomó en serio y programó una operacion para sacarme un ojo y cortarme una pierna. 



miércoles, 29 de junio de 2022

Progresismo

Desconozco quien es su autor, pero está genial.



Nevó anoche...

8:00-Hice un muñeco de nieve.

8:10-Una feminista pasó y muy airadamente me reclamó porque no hice una mujer de nieve.

8:15-Así que hice una mujer de nieve.

8:17-Mi vecina feminista nuevamente se quejó de los pechos voluminosos de la mujer de nieve, diciendo que había hecho el muñeco con una mirada masculina y lujuriosa y que “mi engendro” no representaba a todas las mujeres del mundo, que no quieren que las valoren por sus senos.

8:20-La pareja gay que vivía cerca armó un lío diciendo que debería haber hecho dos hombres de nieve.

8:22-El vecino hombre trans... mujer... preguntó por qué no hice solo una persona de nieve, con partes “destacables”.

8:25-Los veganos al final de la calle se quejaban de la nariz de zanahoria, alegando que los vegetales son comida, no decoración de muñecos de nieve.

8:28-Me llamaron racista porque la pareja de nieve es blanca.

8:31-El musulmán al otro lado de la calle exigía que la mujer de nieve fuera “totalmente cubierta”, de inmediato.

8:35-El vecino del PS reclamó el color azul de la bufanda de mi muñeco diciendo que yo cometía un delito electoral por promover a la mesa de la unidad.

8:38-El vecino epidemiólogo me reclamó a gritos porque mi muñeco “no tenia cubrebocas”. Me llamó “irresponsable”.

8:40-La policía llegó diciendo que alguien había sido ofendido.

8:42-La vecina feminista reclamó nuevamente que la escoba de la mujer de la nieve necesitaba ser removida, porque representaba a las mujeres en un papel doméstico.

8:43-El representante de derechos humanos llegó y me amenazó con interponer una demanda “ejemplar”.

8:45-Apareció el equipo de reportajes de televisión. Me preguntó si sabía la diferencia entre los hombres de nieve y las mujeres de nieve.

Yo respondí “bolas de nieve′′ y ahora me llaman “sexista”.

9:00-Yo estaba en las noticias como sospechoso de terrorismo, racismo, homofobia, sexismo, machismo, xenofobia, transfobia, nazismo, fifí, “neoliberal” y delitos contra la salud.

9:10-Me preguntaron quienes eran mis cómplices.

9:15-Mis hijos fueron llevados al tribunal de menores para su “custodia”.

9:20-Un diputado me acusó de haber recibido millones de dólares para “atacar a la estabilidad del país”.

9:29-Manifestantes de extrema izquierda, ofendidos por todo, marcharon por la calle exigiendo que me arresten.

9:35-La policía ya giró “orden de aprehensión” en mi contra. Tuve que salir a escondidas del país.

Al mediodía todo se derretía.

Moraleja:

No hay moraleja para esta historia.



Esto es en lo que nos hemos convertido, con esa imbecilidad de lo que es “políticamente correcto”, donde dentro de poco, dar nuestra opinión -sobre el tema que sea- podrá ofender a alguien.

(Autor desconocido).




miércoles, 15 de junio de 2022

La teoría de la estupidez. Dietrich Bonhoeffer

Para hacer arder el mundo no se necesita que haya mucha gente mala. Basta con uno solo que proponga la maldad como camino y que haya cientos o miles de estúpidos que lo sigan. 

Eso explica el holocausto nazi, las guerras, las dictaduras, o las hambrunas por culpa de los políticos. 

Hannah Arent ya habia hablado de esto: el alemán promedio no era nazi, pero todo un país se dejó convencer de que era legal atacar judios. La gente buena, también hace cosas malas cuando son engañados.   

Para hacer una guerra no se requiere que haya muchos ciudadanos que la deseen; basta con que su lider desee entrar en guerra y que haya miles de partidarios que lo apoyen en su locura creyendo que es lo mejor. Peor aún, basta que un líder, con el pretexto de la paz, fomente la delincuencia, la injusticia y la violencia. 

El peligro para un país democrático que irá a elecciones no es que haya un candidato que use la maldad como medio para conseguirlo que desea. Un solo candidato no es peligroso. El peligro real es que a ese candidato lo sigan personas manipulables que crean que su líder hace lo correcto. 

En Medellín, hace tan solo unos días, una joven de 19 años, estudiante de química, murió al estallar una bomba que construía. Sus allegados aseguraban que la joven lo hacía "para luchar por los derechos humanos". 

¿Acaso es posible que alguien piense que la mejor forma de luchar por los derechos humanos es fabricar bombas que matan gente? Infortunadamente hay personas que así lo piensan... y es que hay mucha gente estúpida que se ha dejado manipular por los que hacen de la maldad una forma de conseguir lo que se proponen.  

Destruir un semáforo, quemar un bus, bloquear vias, quebrar vidrios o incendiar edificios públicos bajo el pretexto de que están luchando por la comunidad es absurdo, pero hay muchos estúpidos que creen que eso es lo correcto. (y muchos de estos terroristas son considerados héroes por otro número mayor de pendejos). La manipulación mediática contribuye enormemente a esto.

Los invito a ver este video, que explica por qué hay tanto pendejo siendo manipulado por unos pocos que fomentan el mal; estúpidos que, contra toda evidencia, se niegan a creer que están siendo manipulados, (precisamente porque son pendejos —Idiotas útiles). 

Según veremos adelante, es más peligrosa una persona que actúa con estupidez que con malicia, porque los estúpidos creen de verdad que hacen lo correcto. Además, los malos son pocos, pero los pendejos están a la vuelta de cada esquina, y se reproducen como levadura cuando llegan los tiempos de crisis. 



El video se basa en las teorías de Dietrich Bonhoeffer, un pastor que en la Alemania nazi tuvo el valor de enfrentarse a lo que la gente consideraba políticamente correcto. Fue apresado y condenado a muerte unas semanas antes de que llegara la liberación de Alemania por las tropas aliadas.  

Bonhoeffer tenía muy claro que hay estúpidos que siguen a los líderes porque no pueden pensar por sí mismos. 
_________

Dietrich Bonhoeffer (1906-1945) fue un lider cristiano alemán que participó en el movimiento de resistencia contra el nazismo. Fue apresado en 1943 y ahorcado en abril de 1945.  Su vida ha inspirado la publicacion de varios libros y películas. 

miércoles, 18 de mayo de 2022

La ventana de Overton y la transformación de la opinión pública

Hace unos días una amiga me propuso que escribiera sobre la ventana de Overton.

En otras oportunidades he hablado de diversas formas de manipulación de masas, por lo que me pareció un tema muy apropiado para esta época, precisamente porque estamos bombardeados por doctrinas que intentan cambiar lo que antes considerabamos normal y nos quieren imponer otra "normalidad". Además, porque estamos en época electoral y vemos políticos ajustando sus "principios" para obtener votantes. 

La ventana de Overton toma su nombre de Joseph Overton, un ejecutivo que analizó los cambios de los políticos frente a la opinión pública a través de los años y que descubrió que no son ellos (los políticos) quienes manipulan a la población sino que es al contrario: Los políticos se acomodan a la opinión de los ciudadanos para obtener sus votos. 

Sin embargo, posteriormente hubo una interpretacion diferente a la teoría de Overton que planteaba todo lo contario: Que es posible manipular la opinión pública. 

Según esta interpretación, la ventana de Overton explica cómo se puede llevar a una sociedad a cambiar de opinión desde una postura impensable o radical, a la completamente contraria y "políticamente correcta". Básicamente establece unos pasos secuenciales para hacer que las cosas que son tabú se vuelvan aceptables y normales para la opinión pública.

Cualquier tema considerado totalmente tabú (del que nadie puede hablar), puede ser convertido en una postura radical, tema del que sí se puede hablar, (generalmente analizado por  expertos), luego hacen que el fenómeno sea aceptable para algunas personas, luego sensato, popular, hasta conseguir que toda una población considere normal dicho comportamiento. 

Aquí va el paso a paso: 

1. Lo impensable (tabú): Hay temas que no se tocan. No se mencionan porque son impensables para la opinión pública. La gente los considera inmorales o inaceptables desde todo punto de vista.  

2. Lo radical:  Lo que antes era impensable se convierte en algo radical. A través de expertos y científicos se trata de explicar a la gente por qué algunas personas están en los extremos. Generalmente se muestran como víctimas o como minorías: "los pobres aborígenes que son caníbales", "las pobres mujeres que son victimas de violación y no tuvieron más alternativa que abortar", "nuestros ancestros indígenas usaban drogas para entrar en contacto con los dioses", "los de ahora, son desafortunados drogadictos que están enfermos y dependen de las drogas", "los delincuentes son el resultado de una sociedad desigual y no eligieron ser asesinos, ni secuestradores". Se dan explicaciones de por qué algunas personas son radicales y se pretende generar cierta empatía hacia ellos. 

3. Lo aceptable  Se muestra que en algunos casos ese comportamiento es aceptable ("solo en algunos casos"). "Esos aborígenes culturalmente han sido antropófagos". "Esas mujeres debido a sus condiciones infrahumanas tuvieron que abortar, aún a costa de arriesgar sus vidas". "De no usar drogas, los adictos sufrirán lo indecible: necesitan drogarse, además, los indigenas se drogaban como un acto normal". "Los insurrectos estan luchando por tener condiciones mínimas de vida, ante un estado que los ignora; fueron obligados a tomar las armas". Hacen que la opinión pública acepte ese comportamiento como una desviacion de lo normal, y se conmina a que no los discriminen y que la sociedad los acepte. (¡pobrecitos!)

4. Lo sensato Aquí muestran que es sensato lo que antes era impensable. "·La antropofagia es mejor que morir de hambre". (observen el cambio de palabra). "Es más sensato abortar que traer hijos a sufrir al mundo.  Además es más sano abortar tempranamente que arriesgarse a un parto peligroso. Y es más sensato que se aborte en un hospital que en una clínica clandestina". "Lo sensato es que se legalice la droga para que los adictos no se droguen en condiciones peligrosas. Es sensato que se legalicen las drogas para que se acabe el narcotráfico ilegal". "lo sensato es que a los bandoleros los amnistíen para que no maten ni secuestren a más gente". 

5. Lo popular  Se busca el apoyo de personas influyentes, actores, actrices,  personas de farándula, escritores, políticos o académicos para que muestren a quienes tienen esas conductas como héroes o heroínas. Se les muestra como protagonistas de películas y libros.  "Abortar es un acto de valentía, es un acto de responsabilidad", "drogarse es cool", "comer carne humana es solo para gente prestigiosa y de buen gusto", "los narcotraficantes son genios incomprendidos al estilo de Robin Hood, y los guerrilleros son los ídolos del pueblo: su lucha armada es en beneficio de los pobres". A los que se oponen a dichas interpretaciones, se les tacha de intolerantes, de beligerantes, enemigos de la democracia, fascistas, neonazis y opresores. En todo caso, quienes se opongan, serán considerados como radicales de mente estrecha, y un peligro para la sociedad civilizada.    

6. Lo normal (Políticamente aceptado)  finalmente la población lo acepta como un acto normal. (Lo aceptado y correcto).  Es normal drogarse. La "interrupción voluntaria del embarazo" (antes aborto) es  un derecho. Exigir que un médico aplique un medicamento para adelantar la muerte a un enfermo es un ejercicio constitucional, y los profesionales que lo hacen son convertidos en héroes. Consumir drogas es ejercitar el derecho a la libre personalidad. Un guerrillero no tiene por que pagar por sus crímenes y tiene el derecho a legislar o dirigir un país... 

Y,  pobre de quien se oponga... 


Los invito a hacer el ejercicio con cosas que hasta hace unos años eran impensables: el divorcio, las relaciones extramaritales, el homosexualismo, el aborto, la eutanasia, el uso de drogas, la pedofilia, la corrupción, el secuestro, el asesinato, etc. Verán que se ha dado una manipulación gradual. Algunas son ya aceptadas y otras están en proceso. 

Hasta hace unos años una mujer menor de edad no podía tener relaciones sexuales a menos que estuviera legalmente casada. La mayoria de edad para ser autónoma eran los 21 años, luego bajó a 18 y ahora una joven de 14 años puede considerarse "autónoma" para decidir sobre su vida sexual. Hace unos años la novela "Lolita" de Nabokov era censurada, por tratarse del amor de un adulto hacia una adolescente. Ahora se considera una obra de arte... ya la pedofilia está dejando de ser un comportamiento radical y empieza a ser aceptable en ciertos ambientes. Algunos ya hablan de que es sensato sentir atracción por menores de edad y hasta han bajado el límite de edad para que parezca normal.  

En el proceso se usan eufemismos: ya no se habla de que el aborto es un delito y ya no se considera la muerte de ese bebé como un asesinato. Se le denomina: Interrupción Voluntaria del Embarazo, en un esfuerzo de que no se piense en lo que le ocurre al feto. (En otras palabras: "Olvida al bebé, enfócate en que lo que interrumpes es un embarazo, y no te sentirás culpable"). 

Con seguridad, que el dia que quieran ahorcar a alguien lo llamarán "Interrrupción externa de la respiración", y la gente lo aceptará con más facilidad.

En el caso de la eutanasia, tomaron el eufemismo de "muerte digna", (como si el asesinato cometido por un médico en un enfermo que quiere morir, fuera una forma de morir dignamente, y como si no existieran formas más dignas de morir). 

Ya nadie mata a otro por ser delincuente o criminal, los noticieros lo llaman un "acto de intolerancia" para suavizar el asesinato. La guerrilla no secuestra, simplemente hace retenciones temporales (o retenciones arbitrarias). No se asesina a sangre fría, se hacen "ejecuciones extrajudiciales". Ya no hay delincuentes o criminales, sino "grupos al margen de la ley". Ya no extorsionan sino que "solicitan" el pago de un "Impuesto social". Ya no se habla de "vándalos", sino de "héroes inconformes".

Al ataque sistemático a las tradiciones le llaman "lucha por las libertades individuales" o "progresismo". Proponen la libertad de expresión, siempre y cuando solo se expresen las ideas progresistas. Hablan de tolerancia (con la población LGTBI, con los consumidores de droga, etc., pero son intolerantes con cualquiera que quiera rezar un rosario o que lleve un hábito religioso). Piden a gritos libertades individuales, pero vandalizan los templos donde los más conservadores se reúnen, porque consideran a la religión como peligrosa para una sociedad de "mente abierta". ¿Dónde está la tolerancia?

A través de los años nos han venido manipulando para que las personas consideren como normal y aceptable cosas que hace unos años eran impensables. Y esto no es nuevo. Así se logró que un asesino como el Che Guevara, se convirtiera en un ídolo juvenil. La propaganda nazi hizo lo mismo en su momento, y provocó que toda una nación persiguiera a una etnia y acolitara su holocausto. Ahora la ventana se ha movido al lado contrario y quien se oponga a lo que alguna vez se consideró inmoral o impensable es calificado de nazi, de intolerante, o de peligroso para la comunidad.  

Aclaro que los pasos que describí también han servido para cosas buenas: El voto femenino, la equidad racial, la mejora de las condiciones laborales, etc.  Se requiere de mucha inteligencia y buenos principios éticos para distinguir cuándo se usa con fines adecuados y cuándo se usa para manipular a la masa.  

¿Hay forma de evitar esta manipulación? Claro que sí, pero depende de que cada individuo reconozca que está siendo manipulado, y ahí es donde reside el problema. Muy pocos descubren que a través de los años se ha dado la manipulación, porque se hizo en nombre de las "libertades individuales" y se dio de manera tan gradual que fue imperceptible para la gran mayoría.  

Ahí les dejo la inquietud. 

Si quieren saber más sobre la Ventana de Overton, y sus nuevas interpretaciones les comparto estos dos videos que tienen sus diferentes puntos de vista. 





miércoles, 13 de abril de 2022

Negociación y aprendizaje

Hace poco un autollamado "Coach" puso el siguiente video y después pidió su opinión al público presente. 

 (les recomiendo verlo antes de continuar).   

Todos los asistentes (o casi todos) invariablemente llegaron a las mismas conclusiones: 

1. "La mujer del video hizo lo correcto". 

2.  "Hay que saber valorar el trabajo de los expertos". 

3.  "Valía lo mismo pagarle al profesional que hacerlo ella, y se ahorraba problemas.

El coach remató concluyendo que nadie dudaría de que la señora tomó la mejor decisión. 

Pero como tengo una forma diferente de pensar, le manifesté que yo no estaba de acuerdo. Para mí la señora había hecho un mal negocio. 

Al expositor no le gustó mucho que lo contradijera y me pidió explicación. 

Aquí va: 

El pintor le cobraba 2000 pesos por hacer todo el trabajo.  Si ella lo fuera a hacer, le debía pagar 350 al pintor para que le enseñara. Tendría que destinar 700 pesos para el alquiler de las herramientas, 400 por la escalera, 200 pesos por la pintura y 350 para pagarle al ayudante. (En total, los mismos 2.000 pesos que cobraba el pintor por hacer todo)

Pero hay una diferencia fundamental. 

Ella habría aprendido a hacerlo... 

... la próxima vez que ella quisiera pintar algo, le saldría a 1.650, porque ya contaría con el conocimiento para hacerlo.  

Yo sí hubiera pagado los mismos 2000 pesos para que la casa quedara pintada, y de paso, aprender a hacerlo. 

Y no se preocupen por el hombre. Él no hubiera perdido dinero. Habría ganado exactamente lo mismo por su tiempo invertido y por el uso de sus herramientas. (Recuerden que de todos modos el tendría que pagar, de sus 2000 pesos recibidos, el ayudante, la pintura y el alquiler de la escalera). 

Ella habría aprendido una nueva habilidad, y él podría explorar una nueva forma de emprendimiento: dedicarse a enseñar a otros (cobrar por compartir su conocimiento) y montar una empresa de alquiler de herramientas para los aprendices. ¡Qué ganancia tan maravillosa para ambos! 


Así que no "coman cuento". Siempre hay otras formas de ver las cosas. 

... y siempre hay que aprovechar cada oportunidad de aprender algo.

miércoles, 2 de marzo de 2022

El conflicto entre Ucrania y Rusia

Esta semana, y dados los hechos recientes, les traigo una buena explicación de lo que está ocurriendo en Ucrania. El problema es más antiguo de lo que muchos creen y sus raices mucho más  profundas, de lo que imaginan. 

Muchos medios lo ven como una infame invasión de un país grande a uno pequeño, que abre llagas no cicatrizadas sobre la triste y horrorrosa historia del holodomor, pero para otros es la respuesta de un país (Rusia) a un ataque lento y desapercibido que la OTAN ha trazado desde hace varias décadas violando pactos y anexando estados que antes eran fieles a la Unión Soviética, y sobre los cuales había prometido no avanzar. El equilibro se venia perdiendo desde hacía mucho y estas son las consecuencias. Esto no se trata de una lucha entre malos y buenos. A veces cuando uno profundiza, descubre que cada quien tiene sus razones. La insensatez humana no conoce límites.

El video con la explicación corresponde al programa "Nos cogió la noche" de Cosmovisión, emitido por el canal Teleantioquia .  El experto invitado es Juan David Escobar, politólogo.


Este video fue emitido el 24 de febrero de 2022.



Hasta la próxima semana. 

miércoles, 23 de febrero de 2022

Dos cuentos para pensar: Impunidad y Eugenesia

Los siguientes microcuentos estaban destinados a salir publicados en un libro.  Pero, dadas las circunstancias¹, el parto debió adelantarse. 

A veces no hay mejor argumento que la literatura. 




IMPUNIDAD

 Carlos Alberto Velásquez Córdoba.


La primera vez que quisieron matarlo, usaron un veneno. Por varios días estuvo sometido a dolores insufribles y a convulsiones incontrolables, pero sobrevivió milagrosamente. En vista de que continuaba vivo, fue atacado, unos días más tarde, con un objeto metálico con la intención de mutilarlo. Hubiera sido desmembrado de no haber permanecido acurrucado y en silencio en la oscuridad de su guarida. Dos días más tarde volvieron a entrar por él, pero tampoco esta vez pudieron dañarlo. Los sicarios eran inexpertos.

Veinte años después, él aún no olvidaba el intento de homicidio al que había sobrevivido. Solo sabía que había sido una mujer la que lo había dispuesto. Luego de mucho reflexionar, decidió investigar a profundidad y finalmente, al cabo de cinco años, dio con su paradero: Ella se había trasladado a otra ciudad y aunque cambió su apellido, la encontró. La estuvo vigilando por varios días. A simple vista parecía un ama de casa cualquiera, con un hogar conformado por unos hijos adolescentes y un esposo enamorado. Nadie podría imaginar que aquella mujer, años atrás, intentara perpetrar un homicidio.

Mucha gente le recomendó que dejara las cosas como estaban, que podía considerarse afortunado por ser un sobreviviente, pero él no olvidaba lo que ella había querido hacerle y acudió a las autoridades. Pretendía que pagara por haber intentado asesinarlo cinco lustros atrás. 

El fiscal que lo atendió, lo escuchó asombrado y finalmente le respondió que no había nada que pudiera hacerse contra ella o quienes le hubieran ayudado: en primer lugar, porque los hechos habían ocurrido hacía mucho tiempo y no había pruebas de nada. En segundo, porque ella podría justificarse diciendo que, cuando intentó asesinarlo, era apenas una adolescente desesperada, y que, al fallar en tres ocasiones, cambió de opinión y le dejó vivir.  Además, al pretender asesinarlo, ella estaba en todo su derecho.  Al fin y al cabo, intentar practicarse un aborto, ya era, para ese entonces, un procedimiento absolutamente legal.


FIN

 

(c) Carlos Alberto Velasquez Córdoba (2021)



 

EUGENESIA

 Carlos Alberto Velásquez Córdoba

 

En estos días estaba leyendo unos periódicos antiguos y descubrí que se gastaba mucha tinta en discusiones sobre el aborto.  En uno de ellos pude leer la frase de un opositor, que decía: “Es irónico que todos los que están a favor del aborto, hayan podido nacer”, y luego argumentaba que era una desfachatez que se pidiera el aborto para otros, mientras se tenía el privilegio personal de estar vivo. También en sentido contrario, leí defensas muy bien sustentadas apoyando el aborto, y pensé en la increíble y maravillosa forma cómo mi civilización suprimió por completo esa discusión. Ya nadie, en la actualidad, menciona ese tema.

¿Quién lo creyera?  Todo empezó con los estudios genéticos sobre el ADN. Primero se estudió in útero quién sufriría enfermedades genéticas al nacer, y posteriormente, quién padecería enfermedades crónicas.  Luego de tomar unas pocas células del embrión, no era difícil saber quién sufriría un infarto y a qué edad moriría, o quien sería diabético a los 43 años.

Media década después se tuvo conocimiento de cuál sería la inclinación sexual en su etapa adulta o sus gustos académicos. Con la simple muestra de una minúscula célula tomada del líquido amniótico, se podía prever quién sería médico, quién abogado, o quién artista.

El culmen llegó cuando se pudo identificar a través del estudio de su ADN, quién, de adulto, estaría a favor del aborto. A partir de entonces, todo embrión de pocas semanas, que en su material genético estuviera predestinado a ser promotor del aborto, fue abortado sin permitirle que naciera.

No existe ningún dilema ético al hacerlo, dado que, al estar de acuerdo con el aborto, se daba por entendido que no objetaría aplicar el procedimiento a sí mismo.  De hecho, ya no se llaman "abortos", puesto que realmente se trata de una eutanasia anticipada. 

Lo bueno de todo, es que nadie que haya nacido estaría a favor del aborto. Los que hubieran estado a favor, fueron abortados antes de nacer.    

¡Es una maravilla, la forma cómo mi civilización supo resolver un problema que por mucho tiempo había sido generador de conflicto!

 

FIN


(c) Carlos Alberto Velasquez Córdoba (2021) 

Espero que les haya gustado y les genere alguna reflexión. Si los quieren compartir, solo les pido que, citen al autor y la fuente (el blog de los lagartijos). 

_____________

¹En Colombia la Corte Constitucional acaba de despenalizar el aborto para gestaciones hasta de 24 semanas (seis meses de embarazo). Como médico elevo mi voz de protesta. No me hice médico para asesinar inocentes. 

No puedo hacer nada para cambiar esa ley. Pero si asesinar inocentes es ahora legal, me niego a cumplir esa ley. 

Señores magistrados: No cuenten conmigo. Si quieren matar a un ser indefenso, háganlo ustedes mismos.  





miércoles, 2 de febrero de 2022

¿Cómo educar el hijo ajeno? Juan Carlos Rodríguez Jaillier

Todos los que somos padres hemos dudado alguna vez en el esfuerzo de educar nuestros propios hijos.  ¡Ah!.. pero somos especialistas (con doctorado y todo) cuando se trata de educar a los hijos de los demás. Sabemos, o creemos saberlo todo, cuando se trata de la educación de los hijos ajenos: Damos consejos, criticamos su enseñanza y asesoramos en la educación de esas bestias ajenas, cuando muchas veces no supimos educar a nuestros propios retoños. 


Por eso me alegré tanto cuando Juan Carlos Rodríguez, excelente médico, inmejorable padre y mejor amigo, me envío el borrador de su libro "COMO EDUCAR AL HIJO AJENO".  En sus páginas plasmaba, con una serie de anécdotas y reflexiones, temas tan cruciales como el amor, los castigos, el perdón, las pataletas, los conflictos de la adolescencia y tantas otras preocupaciones que han sacado canas a más de uno. 

Cómo él mismo lo plantea: "somos muy buenos educando a los hijos de los demás"

Conozco hace mas de treinta años al autor y siempre lo he considerado un ser humano ideal: comprometido consigo mismo, con su familia y con su comunidad. Médico y cirujano, con especialización en áreas administrativas, dedicó varios años de su vida a trabajar en una clínica pediátrica, donde fortaleció su amor por la infancia. Su esposa, a quien conozco desde los  tiempos de la universidad, ha sido su amiga y compañera por largos años (pocos para ellos). Entre ambos levantaron una familia como la que todos ambicionamos.  Fruto de ello, surgió este libro, entretenido por sus anécdotas (basta con leer el título de uno de sus capítulos: "Hijo, ponte chaqueta y bufanda que tu mamá tiene frío…"), y edificante por las enseñanzas que trae.

Otro dato que puede hablar bien de su autor es que todos las ganancias resultantes de la venta de este libro son para la Clínica Noel, una fundación que se encarga de la atención de los niños en situación de vulnerabilidad. 




Con el permiso del autor les comparto uno de sus capítulos: 


Capítulo 6

EL CASTIGO

 

Este es quizá uno de los puntos más complejos en el proceso de educación de nuestros hijos. Aquí algunos elementos que considero “no negociables” y las que podría mencionar como reglas de oro del castigo o “Decálogo del Castigo”:

1.    Inamovible.

2.    Impredecible.

3.    No intercambiable / Temporalidad.

4.    Graduable.

5.    Proporcional a la falta.

6.    Progresivo.

7.    Nunca con rabia.

8.    Equidad / Respeto por la dignidad.

9.    Nunca físico.

10.  Por consenso de pareja o por adhesión.

 

Inamovible

 Una vez impuesto un castigo, debe mantenerse indemne en intensidad, duración y características. No puede atenuarse un castigo después de impuesto. Peor aún, no puede NUNCA levantarse el castigo después de impuesto. Ceder frente a las variables del castigo abre una puerta muy riesgosa y permite que el hijo reciba un mensaje confuso. La consistencia, persistencia y coherencia resultan determinantes en el proceso formativo. Los hijos habitualmente tienen la perseverancia para procurar un espacio de “amnistía”. Sin embargo, ceder ante ello deja sin efecto el propósito formativo. De modo que, si se ha asegurado el cumplimiento del decálogo, la tarea resultará menos compleja. Como experiencia, una vez impuesto el castigo, lo único que obtenían Simón y Camila frente a la solicitud de levantamiento o atenuación, era un incremento de la sanción impuesta. Con amor, sin rabia, con claridad, firmeza y precisión, exponía a mis hijos el “porque” del castigo y una vez impuesto, sólo habría una posibilidad de variación: y era el incremento del castigo cuando ocasionalmente trataron de “negociarlo”. Pronto entendieron que, una vez impuesto, no habría otra opción que aprender de la situación y capitalizar esta experiencia. No existían “amnistías”, exoneraciones, ni mucho menos indultos o “levantamientos” de castigos. Sólo permanecía una única y última palabra, y así fue siempre, sin titubeos, sin vacilación.

 

Impredecible

 Si el castigo siempre es el mismo, el hijo estará dispuesto a asumir la consecuencia de la falta si acaso la ecuación “riesgo/beneficio” lo justifica. De este modo, el castigo siempre debe ser impredecible. La incertidumbre se constituye en un valioso elemento que impide que el hijo esté dispuesto a correr el riesgo del “elemento sorpresa”. Acatará las normas y se ajustará a los preceptos de comportamiento establecidos. El no saber con qué gradualidad o qué tipo de castigo podrá sobrevenir o cual podrá ser la intensidad o duración, limita la disposición a asumir el riesgo. Sin embargo, el “apetito de riesgo” de todos los hijos es variable. Tu coherencia y firmeza determinarán la claridad del aprendizaje. Mantén el elemento sorpresa, pero recuerda: una vez impuesto el castigo, no hay reversa.

 

No Intercambiable / Temporalidad

 En ocasiones el castigo puede tener consecuencias para los mismos padres. Por ejemplo: Este fin de semana no sales de la casa. Y justo ese fin de semana nos invitan de paseo. La tentación de “intercambiar” el castigo aflora. Sin embargo, materializar este intercambio desvirtúa el mensaje. Si bien vamos a mencionar la conveniencia de no aplicar el castigo con rabia y ello puede implicar que nos demos un tiempo y espacio para revisar la falta de forma racional y pausada, la imposición del castigo debe tener una temporalidad razonable entre la comisión de la falta y la imposición del castigo. Un castigo atemporal resulta irracional y puede dar un mensaje incoherente. En resumen, el castigo debe imponerse tan pronto como sea posible luego de cometida la falta y evaluada la situación. La decisión no debe distanciarse más de lo estrictamente necesario de la comisión de la falta.

 

Graduable

 El castigo debe ajustarse o graduarse en función a la intencionalidad, recurrencia, e incluso las circunstancias en las que ocurrió la falta. Existen atenuantes que deben considerarse. Llevar a cabo un ejercicio de “calibración” del castigo a partir del cual se comparta con el hijo nuestra visión de la falta, los hechos, circunstancias y razón para aplicar el castigo, resultará de mucho beneficio. Nuestro hijo debe reflexionar, entender y compartir que sus acciones y actuaciones tienen consecuencias. El “graduar” el castigo en función a una “calificación de la falta” le permitirá comprender mejor el mensaje. En nuestro caso les permitimos ocasionalmente sugerir su propio castigo lo cual ocurrió luego de haber sostenido con ellos una conversación y haber recibido de su parte la aceptación de la falta, y haber entendido y reconocido su error. Y sobre su propuesta de castigo, llevábamos a cabo una “graduación” que bien podría ser en aumento o en decremento del castigo sugerido por ellos. Siempre acompañado de una explicación de por qué se debería incrementar o incluso por qué se debería reducir y ocurrió esta segunda opción la cual brindó seguramente una oportunidad de aprendizaje profundo.

 Como ilustraré en el acápite del castigo físico, la explicación sobre los hechos y los valores comprometidos en la falta, resultan definitivos en el proceso de educación del hijo. Nuestro hijo debe asimilar que fue lo que hizo o dejó de hacer y que es lo que estuvo mal en ello. Dialogar con él sobre lo ocurrido resulta de mucho valor, pero si bien una buena conversación funciona muchísimas veces, no siempre es suficiente. En ocasiones, el castigo debe trascender la “amonestación verbal”.

 En la graduación de la falta es muy importante considerar las siguientes dimensiones:

  •     La intención
  •     La recurrencia de la falta
  •     El compromiso (violación) en la escala de valores.

 

Proporcional a la falta

 Como se refirió en el punto anterior debe existir proporcionalidad. La falta no es mayor o menor en función al impacto económico del daño sino al nivel de los valores comprometidos en la comisión de la ésta, la intencionalidad y la recurrencia.

 Para explicarlo mejor, cuando al niño le hemos permitido jugar con balón dentro de la casa y accidentalmente rompe un jarrón costoso, es un accidente y quizá somos tanto o más responsables que el niño. No es el valor económico del jarrón roto, sino la existencia o no de intencionalidad, si mintió cuando hizo el “daño”, si ocultó información, si inculpó a alguien, etc. Si el niño accidentalmente rompió algo y de forma honesta cuenta lo ocurrido, se apena por ello y no hubo intencionalidad, esto es un simple accidente. Por otro lado, si el niño de forma deliberada sustrajo un juguete, aun cuando fuese viejo o incluso roto, de la casa del vecino, la falta es mayor y el castigo debe ser proporcional al valor comprometido.

 Estaba muy pequeño y mi tía Angela (mi casi hermana), vivía con nosotros. Mi abuela falleció a temprana edad y mi abuelo se volvió a casar, Angela se fue a vivir con nosotros. Un día fuimos a visitar al abuelo y su esposa. Habían tenido un hijo (tengo un tío unos cuatro o cinco años menor que yo). Estando de visita, recuerdo que guardé en el bolsillo un muñeco que mi pequeño tío Mauricio había estado mordiendo. Era uno de estos muñecos de plástico, amorfos, que vienen al interior de los snacks. En esencia, casi “basura”. Cuando llegamos a casa, Angela se percató que yo tenía este muñeco. De inmediato me preguntó si me lo habían regalado. La verdad, no recuerdo haber pensado en sustraer el muñeco (o lo que quedaba de él), pero el hecho es que estaba en mi bolsillo y no era mío. Sin embargo, Angela firmemente me cuestionó y me reiteró lo mal que había hecho. No era mío. Eso era suficientemente claro. Me había “hecho” de algo ajeno. De inmediato me tomó de su mano y regresamos a la casa de mi abuelo. Era un domingo, pasaban las ocho de la noche. Tuvimos que ir caminando (no era tan cerca). Y al tocar el timbre, me obligó a entregar el muñeco, pedir excusas y reconocer que me había llevado algo que no me pertenecía. No recuerdo qué edad tenía yo, posiblemente unos cuatro años. Esto ocurrió cuando apenas empiezas a tener memoria, pero esta lección me quedó grabada, por siempre.

 Algún día, Simón jugaba fútbol con unos amigos al interior del condominio. Rompieron una lámpara de una casa vecina. Todos sus amigos corrieron, huyeron del lugar, dejaron a Simón solo, enfrentando la situación. Era la casa del vecino más bravo. Los niños le temían muchísimo. Simón tocó el timbre e informó a nuestro vecino que había roto su lámpara. Asumió la situación y la responsabilidad de lo ocurrido, y en un gesto de lealtad, asumió íntegramente la responsabilidad sin titubear para reservarse el nombre de los demás niños. Adicionalmente le pidió al vecino que le permitiese esperar a que en la noche que yo llegara a casa, iría conmigo para proponer una solución. Cuando llegué a casa Simón me contó lo ocurrido. Fuimos juntos. Simón pidió excusas a nuestro vecino. Yo me comprometí a reponer su lámpara (lo cual hicimos al día siguiente). ¿Qué castigo esperas que se debe imponer en una situación como ésta? Jugar es parte de la vida de nuestros hijos. Tenía prohibido salir del condominio de modo que la opción de que los niños jugaran dentro del condominio resultaba inevitable. Los padres (vecinos) habíamos dispuesto las condiciones y habíamos consentido que los niños jugaran dentro del condominio, de modo que romper algo jugando con el balón fue sencillamente un accidente, era una situación probable dentro del escenario y espectro de riesgo dispuesto por nosotros mismos. La consecuencia debía ser asumida sin duda. Mi vecino no tenía por qué verse perjudicado por lo que había hecho mi hijo. No obstante, el caso evidencia varios elementos. Los demás niños huyeron. Simón se mantuvo firme y reconoció de inmediato su error. Él fue quien informó y reconoció a mi vecino el daño causado.

 El castigo pretende un aprendizaje: en lo sucesivo, más cuidado. Dejarle claro que “su libertad termina donde empieza la de los demás”. No obstante, para mí, Simón había asumido la situación con valentía y honestidad. Ya había tenido su castigo. De algún modo él se había “autoimpuesto” un castigo: reconocer su falta. Haber enfrentado la situación había sido su aprendizaje. Pero su actuación debía ser reforzada. Al llegar a casa lo abracé y lo felicité. Había hecho lo correcto. Había actuado con honestidad, cortesía y valentía, pese a que su “grupo” había optado por otro camino: habían huido, él tomó la decisión correcta y enfrentó la situación.

 Los padres de los otros niños posiblemente nunca se enteraron. Seguramente los otros niños no tuvieron esta misma oportunidad de aprendizaje. Las circunstancias de este evento me llevaron a aplicar el concepto de “proporcionalidad” y consecuentemente “graduar” el castigo, lo actuado por Simón y por su propia iniciativa, había sido suficiente para conseguir el objetivo. El caso estaba cerrado. Días después, me encontré con mi vecino quién con mucha emoción y generoso en elogios, me felicitó por Simón, me sentí orgulloso y di gracias a Dios. Sentí que nuestros hijos estaban asumiendo un camino correcto.

 Es posible que algunos lectores encuentren estas situaciones muy triviales, pero insisto: es en el “fondo” de los acontecimientos en lo que debemos centrar nuestra fuerza en la formación de los hijos.

 

Progresivo

 Una primera mentira, amerita una falta, la recurrencia intencionada de una falta debe ir incrementando la severidad, duración o tipología del castigo de forma progresiva. No se puede imponer la máxima severidad de un castigo cuando una situación no lo amerita y este error se comete frecuentemente cuando impones un castigo con rabia. Adicionalmente si nuestro hijo sabe que cada recurrencia traerá una consecuencia superior e impredecible, tendrá la oportunidad de reflexionar y reconsiderar su actuar.

 Una vez tus hijos están formados, la progresividad cambia. Han crecido y han tomado o van tomando el control de sus vidas. Puede incluso percibirse como si la evolución del castigo fuese una “regresividad”. Hace unos días viajamos a Medellín por carretera, Había mucho tráfico y Simón llevaba la línea de la carretera atrás de una camioneta la cual de pronto frenó de forma súbita (por un accidente que ocurrió dos vehículos más adelante con un camión enorme o “tractomula”). El auto que colisionó con la “tractomula” venía por el carril contrario (adelantando en curva), y Simón alcanzó a ver algo que explotó. El súbito frenazo de la camioneta no permitió que Simón pudiese detener oportunamente su camioneta e impactó al vehículo del otro conductor. De inmediato me detuve y corrí hacia ellos. Me aseguré de que estuviesen bien tanto Simón como los ocupantes del otro vehículo. Por fortuna, no había nadie herido. Todo se limitó a daños materiales. Un gran accidente sin consecuencias sobre la salud de nadie. La lección: la distancia que Simón conservaba no fue suficiente. No conducíamos rápido, se los aseguro, pero se habría podido evitar. Era necesario ser más conscientes de las condiciones del terreno y adoptar consecuentemente las previsiones necesarias. ¿El castigo? Simón es instructor de motociclismo en ruta. Sin duda, uno de los mejores pilotos en Colombia. Obtuvo la certificación de instructor en Alemania, siendo el más joven del mundo en lograrlo. Él ya se estaba castigando solo. Yo sólo debía apoyarlo. Él sabía lo que había ocurrido y el error cometido. Sin duda accidental.

 Todos estamos en riesgo al conducir un vehículo, este no ocurrió por una negligencia, imprudencia o similar, pero ocurrió y por fortuna sin que hubiese nada diferente a un daño material. De modo que en estas circunstancias nuestro rol de padres estaba en acompañar la situación asegurando el bienestar de las personas del otro vehículo, atender las diligencias con la autoridad de tránsito, esperar la grúa. Mi silencio sobre el tema era más aleccionador. Luego cuando al día siguiente Simón quiso abordar el tema, hicimos un análisis “técnico” de lo ocurrido. Coincidimos en que podría haber sido diferente para evitar el accidente. Simón me dijo:

—Lección aprendida.

Estoy seguro de que así fue. Sólo puedo dar gracias a Dios por que no resultó nadie lastimado. Los daños materiales pueden ser reparados. Lo único verdaderamente importante son las personas y aprender que cuando conduces un vehículo no sólo debes cuidarte a ti y a quienes van contigo, sino que también debes cuidar de las demás personas del entorno. Llega el momento en que tus hijos crecen y debes estar allí para acompañarlos en sus decisiones, en las consecuencias de sus actos. Ya es su vida. En ocasiones aún cabrá una “amonestación verbal”, pero muchos otros esquemas de castigo ya no aplican. Ellos tomarán las riendas de sus vidas y deben ser responsables de ello.

 

Nunca con rabia

 Al momento de imponer un castigo, debemos haber procesado lo ocurrido. Debemos analizar los hechos con cabeza fría, las circunstancias, los atenuantes, la recurrencia, la intencionalidad y especialmente la autoría de la falta. Este análisis nos permitirá obrar con justicia y establecer un castigo que cumpla con las reglas del decálogo. Lo contrario augura una alta posibilidad de error. Es muy duro equivocarse en la imposición de un castigo. Una vez has regañado a tu hijo injustamente es como cuando arrugas una hoja de papel. Luego tratas de restaurarla. Puedes pasarle una plancha caliente pero las señales de las arrugas perdurarán. La premura, la rabia, la exaltación; son pésimos compañeros en la educación de nuestros hijos y especialmente en la imposición de un castigo.

 

Equidad / Respeto por la dignidad

 El castigo tiene que ser equitativo. A faltas iguales, castigos iguales. Obviamente habrá de entenderse que la falta es igual si se dio bajo las mismas circunstancias, periodicidad, intencionalidad, etc. Y en consecuencia con ello, el castigo debería ser proporcional, gradual y justo. Adicionalmente debe respetar siempre la dignidad. Exponer al hijo a un castigo público, delante de los amigos, bajo cualquier parámetro que atente contra su dignidad, resulta inadmisible. El ejercicio de extrema autoridad en público es violento. En general considero que el castigo debe darse desde la reflexión y el diálogo con los hijos y consecuentemente debe llevar cierto nivel de privacidad. En ocasiones será necesario que castigues a tus hijos en presencia de sus hermanos, siempre y cuando la situación lo amerite a fin de brindar un aprendizaje para todos. El mensaje en el castigo siempre tiene que ser coherente.

 

Nunca físico

 Personalmente Tata y yo siempre consideramos inadmisible el castigo físico. No obstante, alguna vez mis hijos ya grandecitos me preguntaron si yo hubiese sido capaz de aplicarles un castigo físico (“darles correa”), la respuesta fue tan firme como inesperada para ellos:

—Hasta ahora no han cometido la falta que lo justifique… preservando la regla de “impredecible”.

 Hoy puedo confesar que no estoy de acuerdo con el castigo físico y nunca lo hubiese aplicado y siendo mis hijos hoy adultos, esta confesión ya fue hecha. La aplicación de las reglas sugeridas, será suficiente y evitará siempre el reprochable uso del castigo físico el cual no sólo reviste el riesgo de lesiones, sino que también violenta psicológicamente al niño y adicionalmente vulnera la dignidad ante la aplicación de la fuerza en una condición de supremacía física.

 Crecí en un hogar sólido, amoroso. Mi padre, un hombre diametralmente opuesto al que otros veían en él, era un padre cariñoso, afectuoso, en extremo dedicado a sus hijos, a su hogar, juguetón. Aún recuerdo como al medio día, cuando llegaba a almorzar, era literalmente “ensillado” para fungir como el más brioso corcel y cabalgar conmigo a “lomo” por toda la casa. Él, un hombre santandereano, habiendo recibido parte de su instrucción en la escuela naval, y siendo casi el penúltimo de 7 hermanos, perdió a su madre a la muy temprana edad de dos años. De este modo fue educado por su padre y sus hermanas mayores. Todas estas circunstancias forjaron su carácter. Muchos elementos prevalecían en su esquema de creencias y valores: amor por el trabajo, perseverancia, tesón, los resultados como premio al esfuerzo y dedicación, honestidad. Creía firmemente que la educación era el principal legado que podría dejar a sus hijos, quienes además deberíamos conseguir los bienes materiales por nuestros propios medios. Mi madre, trabajadora incansable fue pilar fundamental en la economía del hogar. Ella que de manera increíble poseía una mente abierta, podía sostener cualquier tipo de diálogo con sus hijos manteniendo una relación de profunda amistad. En ambos casos, las creencias a las cuales se aferraban, los llevaba a considerar el castigo físico como “forjador del carácter”. Consideraban éste como un elemento mandatorio para la verdadera educación de los hijos, de modo que “el hijo ajeno mal portado” era “por falta de rejo”. A los doce años, yo ya había alcanzado una gran estatura, el deporte (baloncesto) había contribuido en mi opinión a lograrlo. En una ocasión cuyo detonante no recuerdo, llevó a que mi papá intentase sacarse la correa para reprenderme (acto que por demás llevaba a cabo con insuperable velocidad y maestría). No obstante, pude sujetarlo y luego de sostener una muy prolongada discusión durante la cual siempre mantuve la calma y de forma reiterativa insistía en que deberíamos conversar, al cesar su rabia, pude convencerlo de que a partir de entonces nos entenderíamos con diálogo. Pude causarle una angina de pecho si sus coronarias no hubiesen estado sanas. No obstante, hubo un “quiebre” muy importante en sus creencias. De allí en adelante, el castigo físico se mantuvo ausente al menos en mi relación padre-hijo. Unos años después, tendría yo quince años y vivíamos aquel Medellín de violencia, narcotráfico, terrorismo y bombas, ante la invitación que me hiciera un amigo para pasar la noche en su casa luego de la fiesta que tendríamos, la negativa de mi papá para conceder el permiso se fundaba sencillamente en un “NO” rotundo porque “yo lo digo”, “aquí mando yo”. Desde sus creencias, los hijos sencillamente deberíamos obedecer sin cuestionamiento alguno. Pero adicionalmente, los padres no tenían por qué dar explicación o argumento. Sostuvimos una larga discusión y al cabo de casi dos horas, más por cansancio que por argumentación, extenuado respondió:

—Tengo miedo… tengo miedo de las bombas… tengo miedo de que algo te pueda ocurrir.

 Mi respuesta fue:

—Este es un argumento de peso. No comparto el fundamento de tu temor, pero sí tu sentimiento. Si vas a estar sufriendo porque estoy fuera, sencillamente me quedo.

 Era simple, necesitaba su argumento. De allí en adelante nunca más hubo una discusión. Teníamos la confianza para compartir nuestros sentimientos. En ocasiones su respuesta podía ser simplemente:

—No salgas hoy, quisiera compartir contigo. Nos hemos visto poco —esto era suficiente.

 

Por consenso de pareja o por adhesión

 Cuando uno de los dos miembros de la pareja impone un castigo, el otro debe adherirlo incondicionalmente. El desacuerdo de la pareja, vulnera los parámetros y el efecto del castigo. Resta solidez y contundencia, abre una puerta para erogar las ventajas y solidez del castigo. Da el espacio para que el hijo busque “sombra” en el padre que cede. Idealmente la imposición del castigo debería mediar una revisión por parte de la pareja, sin embargo, también es importante la temporalidad entre la ocurrencia de los hechos y la imposición del castigo de modo que puede ser impuesto por uno de los padres y el otro deberá suscribir y adherir el castigo impuesto sin permitir se perciba desacuerdo alguno entre la pareja. Más grave aún resultaría la desautorización y atenuación o levantamiento de la falta por parte de la pareja. Una vez esto ocurra, tus hijos vivirán “sin Dios ni ley”

 

Pedidos:  Fundación Clínica Noel.


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