"SOMOS ENANOS EN HOMBROS DE GIGANTES" (Bernardo de Chartres - S. XII)

miércoles, 25 de septiembre de 2019

La vida continuará, Greta

En estos días, en que una adolescente sueca llegó hasta la ONU con un mensaje urgente de proteger el planeta, (entregado con un lenguaje corporal que destilaba odio hacia los dirigentes del mundo que le habían "robado la infancia"), cabe la pena reflexionar sobre el papel de los humanos en la tierra. 

Desde hace muchas décadas James Lovelock, el padre de la ecología expuso su teoría GAIA: La tierra es un ser vivo que se autorregula. Carl Sagan, por su parte, proponía que el universo había evolucionado hasta lograr que los humanos pensaran sobre sí, sobre la naturaleza y el universo mismo. "Somos la conciencia del universo", solía decir. 

Sin embargo los medios de comunicación nos inundan con visiones fatalistas de una tierra destruida por los humanos.  

El calentamiento global no es un mito, es una realidad, pero cabe pensar que la tierra ha pasado por erupciones volcánicas, radiaciones solares,  inundaciones, terremotos, choques con meteoritos, calentamientos y glaciaciones mucho más extremos que los que enfrentamos, y la vida ha continuado.   

Los hombres en el poder nos han manipulado para hacernos creer que la tierra se acabará por culpa de nosotros (no lo tomes a mal, Greta, pero haces parte de ese selecto grupo que tienen el poder sobre los demás a través de los medios). Los humanos somos tan insignificantes en la historia del universo, que dudo que la tierra se acabe por nuestra culpa.  

En los años cincuenta el miedo infundado por los poderosos era la guerra nuclear y bajo dicho precepto se tuvo el control del  mundo por algunas décadas.  Luego vino la destrucción de la capa de ozono, que acabaría con la vida, y que dio pie para mover los hilos del mundo, pero ya ven, nuestra amada Gaia hizo los ajustes pertinentes y el agujero se cerró.  

Personalmente creo que la tierra sabrá salir adelante con, o sin nosotros. Por eso traigo esta reflexión, inspirada en una presentación del escritor y humorista Georges Carlin.  

Hasta ahora no se conoce ningún lugar en nuestra galaxia o en el universo que tenga vegetación, aparte de nuestro planeta.  Imaginen un mundo compuesto de rocas en donde no hay oxigeno. Solo rocas y tierra estéril. Entonces aparecen unos seres que se autoreproducen y generan oxigeno. Quiero pensar que las rocas entre sí se dirían: "Mirá estos, ¿como se les ocurre producir oxigeno?  ¡van a acabar con el planeta! ¡Ese oxigeno nos oxidará! (sobre todo si tenemos hierro)". Imagino el escándalo de esas rocas férrosas, feldespatos, cuarzos y granitos mirando cómo unos seres muy extraños producían oxigeno y les cambiaban el ecosistema, y preocupados porque una capa vegetal los sepultaría y ya no estarían sobre la superficie de la tierra como lo habían estado por millones de años. 


Pero la tierra no se acabó y aparecieron plantas y animales sobre esa capa que había acabado con la supremacía de las rocas. 

Algunos árboles producían resinas.  ¿De que le serviría a un planeta rocoso que un ser vivo produjera resina? Pero la vida encontró su camino. 

Los animales generaban excremento, pero ese excremento no podía ser producido por un planeta rocoso. Era necesario que la vida produjera animales para tener excremento. Y ese excremento, ha servido por millones de años para el sustento de insectos y otras plantas 

Avancemos unos millones de años y encontraremos unos arboles preocupados porque unas abejas producen miel.  "¿A quien se le puede ocurrir producir miel?, como árboles, no nos sirve de nada que produzcan miel. -pensarían-, ¡Van a acabar con nuestro ecosistema! Que cosa tan inútil es la miel. Eso no sirve para nada.  No hay como la resina que nosotros producimos. -dirían los árboles-. En cambio,  esa miel, genera una invasión de hormigas  por nuestros tallos. Esas abejas va a acabar con nuestro planeta." 

Sin embargo aparecieron osos, y otros animales que se nutrieron con esa miel, que para los árboles podía parecer un exabrupto.  

Ahora, aparecen unos seres que se autodenominan "la conciencia del universo". Para los siglos XVIII y XIX han devastado casi todos los cerros circundantes de las ciudades.  En las fotografías del Medellín de finales del 1800 no se ven casi árboles en sus montañas porque los humanos los han cortado para usarlos como leña para poder cocinar, o como materia prima para construir cosas. Los humanos de esa época creyeron que el mundo se iba a acabar porque pronto no habría con qué producir fuego, hacer camas o construir  cajas y baúles.
Panorámica de Medellín desde El Poblado

Sin embargo unos años después tuvieron electricidad y plástico; generaron fuego a partir de reacciones electro-físicas y electro-químicas. Construyeron objetos con plástico y ya no tienen que cortar tantos árboles. Dejaron de usar bolsas de papel producidas con la tala de árboles y utilizan bolsas de un material sintético que evita la muerte de arboles y plantas, pero con el inconveniente de que en su eliminación se acumulan, alterando el tenue equilibrio de la naturaleza, incluso hasta el punto de producir la muerte de otras especies.  

No me queda la menor duda de que la tierra encontrará la forma de sobrevivir a eso también. Unas especies desaparecerán como lo hicieron los tiranosaurios, los brontosaurios, los arquelones, los pterodáctilos y los trilobites, (aun sin la intervención humana) y aparecerán otras que sabrán adaptarse a las condiciones que el futuro determine. 

No seamos tan orgullosos como para creer que el mundo fue hecho para nosotros. El universo simplemente "es", y definitivamente, su existencia no ocurre en función de nosotros.  

Entonces, se me ocurre pensar:  ¿Acaso habrá algún ser que en el futuro se nutra de dicho plástico? Ya la naturaleza  permitió que las rocas quedaran sepultadas bajo una capa vegetal que para entonces no tenía ningún fin excepto el de la vida.  Produjo plantas que producían oxigeno, que era inútil, y hasta inconveniente para las rocas que poblaban el planeta a sus anchas, y generó animales que respiraban el oxigeno, (que no había cuando la tierra era un planeta árido y rocoso). La sabia naturaleza engendró animales que comían plantas, y abejas que producían miel de la que se alimentaban otros. ¿Será que en unos cientos o millones de años, cuando no haya ningún ser humano vivo, y la tierra esté sepultada en lo que nosotros llamamos "basura", aparecerán otros seres que deberán su sustento a lo que nosotros produjimos?  

¿Y si nosotros tan solo somos un eslabón en la inacabable cadena de la vida? Se me ocurre pensar que tal vez la función de nuestra especie podría ser simplemente producir esa basura, para que sobre ella, la tierra engendre otras especies y otras formas de vida más avanzadas, tal como ocurrió cuando apareció una capa vegetal que cubría las rocas. ¿Y si la finalidad del universo es crear un organismo  superior que se alimente de plástico, así como hubo insectos que se alimentaban del excremento de los mamíferos? 

Dejemos de creer que somos "la finalidad de universo". No somos el resultado final de la evolución. Tal vez, como seres vivos, nuestra función es producir desechos, así como los arboles producen sustancias que se convierten en otra cosa al descomponerse o como los mamíferos producen desechos fecales que nutren a otros seres. 


No me malinterpreten. No estoy a favor de la basura ni de llenar el planeta de plástico.  No quiero que ninguna especie animal o vegetal desaparezca por nuestra causa. 

Si podemos evitar la autodestrucción del ser humano, sería genial. Si logramos evitar que una especie animal o vegetal desaparezca, sería excelente. Nuestro deber moral con la especie es tratar de mantener las condiciones favorables para que la nuestra, y otras especies con las que convivimos nos mantengamos vigentes la mayor parte posible del tiempo. Pero entendamos que no estamos acabando con el planeta. Él sabrá salir adelante sin nosotros y tal vez abrigue seres mucho mejores y más avanzados que lo que nosotros logramos ser.  

Como "ñapa" les traigo la conferencia de Carlin. 


Posdata para Greta:  
Revisa tus argumentos.  En este asunto hay otros puntos de vista que deber conocer y que debes tener en cuenta al sustentar los tuyos. 

Comparto un análisis hecho por Fernando Diaz Villanueva que nos ayudará a entender el problema desde otra perspectiva. 




Hasta la próxima semana... si es que no nos extinguimos antes.
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