"SOMOS ENANOS EN HOMBROS DE GIGANTES" (Bernardo de Chartres - S. XII)

miércoles, 23 de diciembre de 2009

La noche de paz de la Gran Guerra.

Aún en guerra es posible entender que somos hermanos y que podemos vivir en paz. Este artículo lo leí en el periodico hace unos años y lo guardé. ¿Será que si lo difundimos, alguna vez podremos vivir en paz y armonía?

un saludo de navidad a todos

El blog de los Lagartijos


Una canción que unió dos bandos enemigos .

Reuters, Berlín-AIemania

Cantando Noche de Paz y gritando “No disparamos, no disparen”, los soldados alemanes iniciaron la Tregua de Navidad de la Primera Guerra Mundial, en la que los regimientos detuvieron las acciones y comenzaron a jugar al fútbol en tierra de nadie.

“Los alemanes comenzaron. Fue un milagro, por primera vez los alemanes no iniciaron una guerra sino la paz”, afirmó a Reuters el escritor Michael Jurgens, el primer autor germano en publicar un libro sobre el legendario cese al fuego de diciembre de 1914.

Las tropas británicas mantenían, a cuatro meses de iniciada la guerra, la línea del frente en Flandes en una fría noche de Navidad cuando sus casi congelados soldados escucharon Noche de Paz.

“Las tropas comenzaron a aplaudir y gritaron ‘más, más’. Los soldados alemanes levantaron las cabezas sobre las trincheras y colocaron velas a lo largo de sus fortificaciones”, escribió Jurgens en su libro La pequeña paz de la gran guerra, que salió a la luz este mes.

Un oficial alemán cantó la balada escocesa Annie Laurie, en perfecto inglés. “Nos quedamos pasmados como si la guerra se hubiera terminado de pronto”, dijo el fusilero WA. Quinton, quien escribió sus memorias 15 años después, citado por Jurgens.

El oficial recordó: “Soy un teniente, mi vida está en sus manos. Acabo de salir de la trinchera y camino hacia ustedes, ¿puede uno de sus oficiales encontrarse conmigo en la línea intermedia?”.

“Un sargento británico caminó hacia él y comenzaron a hablar. Otros lo siguieron. La noticia se regó como pólvora. Los británicos fueron los primeros en reaccionar, mientras los franceses y los belgas estaban aún un poco dudosos”,  destacó Jurgens.

“Al principio se reunieron unos 1.000 soldados, pero después la noticia se diseminó por teléfono en todo el campo de batalla”, agregó.

A lo largo de los 40 kilómetros desde el puerto belga de Nieupoort sobre el Mar del Norte, hasta el poblado de Ypres, los soldados se encontraron y acordaron no disparar durante la Navidad.

Jurgens reunió diarios y cartas de los soldados de ambas partes para hacer un detallado recuento de lo ocurrido en ese espontáneo armisticio que hasta el 26 de diciembre silenció la mayor parte del frente occidental, desde el Mar del Norte hasta la frontera con Suiza.

Los soldados comenzaron a cazar conejos y hasta asaron un cerdo. Un soldado británico que era barbero de profesión ofreció cortes de cabello a todos los que llegaban a cambio de cigarrillos. Fueron las primeras Navidades en una guerra que cada vez ponía más en claro que el sacrificio era estéril.


Tomado de El Colombiano. Miércoles 24 de diciembre de 2003 Pagína 4d

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