Hoy se celebran los 200 años de la batalla de Boyacá. Fecha en que la mayoría de los colombianos creen que ocurrió la ultima batalla de la independencia de Colombia ante España.
En varias oportunidades me he referido a que esta batalla no fue la última que se libró contra la corona española ni fue la que selló la independencia.
Tampoco fue de colombianos contra españoles. La mayoría de las tropas realistas estaban compuestas por colombianos (ese entonces, "granadinos"), y es falso que el ejército libertador fuera una minoría. De hecho, el ejército de Bolivar superaba en número al de Barreiro.
En otras palabras, nos han mentido para hacernos sentir orgullosos de la batalla de Boyacá, pero nos ocultaron que fue en febrero de 1820, gracias al general José María Córdoba, que realmente sellamos nuestra libertad en la batalla de Chorros Blancos. (ver El mito de la batalla de Boyacá).
Por esa razón me alegré cuando en el periódico El Colombiano salió el siguiente artículo que reproduzco con los respectivos créditos. La verdadera historia no es la que nos han contado.
Batalla en el campo de Boyacá.
Por Ahmed Restrepo Enciso*
*Ingeniero Geógrafo,
miembro de la Academia de
Historia Militar
y de la Academia de
Historia de Antioquia.
Luego de la Batalla del Pantano de Vargas el 25 de julio, donde se quebró el espíritu de la Tercera División realista en el reino de la Nueva Granada, es necesario romper cinco mitos que flotan en el aire sobre el desconocimiento del teatro de operaciones del 7 de agosto de 1819, que hacen parte de una larga investigación en curso: primero, la batalla no fue en el puente del río Boyacá o Teatinos, que vemos hoy; segundo, el combate principal tampoco fue en puente viejo, aguas abajo del actual; tercero, no fue un solo combate, sino cuatro escenarios y cinco acciones; cuarto, las “piedras de Barreiro”, no son el sitio donde Pedro Pascasio Martínez y el “negro José” capturaron a José María Barreiro; y quinto, no fue la libertad de la Nueva Granada el 7 de agosto de 1919.
Es necesario aplicar la geohistoria para entender los sucesos del 7 de agosto. El virrey Juan de Sámano había menospreciado a las tropas independentistas, pero Barreiro, que había sido corrido de los llanos del Casanare por las tropas de Francisco de Paula Santander, pidió refuerzos y esperaba al coronel Lucas González con más de 1.500 hombres que nunca llegaron, pues las guerrillas de Coromoro, del capitán Fernando Santos, hermano de Antonia Santos, y otras, con el pueblo de Charalá, enfrentaron a González para que no llegara donde Barreiro, en la acción del puente del río Pienta. Parte de esas guerrillas con nuevos reclutas en número de 800 hombres, combatieron en Vargas. Y en Boyacá, formaron uno de los batallones de reserva.
Bolívar, el 7 de agosto a las 9:00 ordenó a Santander, interponérseles en el cruce de caminos, mientras que él, con el general Carlos Soublette y su guardia personal, se fueron a almorzar a Tunja. En esa parte del altiplano, existe el cerro El Tobal, en cuya base se cruzan los caminos a Tunja y a Samacá, por este último, venía la Tercera División realista con Barreiro. En la mitad de la ladera que llega hasta el cañón del río Boyacá, existen dos planos, uno mayor, arriba del camino y otro, en torno a la casa de postas, donde almorzaba Barreiro y su vanguardia.
La vanguardia realista vio que por el camino venían las tropas punteras de la caballería patriota y pensaron que era una guerrilla y cargaron con toda su vanguardia cerro arriba, hasta que apareció el resto de la avanzada con Santander, obligados a retroceder, se atrincheraron en el cerco de la casa de postas, pero fueron desalojados, teniendo que cruzar el puente y atrincherarse, para controlar el paso. Así quedaron separados del grueso de su división y de su comandante Barreiro, quienes ya enfrentaban la mayor acción del combate a más de un kilómetro de distancia en el plano de arriba. En el puente nadie cedía el paso. Santander ordenó suspender ese ataque y buscar un vado del río, lo que efectuaron por el sitio llamado el bebedero, por donde pasó la caballería que atacó por la derecha a los del puente. Santander, entonces, cargó de frente, los realistas del puente huyeron. El gran combate, arriba de la casa de postas, con participación destacada de Córdova, terminó con la captura de 1.600 realistas que engrosaron las filas patriotas. Sus oficiales incluyendo a Barreiro, fueron fusilados en Bogotá. La capital se había tomado, pero no había control significativo del territorio, lo que sí se logró con la libertad de Antioquia por Córdova, el 28 de agosto de ese 1819 y el 28 de octubre, con la del Chocó, por tropas de éste.
Créditos: Periódico El Colombiano, Agosto 5 de 2019
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