miércoles, 30 de octubre de 2024

No, Halloween no es satánico, es una celebración de vida, de humanidad.

Así como lo están leyendo: Halloween no tiene nada que ver con lo satánico, sino todo lo contrario: Es una comemoracion de la esperanza ante la oscuridad que llega.  

Imaginemos las  primeras tribus del norte de Europa.  Acaban de pasar el equinoccio (23 de septiembre) y los humanos de entonces descubren que, como el año anterior, el día durará mucho menos y la noche se prolongará cada vez más. Las hojas de los árboles empiezan a caer,  las cosechas se malogran, las noches se vuelven más frías, el sol se oculta más temprano, los animales empiezan a pasar mayor tiempo en las madrigueras intuyendo la llegada del invierno. 

La naturaleza entera comienza a morir (otoño) para dar paso al invierno. La oscuridad cada dia gana más terreno y vence a la luz. 

Los humanos saben que vienen tiempos duros, de escacez, de menos alimentos, de penurias. Quizas muchos de su tribu no sobrevivan. Lo único que pueden hacer es guardar provisiones. Sólo queda la esperanza. 

Entonces aquellos hombres y mujeres hacen un pacto con la naturaleza. Hacen ofrendas a los espíritus de la oscuridad para mantenerse con vida. Saben que en algún momento vencerá la luz sobre las tinieblas, así ha ocurrido por siglos, pero por ahora toca prepararse para la llegada de las sombras. 

Eso es Halloween: una celebración para ponerse en paz con la oscuridad que viene, y suplicar su merced. Se hacen fiestas, se disfrazan, cuentan mitos sobre brujas y seres del mas allá que tomarán el control del mundo que conocen. 

Cada día será más corto y las noches mucho más largas llegando a su mayor expresión el 21 de diciembre, cuando la oscuridad será la más extensa de todo el año, (solsticio de invierno). Así mismo, el día será el más corto de todos.  Aquellos primeros humanos se aferraban a ritos y sortilegios para poder sobrevivir hasta que la luz volviera a reinar sobre la oscuridad. Es el triunfo de la esperanza frente a la muerte.

Y ocurrirá un milagro más o menos el 25 de diciembre: los sobrevivientes notarán que el sol está venciendo, que nuevamente el día esta durando más tiempo y la oscuridad está siendo vencida.

No es una coincidencia que la iglesia católica celebrara el 01 de noviembre la fiesta de los muertos. Esta fiesta se celebraba mucho antes de la llegada de Jesucristo. No era para celebrar el mal, ¡Todo lo contrario!, era para protegerse del mal y tratar de sobrevivir. La iglesia, se apropió de dicha fiesta para volverla cristiana. Igualmente en diciembre cuando en Europa se celebraba la fiesta del sol vencedor, la iglesia tomó la fecha para celebrar el nacimiento de Jesús. De hecho, casi todas las religiones coincide en que su deidades nacieran el 25 de diciembre para poder mostar el poder de la luz sobre la oscuridad. 

Profundicemos sobre lo que significa Halloween y la navidad.  Ambas fiestas son complementarias y vienen de la naturaleza misma. 

A continuación explico la  evolución de dichas fiestas: 

Festividad celta de Samhain. 

En sus orígenes Halloween proviene de la festividad celta de Samhain.  Los antiguos celtas en Irlanda, Escocia y Gran Bretaña celebraban el Samhain alrededor del 31 de octubre al 1 de noviembre para marcar el fin de la cosecha y el inicio del invierno, la época más oscura del año.  Se creía que durante esta noche, el velo entre el mundo de los vivos y el de los muertos era más delgado, permitiendo a los espíritus cruzar al mundo terrenal. Las personas encendían hogueras y usaban máscaras para ahuyentar a los espíritus malignos.  Se acostumbraba dejar comida y ofrendas fuera de sus hogares para apaciguar a los espíritus, y realizar rituales para honrar a sus antepasados.


Celebración romana de Feralia y Pomona

Cuando los romanos conquistaron tierras celtas (alrededor del 43 d.C.), integraron sus propias festividades a Samhain.

Feralia: Una festividad romana de finales de octubre para conmemorar a los muertos, que se fusionó con algunos aspectos de Samhain.

Pomona: Los romanos también celebraban a Pomona, diosa de los frutos y los árboles, cuya símbolo era la manzana. Se cree que de esta tradición surgieron algunos juegos típicos como el de "bobbing for apples" o atrapar manzanas con la boca.

Epoca Cristiana:  Día de Todos los Santos y Día de los Difuntos

En el siglo VII, la Iglesia Católica intentó reemplazar o asimilar las festividades paganas y estableció el Día de Todos los Santos el 1 de noviembre para honrar a los mártires y santos. La víspera, el 31 de octubre, se convirtió en la Víspera de Todos los Santos o "All Hallows' Eve", que finalmente derivó en "Halloween."

En el siglo X, también se añadió el Día de los Difuntos el 2 de noviembre para recordar a los muertos, dando un marco cristiano a las celebraciones.

Marketing. Halloween en Estados Unidos

Los inmigrantes irlandeses y escoceses llevaron la celebración de Halloween a Estados Unidos en el siglo XIX, popularizando prácticas como el "truco o trato" ("trick or treat") y los disfraces.

En Estados Unidos, Halloween evolucionó hacia una festividad secular y comunitaria, llena de disfraces, dulces y decoraciones de fantasmas, brujas y calabazas talladas. La calabaza tallada (Jack-o’-lantern) tiene origen en una leyenda irlandesa sobre "Stingy Jack", un hombre que engañó al diablo y fue condenado a vagar por la Tierra con un nabo iluminado. En América, este nabo fue sustituido por la calabaza.

Halloween y su relacion con la navidad

Por su parte, el halloween, que marca el inicio de la oscuridad (en el sentido de la naturaleza), culmina con la victoria de la luz el 25 de diciembre. 

Veamos:

Cristianismo - Jesús: En el cristianismo, se celebra el nacimiento de Jesús el 25 de diciembre. Aunque no hay evidencia bíblica que indique esta fecha como su cumpleaños real, se escogió probablemente para sincronizar con festividades romanas, como la de Sol Invictus, permitiendo una transición de la religión romana al cristianismo.

Mitología Romana - Sol Invictus: Los romanos celebraban el nacimiento de "Sol Invictus" (el Sol Invicto), un dios que representaba el renacimiento y la victoria de la luz sobre la oscuridad. Fue declarado un día festivo en el Imperio Romano bajo el emperador Aureliano en el 274 d.C. Coincide con el solsticio de invierno, momento en que el día empieza a alargarse, simbolizando el retorno de la luz.

Mitología Persa - Mitra: En el culto a Mitra (o Mithra en Persia), dios de la luz y la verdad, se celebra el 25 de diciembre como su nacimiento. Mitra fue particularmente adorado por soldados romanos y otras poblaciones del imperio, y muchos consideran que este culto influyó en la adopción de esta fecha por el cristianismo.

Mitología Egipcia - Horus: En algunos relatos, se considera que Horus, el dios egipcio del cielo y la protección, nacido de la diosa Isis, también pudo haber sido asociado a la fecha del 25 de diciembre en interpretaciones posteriores, aunque esto no es parte de las creencias egipcias originales.

Mitología Nórdica - Yule y Frey: En la mitología nórdica, el festival de Yule, una festividad germánica pagana que marcaba el solsticio de invierno, celebraba el retorno de la luz. Durante esta festividad se hacían sacrificios y celebraciones en honor a dioses como Frey, el dios de la fertilidad y la prosperidad.


Como pueden ver, aqui no hay nada demoniaco ni satánico. 

Halloween es una fiesta donde se celebra la vida. Halloween es un canto de esperanza frente a la oscuridad que llega.  Es  un pacto que hacemos los humanos con la naturaleza, mientras esperamos que la luz que venza a la oscuridad. 


miércoles, 23 de octubre de 2024

Dodecálogo de un cuentista. Andrés Neuman

Esta semana les comparto el dodecálogo de un cuentista, del escritor hispanoargentino Andrés Neuman.  Una serie de consejos simples, pero de gran profundidad. 

Espero les sea de utilidad. 


Dodecálogo de un cuentista  

Andrés Neuman

I

Contar un cuento es saber guardar un secreto.

II

Aunque hablen en pretérito, los cuentos suceden siempre ahora. No hay tiempo para más y ni falta que hace.

III

El excesivo desarrollo de la acción es la anemia del cuento, o su muerte por asfixia.

IV

En las primeras líneas un cuento se juega la vida; en las últimas líneas, la resurrección. En cuanto al título, paradójicamente, si es demasiado brillante se olvida pronto.

V

Los personajes no se presentan: actúan.

VI

La atmósfera puede ser lo más memorable del argumento. La mirada, el personaje principal.

VII

El lirismo contenido produce magia. El lirismo sin freno, trucos.

VIII

La voz del narrador tiene tanta importancia que no siempre conviene que se escuche.

IX

Corregir: reducir.

X

El talento es el ritmo. Los problemas más sutiles empiezan en la puntuación.

XI

En el cuento, un minuto puede ser eterno y la eternidad caber en un minuto.

XII

Narrar es seducir: jamás satisfagas del todo la curiosidad del lector

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Andrés Neuman Galán (Buenos Aires, 28 de enero de 1977) es un narrador, poeta, traductor, aforista,1​ bloguero y columnista hispano-argentino.

miércoles, 16 de octubre de 2024

Niveles de lectura

Aclaración: El siguiente texto hace parte de una serie de reflexiones personales sobre el arte de la escritura. Se deja constancia que no he cursado ningun programa universitario sobre literatura por lo que mis opiniones no son "verdades académicas"; solo son el producto de muchos años de lectura y de "rumiar" ideas. Siéntanse con la libertad de acogerlas o rechazarlas: son solo opiniones.




Niveles de lectura

Por Carlos Alberto Velásquez Córdoba

  

En su libro “Cómo escuchar la música” Aaron Copland propone que hay cuatro componentes de la música: El ritmo, la melodía, la armonía y el timbre. Cada componente tiene sus características específicas y pueden ser estudiadas por separado sin que la música pierda sus propiedades.

Ahora, bien: todos estamos capacitados para escuchar música, pero solo muy pocos son capaces de abstraerse de la reacción visceral que ella produce y analizar y escuchar la música teniendo consciencia de sus componentes. Recordemos que analizar es fragmentar algo en partes menores para estudiarlo mejor. Cualquiera puede escuchar música, pero un verdadero melómano puede escucharla en cuatro canales simultáneos y diferenciar cada uno de ellos. Igual pasa con la literatura.

Recuerdo que hace muchos años conversaba con la escritora Sonia Emilce García sobre la forma de leer un texto. En ese entonces yo tenía una hipótesis sobre los niveles de lectura y hoy quiero explicarla más detalladamente.

Desde mi punto de vista existen cuatro niveles de lectura:

1. El contenido. (De qué trata el texto).

2. El significado (La intención del texto - Qué quiere decir el autor)

3. El intertexto, el subtexto y el hipertexto (que relaciones ocultas tiene el texto)

4. La estructura (Cómo está construido el texto).




Nivel 1. El contenido (De qué trata el texto)

El nivel más simple de toda lectura es el contenido y se basa en una pregunta sencilla: “¿De qué trata el texto?  ¿Qué historia cuenta?”. Cuando comenzamos a leer, nos dejamos atrapar por la trama. Caperucita roja es engañada por un lobo que se la quiere comer, La isla del tesoro es una historia de piratas buscando un cofre lleno de oro, Cien años de soledad narra la historia de la familia Buendía, etc.  

No se trata de aprender. Se trata de un nivel que tiene como objetivo lo visceral. Entretener, emocionar, ilusionar, asustar, llevar al lector a otro mundo y hacerlo partícipe de una historia o una aventura. Aquí es donde podemos influir para que los niños amen la literatura porque es un tipo de lectura que atrae y no pone retos mayores. De hecho, cuando a un niño un profesor le pone a analizar un cuento, deja de tener encanto para aquel. El nivel básico es para sentir la aventura, para prestar atención a la trama, al argumento, a lo que se cuenta. Es un error que en los primeros años de vida se obligue al niño a leer para aprender. Hay que dejar que los menores lean para divertirse. Pronto se darán cuenta de que a la vez que lo hacen también aprenden, y ya no habrá que obligarlos a leer: ellos mismos buscarán lecturas y aprenderán de ellas, sin darse cuenta siquiera, de que lo están haciendo.  

A este nivel de lectura debería llegar toda persona como mínimo: entender lo fundamental del texto y comprender de qué se trata. Ello aplica para una noticia, para una novela, para un poema o para un manual de instrucciones. El lector básico debe haber entendido sobre qué trata el texto.

 

Nivel 2. El significado: (la intención del autor)

En este nivel el lector no solo se divierte con la trama (contenido) sino que saca conclusiones propias que parecen expuestas por el autor. En Caperucita roja puede intuir que la moraleja es que no se debe hablar con extraños, en La Isla del tesoro, comprender el valor de la honestidad y de la lealtad, etc. Cada texto tiene su enseñanza. Si bien en el nivel básico un libro de historia cuenta conquistas, y batallas, (entretenimiento) en este viene un análisis de causas y efectos. Un texto que narre el descubrimiento de América tiene una lectura básica sobre la aventura de Colón y sus carabelas. En el nivel siguiente el lector debe poder intuir las causas o consecuencias. Puede haber autores que presenten el hecho como una gran aventura y un descubrimiento épico, mientras que otros pueden enfocarlo desde el punto de vista de un mundo que fue invadido. El hecho narrado es el mismo, pero el lector puede interpretar la intención del autor, y estar o no de acuerdo con su punto de vista.

Aquí ya no se trata de dejarse llevar por la historia de Blanca Nieves y la bruja malvada, sino de encontrar personajes con los que se identifica y con los que no. Quien lee más allá del relato interpreta la motivación del autor y entiende que el cuento tiene un tipo de intención (explicita o no), y que no deja lugar a dudas porque es directa. La reina malvada está celosa y quiere ser la más bella del reino sin importar lo que deba hacer.

Ningún lector puede negar que Romeo y Julieta murieron a causa de un caprichoso amor adolescente y los odios irracionales entre los Montesco y los Capuleto. La historia en un primer plano narra la tragedia de dos jóvenes enamorados que no pueden ser felices porque sus familias son enemigas. En el segundo nivel viene la reflexión. Es evidente que Shakespeare quería mostrar lo que sucede entre dos grupos que mantienen viejas rencillas. Un buen lector sabe que no se trata solo de familias de Verona, sino que la historia puede asimilarse con otras situaciones: dos empresas rivales, dos universidades, dos ciudades enfrentadas, etc. Es evidente que Romeo y Julieta son el pretexto para reflexionar sobre las consecuencias del odio entre grupos de personas.

Después de comprender el contenido y las intenciones del autor, el lector puede profundizar más sobre lo que está implícito o relacionado con otros textos, lo que nos lleva al tercer nivel de lectura

 

Nivel 3. El subtexto, el intertexto y el hipertexto.

Este tercer nivel de lectura requiere de una mayor profundidad y una atención especial a las relaciones que el texto tiene tanto consigo mismo como con otros textos y contextos. Aquí nos adentramos en capas más sutiles de significado que pueden no estar explícitas en el contenido o en la intención del autor, pero que surgen a través de la intertextualidad, el subtexto y el hipertexto.

El subtexto se refiere a lo que está "debajo" de la superficie del texto. En otras palabras, “leer entre líneas”.  Aquí importa el significado implícito, lo que no se dice de manera directa pero que el lector puede inferir a partir de las palabras, las acciones o el comportamiento de los personajes. En el caso de Caperucita Roja, por ejemplo, el subtexto puede sugerir temas relacionados con el despertar sexual o los peligros de la ingenuidad en un mundo adulto y amenazante. El lector en este nivel interpreta no solo lo que está escrito, sino lo que está insinuado. ¿Es el Pinocho de Collodi una crítica al sistema educativo de su tiempo? ¿O tal vez una parodia al régimen político de la época?

El intertexto, por otro lado, consiste en las referencias que el texto hace a otros. Todo texto se enriquece con las lecturas previas de su autor y, por lo tanto, guarda diálogos ocultos o explícitos con otras obras literarias, históricas, filosóficas, etc. En Cien años de soledad, por ejemplo, encontramos alusiones bíblicas (el diluvio, la creación), elementos de la historia latinoamericana y referencias a otras obras de la literatura universal. El lector entrenado en este nivel reconoce esos ecos, esas conexiones, que añaden una dimensión adicional de comprensión al texto.

Finalmente, el hipertexto es una categoría que ha cobrado fuerza en la era digital, pero que también puede aplicarse a textos escritos en papel. Se refiere a los enlaces que un texto puede tener con otros textos y documentos, incluso, películas, videos, fotografías, ya sea de manera explícita o sugerida, formando una red de significados que puede expandirse a través de conocimientos o lecturas paralelas o asociativas. En la obra Don Quijote de la Mancha, por ejemplo, los textos caballerescos a los que hace referencia el propio protagonista son hipertextos, en el sentido de que influyen directamente en la interpretación de la obra.

En este nivel, y sin importar las subclasificaciones, el lector está constantemente buscando estas relaciones que no siempre son obvias, y que dependen de su bagaje cultural, histórico y literario. Un buen lector en este nivel es capaz de identificar influencias, alusiones y contrastes entre obras, y de ver cómo un texto no existe de manera aislada, sino como parte de un diálogo más amplio con el mundo literario y cultural.

 

Nivel 4. La estructura (Cómo está construido el texto)

El último nivel de lectura se centra en cómo está construido el texto. Aquí, el lector no solo se detiene en el contenido, el significado o las relaciones intertextuales, sino que presta atención a la forma en que el autor ha decidido organizar sus ideas y estructurar su relato. Este es el nivel de análisis más técnico y literario, que examina los elementos formales del texto: su narrador, su punto de vista, el tiempo narrativo, la disposición de los capítulos, el estilo del autor, el uso de figuras retóricas, entre otros.

En este nivel, el lector puede notar, por ejemplo, cómo en Cien años de soledad el tiempo no sigue una línea cronológica, sino que se despliega de manera cíclica, reflejando una concepción del tiempo distinta de la convencional. O cómo en Ulises de James Joyce, el autor utiliza diversas técnicas narrativas (monólogo interior, parodia, estilo directo, entre otros) que desafían las formas tradicionales de contar una historia.

También permite entender por qué ciertos autores eligen contar una historia de una manera particular. ¿Por qué usar un narrador en primera persona? ¿Por qué empezar la narración in media res, es decir, en medio de la acción? En Crónica de una muerte anunciada, García Márquez nos revela el final de la historia desde el principio, pero lo que atrapa al lector es el cómo se llega a ese final inevitable. La estructura misma del texto se convierte en parte de su significado.

En resumen, este nivel es para aquellos lectores que desean ir más allá de la historia, del mensaje y de las relaciones entre textos, y que disfrutan de desentrañar las decisiones estilísticas y formales que dan vida al mismo. Es aquí donde se aprecia verdaderamente el arte del escritor, y donde la literatura se revela no solo como contenido, sino como forma y técnica.

Para ser buen lector no se requiere llegar a este nivel. Sin embargo, si se quiere ser buen escritor, es necesario entrenarse en reconocer la técnica y el estilo de los otros. Cuando uno conoce los secretos de los grandes es más fácil dar los primeros pasos.

 

Carlos Alberto Velásquez Córdoba ®

El blog de los lagartijos

calveco@gmail.com

 

miércoles, 9 de octubre de 2024

Lenguaje y pensamiento

Esta semana les traigo un video interesante: Propone que el idioma y la cantidad de palabras que conocemos establecen la forma de pensar y de entender el mundo. Un ejemplo claro es que mientras más palabras conozca, más facilmente soy capaz de distinguir cosas. Como médico, si conozco la diferencia entre tumor, nódulo, pápula, pústula, quiste o absceso, tengo mas posibilidades de llegar a un diagnóstico que el que no los distingue; para esa persona solo será "una bolita que me salió".  Igual pasa con un mecánico que sabe el nombre de cada uno de los componentes de un motor, o el carpintero que sabe distinguir cada uno de los diferentes estilos de tornillos. No es lo mismo estar triste, atribulado, nostálgico, melancólico o deprimido. 

En el siguiente video, Lera Boroditsky reflexiona sobre su área de estudio, la ciencia cognitiva, y explica alguno de los experimentos en los que trabaja para mostrar el poder que tienen las palabras en el pensamiento. ¿Influye la lengua que hablamos en nuestra manera de interpretar el mundo? ¿Se comportan diferente los bilingües dependiendo de la lengua que estén usando? “Las palabras no están aisladas”, dice Boroditsky, haciendo referencia a que las palabras están unidas a recuerdos y experiencias que nos condicionan. La científica considera otros temas como el vocabulario, la categorización o las metáforas y su implicación en nuestra percepción de temas socialmente complejos.  “El lenguaje es una herramienta mágica que nos diferencia del resto de seres vivos”, sentencia. 


Lera Boroditsky es investigadora y profesora en el campo de la ciencia cognitiva. Su trabajo se enfoca en el área del lenguaje y la cognición. Es una de las fundadores de la teoría de la relatividad lingüística. La científica ha desempeñado su carrera en el MIT y en Stanford. Actualmente es profesora asociada de ciencia cognitiva en la Universidad de California, San Diego y editora jefe de Frontiers in Cultural Psychology. Su investigación se centra en las relaciones entre la mente, el mundo y el lenguaje con un enfoque multidisciplinar que incluye la lingüística, la psicología, la neurociencia o la antropología. En su labor de divulgación científica ha publicado en prestigiosos medios como el Wall Street Journal, Scientific American o The Economist. Lera Boroditsky ha sido nombrada una de los ‘25 Visionarios que están cambiando el mundo’ por el Utne Reader, y ha recibido, además, numerosos galardones como el prestigioso premio ‘NSF Career Award’.

miércoles, 2 de octubre de 2024

Descifrar. Poema de Carlos Palacio

Esta semana les comparto un bellísimo poema de Carlos Palacio, mejor conocido como PALA, de su libro GRAMÁTICA DEL ASOMBRO (Ed. Hiperión), Premio Jaén de Poesía 2023, España.

El poema es tomado de sus redes sociales. Les recomiendo conseguir sus libros. No se arrepentirán.



DESCIFRAR

Carlos Palacio, Pala

En su mesita de noche
mi padre guardaba un libro pequeño, color barro:
La imitación de Cristo.

Todas las noches lo desarrugaba,
se lo bebía lento y, por momentos,
detenía su pose y su lectura
para decir con voz inapelable
Aquí está lo importante.

Mi abuela, que rezaba las novenas
con un fervor de lluvia y pese al mundo,
me regaló rosarios que indefectiblemente
se fueron al ayer, como las rosas.

Yo que jubilé dioses,
que deshice la hoguera de las supersticiones,
que denuncié el soborno del cielo y sus agentes,
y que cuando no hallaba biblias para hacer humo,
incineraba santos y bailaba en sus restos,
entendí con el tiempo y con la ceremonia de los dolores viejos
que mi padre era bueno porque así fue su leño,
pero también lo era
porque tenía un libro en su mesa de noche
y lo desarrugaba y lo bebía lento,
con sus ojos que hacían de la insolencia cielo,
y que mi dulce abuela no me daba rosarios
sino que me abrazaba
del modo en que te abrazan los naranjos del huerto.

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A continuación el autor leyendo su poema.





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Carlos Palacio (Pala) (n. Yarumal, Antioquia, Colombia, 22 de mayo de 1969), es un compositor, cantante, guitarrista, poeta colombiano y Filólogo, considerado por la crítica especializada como uno de los mejores letristas de su género en el país. Ganador del Premio Nacional de Música del Ministerio de Cultura de Colombia y de los Premios Internacionales de Poesía Miguel Hernández, Antonio Machado, José de Espronceda en España, y recientemente el Premio Jaén de Poesía.