miércoles, 10 de marzo de 2021

Un año de estar haciendo pendejadas.

Desde que empezó el pánico mundial por el coronavirus, se empezaron a hacer cosas absurdas, desde limpiar las suelas de los zapatos, hasta tomar dióxido de cloro y beber bebidas muy calientes hasta el punto de quemar la lengua de los aterrados humanos. 

Varios amigos acostumbraban lavar meticulosamente las bolsas de supermercado con agua con cloro, antes de desempacar sus productos y miraban extrañados, cómo yo, médico y epidemiólogo, me atrevía a decirles que bastaba con que se lavaran las manos luego de manipularlas. A menos que acostumbraran lamer las bolsas plásticas en las que transportaran los productos o se chuparan los dedos, dicha práctica era un desperdicio de tiempo.

También vi personas en trajes de astronauta, andando por ahí, como si un gas mortífero estuviera presente en el aire.   

Trabajo en un lugar donde cada media hora pasaba un hombre con un aspersor, "fumigando" todos los zócalos.  Jamás vi un visitante o algún empleado arrodillado lamiendo los zócalos, pero la encargada de vigilar que se cumplieran "las normas de protección" me quería fulminar con la mirada cada que le preguntaba por qué se malgastaba los recursos en dicha tarea, sabiendo que el virus se transmitía por vía aérea o ingresaba por  la nariz o la boca luego de tocar una superficie contaminada. 

Afortunadamente, ya el funcionario no pasa cada hora. Lo tienen asperjando tres veces al día. Hasta ahora no he encontrado a ninguna persona arrodillada lamiendo el piso, pero me cansé de hablar para que lo destinen a cosas más necesarias. 

Por eso en esta ocasión les traigo un resumen de lo que luego de un año, se ha demostrado que sirve para reducir el riesgo de contagio. 

Si no quieren ver el video  se los pongo más fácil:  

  • lavado de manos,
  • uso de mascarilla,
  • distanciamiento social


A veces lo verdaderamente importante es lo sencillo. Aprendamos a simplificar

Por cierto, poner porteros y vigilantes al ingreso de los lugares públicos con un termómetro en la mano y te digan que tienes la temperatura más baja que la de un cadáver, tampoco sirve de nada. Sobre todo porque muchos no saben usar el termómetro o sus equipos están descalibrados, y fácilmente se les colaría una persona con fiebre. 

De manera que aprendamos de esta pandemia:

Simplifiquemos: 
  • Lávense las manos frecuentemente, 
  • Mantengan el distanciamiento 
  • y utilicen bien la mascarilla. 
¡Cuídense y cuiden a los demás!   







2 comentarios:

  1. Me parece que en caso de tener niños pequeños en casa, no se puede asegurar lo mismo. Ellos pueden lamer las bolsas, las suelas de los zapatos, o las cosas del piso, en el mínimo descuido. Yo estoy totalmente pendiente de mis niñas y sí considero necesario desinfectar las bolsas, mis zapatos y mi ropa.

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    1. Tienes toda la razón. El riesgo es que el virus llegue a la boca o nariz y si hay ese riesgo (por ejemplo con los niños) hay que extremar la medidas.

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