Esta es una reflexión que nos leyó hace varios años mi amiga, Luisa Fernanda Mesa, médica, escritora y fotógrafa.
Por mucho tiempo le pedí que me compartiera el texto y ella hizo algo mejor: Me lo envió como tarjeta de navidad.
Creo que este texto descubre realmente cuál es la magia que para muchos trae la navidad.
Así que, con el premiso de su autora, lo comparto en este blog.
Pensando todos estos días qué significa Navidad, recibiendo por todos los medios imágenes que con rojos, verdes y nieves que caen, con renos y noeles, celebran y recomiendan familia, paz, amor y regalos, me ha dado por preguntar ¿qué es lo que la hace mágica?, ¿qué pone a todo el mundo de buen ánimo, y a los que pueden, a comprar y comprar?
Dudo que sea solamente la creencia cristiana en que haya nacido el Salvador en un pesebre, no se me ocurre pensar que nos invadió el norte con su invierno y sus mitologías, situación que muchos deciden atacar argumentando colonización.
No creo que se trate del fin de año simplemente y me niego a juzgar la mercantilización de la festividad, aunque observo con frecuencia que mucha gente compra presentes en vez de estar presente, y que a veces inventamos qué dar sin querer dar, solo por los mandatos de una tradición.
Sin embargo, abuelos y nietos, ricos y pobres, habitantes de todas latitudes, nos reunimos por una noche al año a cenar en familia y a compartir regalos empacados minuciosamente, bajo las luces multicolores, con o sin fe en el Mesías que nace, con o sin esperanza en la redención del mundo. ¿Qué nos motiva?
Creo que es la infancia. No los niños, aunque para algunos es la razon visible, no es por ellos, es por nosotros mismos.
Es por volver a creer, por abrir un regalo con la ilusión de cumplir un sueño comer manjares, abrazar sin prejuicios, reir a carcajadas, estrenar, viajar al país de la ilusión, de los juguetes y de los sueños realizados. Volver a la infancia. Jugar.
Por esa razón vale la pena SER Navidad, por esa razón hay armonía y paz, generosidad y esperanza.
Por esa razón, encontramos alegría e ilusión con esta época, porque implica familia y amigos, abrazos y gozo, que es lo contrario de abandono. Porque implica placer y amor incondicional, porque implica dar por dar, recibir sin pedir, y a veces también, recibir lo pedido, lo cual es un encuentro con la abundancia del universo y fortalece nuestra confianza en que el mundo es nuestro a raudales y sin límites.
FELIZ NAVIDAD TODO EL AÑO
Luisa Fernanda Mesa Franco
Las palabras de Luis Fernanda me generan esperanza y alegría, me recuerdan la razón y el sentido de estas celebraciones y sobretodo, que la familia y los amigos, serán siempre lo fundamental . Gracias por este regalo de Navidad.
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