El siguiente texto es tomado de Facebook en una publicación de Rodolfo Ochoa
CARTA DE UN MEDICO A UN PACIENTE ENOJADO
"LA CULPA ES TUYA" (el poder de cambiarlo, también).
A ti que te quejas de los servicios de salud que recibes; a ti que te quejas de que las ambulancias no llegan pronto al lugar de un accidente; a ti que te quejas de que pasas cientos de horas para ser atendido en una institución pública, y que la atención que recibes es de mala calidad y que nunca te explicaron lo que tenías; a ti que te quejas de no había medicamentos o insumos en donde te atendieron; A ti que se te hace fácil sacar tu celular, tomar una fotografía y subirla a las redes sociales tachando a los médicos de déspotas, inútiles y sin vocación. Te quiero decir una cosa: la culpa no es del médico, de la enfermera, del paramédico, etc. la culpa de todo esto es tuya.
LA CULPA ES TUYA. Tu que votaste por quién te regaló una despensa, un billete, una gorra, una televisión. Porque detrás de cada médico, enfermera, paramédico, trabajador social que trabaja en una institución pública, a quien te sientes con el derecho de llamar negligente, malo, sin vocación y un sinfín de adjetivos, está un gobierno. Un gobierno que no tiene dinero para tener lo más básico para tu atención en una unidad de salud. Tú no sabes las veces en que los médicos hemos tenido que cortar una gasa en 2, para poder atender a 2 pacientes en lugar de uno, porque no hay recursos para gasas. Tú no sabes la cantidad de veces que hemos tenido que cortar vendas, cinta adhesiva, y otros recursos para hacerlos rendir y poder atender a más personas. La cantidad de veces que NO te hemos puesto el medicamento que necesitabas, sino el que confiamos que te diera mejores resultados de una lista limitada de medicamentos que nos dan para disponer para ti. Desconoces la cantidad de veces que las ambulancias han estado descompuestas por sobreuso, porque no hay recursos para comprar nuevas, ni para reparar las que ya hay. Tú no sabes la cantidad de veces en que los médicos hemos tenido que poner, incluso, de nuestros recursos para poder atenderte. Porque curiosamente no hay recursos para gasas, vendas, medicamentos, ambulancia o para pagarle a los médicos. Pero siempre hay para pagarles un sueldo altísimo a un montón de burócratas, y no sólo eso, sino darles bonos con cantidades enormes.
Los profesionales de la salud no se han pasado la mayor parte de sus vidas estudiando para matar personas o hacerles daño. Se levantan cada día pensando cómo hacer que los escasos recursos con los que se cuenta le den un beneficio a la mayor cantidad de pacientes posibles. De lo contrario, no serían profesionales de la salud, serían sicarios, homicidas, etc.
Tú ves en esa caja enajenante llamada televisión a un político diciendo: “Hemos duplicado el número de atención médica en un hospital”. Lo que no ves es a ese mismo político diciéndole a un médico: “En tu turno ya no verás 10 pacientes, a partir de hoy verás 20”. Lo cual se traduce para ti en 2 cosas: 1.- El doble de tiempo de espera para ser atendido, y 2.- Menos tiempo designado para ti en la consulta.
Piensa en esto: ¿Cuánto ha crecido tu comunidad en los últimos 10 años y cuántos hospitales nuevos se han creado? ¿Cuántos médicos nuevos han sido contratados en los hospitales ya existentes? ¿Se te hace justo que en una unidad de urgencias concurrida haya en ocasiones uno, cuando mucho dos, médicos de guardia?
Los médicos, paramédicos, enfermeras, trabajadores sociales y todos los que laboran en los hospitales públicos están allí para dar lo mejor de sí mismos pensando en el bienestar tuyo, eso se llama VOCACIÓN. Sin embargo nunca está el político para dar la cara por las carencias de la unidad, por todos aquellos recursos que le faltan al profesional de la salud para atenderte como tú te mereces.
¿VES? La culpa no es de quién porta la bata blanca y te da la cara. La culpa es TUYA por no saber usar los servicios de urgencias como se debe. Por acudir exigiendo atención médica cuando ya tienes varios días con tu padecimiento, incluso después de haber ido con sobadores, brujos, chamanes y otra gran cantidad de charlatanes, cuyo conocimiento de medicina no es mayor al que tú mismo tienes, y al que no demandarías por mala praxis. Si la ambulancia no llega a tiempo al lugar del accidente, la culpa es tuya, por usar los números de emergencia para hacer bromas. La culpa es tuya por pasar tu tiempo viendo telenovelas o llorando por equipos de futbol, ya lo decían los romanos: PAN Y CIRCO PARA EL PUEBLO, en vez de prestar atención a los verdaderos problemas de tu sociedad. La culpa es tuya por confiar tu voto y no exigir a tu gobierno lo que realmente necesitas: MEJOR SALUD, MAS EDUCACIÓN Y MENOS TELEVISIÓN.
Entonces la próxima vez que pienses sacar tu celular y decirle incompetente, déspota y sin vocación a alguien por las redes sociales, fíjate hacia donde debes enfocar tu lente.
La próxima vez que tomes una foto de un médico, paramédico, enfermera, etc. Ponle: “Gracias al Dr., porque a pesar de no haber cenado, de no dormir, de estar lejos de su familia y sin tener los recursos suficientes, me atendió, o a uno de los miembros de mi familia, a las 3:00 de la mañana”. Que las buenas obras se difundan tan rápido como los chismes.